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domingo, 29 de junio de 2014

La historia de Charles Romuald Gardes

Nacimiento: 11 de diciembre de 1890
Origen: Toulouse, Francia
Nacionalidad: Argentina (naturalizado en 1923)
Muerte: 24 de junio de 1935, Medellín, Colombia
Ocupación: Cantante, compositor, actor
Información artística: Tipo de voz
Tenor hasta 1933
Barítono ligero desde 1934
Género(s): Tango, Milonga, música de raíz folclórica
Instrumento(s): Voz, guitarra
Período de actividad: 1912 - 1935

Carlos Gardel fue un cantante, compositor y actor de cine. Es el más conocido representante del género en la historia del tango. Iniciador y máximo exponente del "tango canción", fue uno de los intérpretes más importantes de la música popular mundial en la primera mitad del siglo XX, por la calidad de su voz, por la cantidad de discos vendidos (como cantante y como compositor), por sus numerosas películas relacionadas con el tango y por su repercusión mundial.
No hay unanimidad sobre el lugar y la fecha de su nacimiento. La teoría uruguayista sostiene que nació en Tacuarembó, Uruguay, un 11 de diciembre entre 1883 y 1887.
La teoría francesista sostiene que nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890. Hay unanimidad en el hecho de que vivió desde su infancia en Buenos Aires y se nacionalizó argentino en 1923. Falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, en un accidente aéreo.
La persona y la imagen de Gardel ha sido objeto de idolatría popular, especialmente en Argentina y Uruguay, colocándolo en un lugar de mito y símbolo cultural que aún mantiene su vigencia.
En 2003 la voz de Gardel ha sido registrada por la Unesco en el programa Memoria del Mundo, dedicado a la preservación de documentos patrimoniales.

Infancia y adolescencia: La fecha y el país de nacimiento de Gardel están sujetos a controversias históricas. Para la tesis francesista, Marie Berthe Gardes, cuyo nombre castellanizado fue Berta Gardés, fue la madre biológica de Charles Romuald Gardes, cuyo nombre fue castellanizado en Buenos Aires como Carlos Gardés y luego transformado en Carlos Romualdo Gardel por el propio cantante. En esta versión, Gardel habría estudiado en el Colegio Salesiano Pio IX de Buenos Aires, donde permaneció pupilo en 1901 y 1902 y fue compañero de coro de Ceferino Namuncurá, futuro beato argentino.
Ambas teorías coinciden en el hecho de que Gardel fue abandonado por su padre y que vivió en Buenos Aires al menos desde 1893, en habitaciones de conventillos que compartía con su madre, aunque con intermitencias que varían según el historiador. Recién en 1927 Gardel comprará una casa en el barrio del Abasto, donde se mudará con su madre.
Ambas teorías coinciden también en que el joven Gardel, durante la primera década del siglo XX, pudo haber tenido conductas y frecuentar ámbitos ubicados en los márgenes de la legalidad, de lo que dan cuenta algunos prontuarios policiales que lo mencionan.

Inicios artísticos: Durante su infancia y adolescencia, Gardel vivió en paupérrimas casas de inquilinato o "conventillos", ubicados en el barrio de San Nicolás: primero en Uruguay 162 y luego en Corrientes 1553. Con sus primeros ingresos como músico profesional en 1914, se mudó siempre con su madre a un departamento modesto en Corrientes 1714. La pobreza extrema y las condiciones de vida degradantes de los conventillos porteños en la época de la gran inmigración, han sido estudiadas en obras sociológicas,y representadas en obras artísticas, como El conventillo de la Paloma.
Su amigo y chofer Antonio Sumaje ha contado que, cuando Gardel ya era una estrella, solía pedirle que lo llevara a los conventillos en los que había vivido de niño en especial al de Uruguay 162, donde se bajaba y se quedaba mirando la fachada: “De pronto, emocionado hasta las lágrimas, volvía a meterse rápidamente en el coche. Y entonces se quedaba silencioso por un rato muy largo”.
El barrio en el que Gardel se crió es la zona de los teatros porteños que tiene su eje en la calle Corrientes, luego transformada en avenida. Eso le permitió desde muy chico estar en contacto con el mundo teatral. Su madre trabajaba planchando ropa, a veces para algunos de esos teatros y él mismo fue reclutado por un personaje conocido como "Patasanta" que organizaba claques de aplaudidores en los teatros, cobrando dinero por prestar ese servicio. Con la "troupe de animadores" de Patasanta, Gardel fue claque, utilero y comparsista (extra) a cambio de poder asistir a los espectáculos y recibir entradas. De esta manera logró estar en contacto con actores y cantantes, de quienes imitaría los ejercicios de vocalización y otras conductas que serían de importancia para su futura formación artística.
Así, entre muchos otros empleos informales, se desempeñó como tramoyista en el Teatro de la Victoria, donde escuchó al zarzuelista español Sagi Barba, con quien incluso llegó a tomar sus primeras lecciones informales de canto, y en 1902 pasó al teatro de la Ópera, donde conoció al barítono italiano Titta Ruffo.
En esa época, siendo ya un adolescente, comenzó a frecuentar el barrio del Abasto, un barrio popular recientemente organizado alrededor del nuevo Mercado de Abasto, abierto en 1893. Gardel fue invitado por un grupo de jóvenes (José "El Tanito" Oriente, Domingo "Daguita" Vito) a integrarse a la "barra" del café O'Rondeman, que estaba en Agüero y Humahuaca. El café era propiedad de los hermanos Traverso (Alberto o "Giggio", Constancio, Félix y José o "Cielito). Estaba administrado por el primero de ellos, el "Gordo" Giggio o Yiyo, que establecería con Gardel una relación de gran afecto mutuo, con características paterno-filiales, al punto que cuando aquel falleció en 1923, Carlos fue uno de los que sostuvo el féretro. Los hermanos Traverso, liderados por Constancio, dominaban políticamente el barrio del Abasto, en nombre del Partido Autonomista Nacional, el partido conservador fundado por Julio Argentino Roca que gobernó sin alternancia el país, sobre la base del fraude electoral, entre 1880 y 1916. El joven Gardel fue un protegido de los hermanos Traverso, que valoraron desde un inicio la calidad de su canto -de gran importancia para organizar la sociabilidad popular- y promovieron su actuación tanto en el Bar O'Rondeman, como en los comités conservadores del barrio, de otras zonas de la ciudad, e incluso de Avellaneda, donde se relacionó con el hombre fuerte del conservadurismo bonaerense, Alberto Barceló y su famoso matón Ruggierito.
Gardel comenzó a cantar semiprofesionalmente en el café de los Traverso y en el comité conservador de Anchorena 666. Años después, en 1927, se mudaría con su madre a una casa que compró exactamente a la vuelta del comité, actual Casa Museo Carlos Gardel. En esa época el canto popular estaba dominado por el arte de la payada, cuya figura máxima era Gabino Ezeiza. Gardel no tenía habilidad para inventar sus propios versos a medida que cantaba, que era la característica decisiva para el éxito de los payadores, pero la calidad de su voz le fue abriendo camino poco a poco. "Gardel nunca fue payador; él era cantor", dice el historiador Pablo Taboada.
De esa época viene la relación de Gardel con la payada, en especial con José Betinotti, a quien se le atribuye haberle puesto el apodo del "Zorzal Criollo", en alusión al pájaro característico de las pampas, destacado por la belleza de su canto.
Uno de los primeros temas que grabó Gardel fue "Pobre mi madre querida", la canción más famosa de Betinotti. También de esta época viene la relación con el payador Arturo de Nava. En 1922, el dúo Gardel-Razzano, grabaría la obra más famosa de De Nava, "El carretero", que se convirtió en el principal éxito de Gardel en su primera gira a Francia y que luego fue incluída entre los famosos cortos cinematográficos musicales realizados en 1930, donde Gardel aparece hablando con el payador, ya en el momento de decadencia de su carrera, quien le agradece el hecho de cantar su tema.
Durante toda esa primera década como cantor, Gardel nunca cantó un tango, aunque lo bailaba. Construyó su estilo de canto a partir de la payada y las canciones camperas, pero también de la canzonetta napolitana y la ópera.
En 1910, siendo aún un desconocido para la gran masa, cantó una noche para una tertulia habitual de jockeys y cuidadores de caballos de pura sangre en la confitería La Frazenda, en el Bajo Belgrano, con motivo de haberle apostado a una yegua que ganó la carrera, obteniendo una importante ganancia. Para la segunda década del siglo XX, Gardel era habitualmente referido como El Morocho del Abasto.
Gardel ya había empezado a cantar a dúo con Francisco Martino, sumándose Razzano y poco después el cuyano Saúl Salinas. Lo cierto es que los cuatro se mantuvieron vinculados, cantando alternativamente en dúos, trío y cuarteto, en diversos barrios y ciudades de Argentina de manera semiprofesional, hasta que poco a poco fue decantando el dúo Gardel-Razzano, estableciendo su barra de amigos y su base artística en el Café de los Angelitos, un punto intermedio entre el Abasto donde paraba Gardel y Balvanera Sur, donde estaba ubicado el Café del Pelado de Moreno y Entre Ríos, en el que paraba Razzano.
En ese período la Casa Tagini, que tenía la representación de Columbia Records y se había convertido en la principal empresa discográfica de Argentina, contrató a Gardel para grabar en 1912 siete discos dobles con canciones de su elección, que son lanzados al mercado en 1913, cuando aún era un desconocido. Esos discos son la primera constancia de la presentación del joven cantor con el nombre de Carlos Gardel. La expresión "estilo" es la que se utilizaba en la época para referirse a los estilos y ritmos camperos y rurales. Por esa razón los cantores como Gardel eran llamados "estilistas".  Algunas décadas después, en Argentina comenzó a usarse la expresión "folklore" para denominar a esos géneros musicales. En el repertorio elegido por Gardel se destaca "Pobre mi madre", canción emblemática del payador José Betinotti y seis poemas de Andrés Cepeda musicalizados, un poeta asesinado dos años antes y acosado por la policía debido a sus ideas anarquistas y su condición homosexual, que conmovía la sensibilidad del joven Gardel. El resultado no fue el esperado y Gardel debería esperar hasta 1917 para volver a grabar nuevamente.
En 1914 Gardel y Razzano fueron contratados para cantar en el suntuoso cabaret Armenonville de Buenos Aires, por un cachet de 70 pesos la noche, una suma inesperada que Gardel confundió con la retribución quincenal. El éxito de sus actuaciones en el Armenonville le abrieron al dúo las puertas hacia los grandes escenarios del espectáculo porteño. Pocos días después el célebre Pablo Podestá, los contrataba para cantar durante dos semanas en el espectáculo que estaba por estrenar en el Teatro Nacional, su primera actuación en la calle Corrientes.
1915 fue un año complejo para Gardel, en el que las dificultades del pasado y los éxitos del futuro parecieron confundirse. A mitad de año fueron contactados por el empresario uruguayo Manuel Barca que había ido a Buenos Aires para contratarlos para actuar en Montevideo. Los jóvenes recibieron la oferta incrédulos e inseguros.
Montevideo los recibió como si fueran celebridades, con la ciudad empapelada con sus retratos y un programa de actividades que incluía ser recibidos en el puerto, llevados a desayunar, entrevistas con la prensa y una actuación reservada para personas influyentes. El 18 de junio debutaron en el Teatro Royal, con lleno completo, y por primera vez el público les pidió que repitieran los temas al grito de "tocate otra, Carlitos". Dicen los historiadores que al terminar la función Gardel se puso a llorar de emoción en el camerino.  Desde entonces Gardel se sentiría en Montevideo como en su propia casa, con su propia barra de amigos, volvería a cantar una y otra vez y al final de sus días mandó a construir una vivienda en la que no llegó a vivir debido al accidente que le costó la vida.
Pocos días después, su condición de indocumentado lo llevó a proporcionar datos falsos para obtener documentos que le permitieran viajar a Brasil, en una gira de la Compañía Dramática Rioplatense encabezada por Elías Alippi, en la que al dúo le correspondía realizar el fin de fiesta. En el barco conoció al cantante de ópera napolitano Enrico Caruso, quien elogió la voz de Gardel, pero la presentación de la compañía en Sao Paulo y Río de Janeiro no pudo superar la barrera del idioma, aunque la actuación del dúo recibió elogios de la prensa brasileña. Para mal de males Gardel fue detenido por la policía brasileña al haber sido encontrado en compañía de delincuentes argentinos que se habían establecido allí. Del expediente formado para tramitar la documentación, surgió también que Gardel tenía antecedentes como estafador de poca monta por realizar "cuentos del tío". Estos datos bloquearían años después el proyecto de nombrar a la Avenida Corrientes con su nombre.
En el barco de regreso de Brasil Alippi le ofrece al dúo participar de una nueva producción de Juan Moreira, famosa obra fundacional del teatro argentino, estrenada exitosamente el 12 de noviembre en el teatro San Martín. Los Gardel Razzano cantaban en una siempre celebrada escena musical en una pulpería en la que baila Moreira, estrenando en esa oportunidad la cueca "Corazones partidos" de su ex compañero Saúl Salinas.  En esa ocasión el dúo fue acompañado por 20 guitarristas encabezados por José Ricardo y Horacio Pettorossi. La diferencia de calidad los llevó a contratar desde entonces a Ricardo como guitarrista permanente del dúo, en tanto que Pettorossi integraría el grupo de guitarristas de Gardel en los años '30.
Antes de finalizar el año, en la noche del 10 al 11 de diciembre de 1915, recibió un balazo en un confuso episodio. El hecho sucedió durante un altercado en la calle luego de celebrar su cumpleaños en el Palais de Glace (salón de baile de la época en el barrio de la Recoleta), cuando estaba acompañado por los actores Elías Alippi y Carlos Morganti. Para entonces Gardel ya era conocido y el hecho apareció en la crónica policial de los diarios La Prensa y La Razón ("Agresión a Gardel") donde se señaló que los agresores fueron un tal Roberto Guevara -el autor del disparo- y Moreno Gallegos Serna, probables matones del bajo mundo, éste último mencionado por Eduardo Arolas al dedicarle su tango "Suipacha". Las causas y sucesos posteriores a la agresión permanecen confusos.
Su amigo Edmundo Guibourg relata que luego del ataque, Gardel fue a Tacuarembó para recuperarse, donde se encontró con el hermano menor del caudillo Traverso, "Cielito Traverso", escondido allí por haber asesinado a un hombre en el cabaret Armenonville. También se ha difundido la información falsa de que el matón Roberto Guevara era en realidad Roberto Guevara Lynch, tío del aún no nacido Che Guevara y miembro de una rica familia. Finalmente, al morir Gardel la bala aparecería en su autopsia, dando pie también a teorías sobre un hipotético enfrentamiento armado en el avión que habría causado el accidente que le costó la vida.
En la segunda década del siglo XX el mundo del espectáculo porteño se caracterizó por una enorme difusión del varieté, una modalidad surgida en Francia y tomada de España, que consistía en una sucesión de actuaciones cortas, de los más diversos tipos (musicales, dramáticas, humorísticas, circenses, de magia, etc.). Luego de iniciarse en 1916, durante la temporada veraniega de Mar del Plata, a mitad del año son contratados para presentarse en el Teatro Esmeralda (luego Teatro Maipo) ubicado a metros de la famosa esquina tanguera de Corrientes y Esmeralda y, a principios del año siguiente debutan también en el vecino Empire Theatre, de la calle Corrientes y Maipú, dirigidas a un público de mayor poder adquisitivo. El éxito fue consagratorio y sus actuaciones se extenderían en ambos teatros por seis años.
En esa primera época la actuación del dúo Gardel-Razzano alternaba temas cantados como solistas y temas a dúo. El famoso folklorista Osvaldo Sosa Cordero recuerda haberlos visto cuando era un adolescente y contó que la presentación la abrieron a dúo interpretando "Brisas de la tarde", la primera canción del dúo sobre un poema de José Mármol, tras lo cual Razzano cantaba la cifra "Entre colores", una de las canciones con la que se lo identificaba. Luego cantaron a dúo "Cantar eterno" de Villoldo y el gato "El sol del 25". Los favoritos de Gardel para cerrar eran dos canciones sobre caballos, la gran pasión de Gardel: "El moro" (sobre un poema de Juan María Gutiérrez) y "El pangaré". Precisamente, en el suceso en el que fue baleado, el pistolero había gritado ¡Ya no vas a cantar más "El moro"!
Simultáneamente Gardel volvería a grabar y ya no dejaría de hacerlo en adelante. Vencido el contrato leonino con la discográfica Tagini-Columbia, llega a un acuerdo con la empresa de Max Glücksmann, bajo sellos como Disco Nacional y Odeon. El contrato establecía un monto de cuatro centavos por disco vendido (simples doble faz)
En esos discos de 1917 el dúo grabó su repertorio, entre ellos "Mi noche triste", el primer tango que grababa Gardel. Los discos se vendieron masivamente, en cantidades que superaban las 50.000 unidades de cada uno, con ganancias en el orden de los 8.000 pesos por cada uno.
Finalmente Gardel coronaría ese año excepcional, protagonizando la película muda Flor de durazno, basada en una exitosa novela de Hugo Wast, que fue dirigida por Francisco Defilippis Novoa y en la que interpretó al protagonista Fabián. Se trata de uno de los primeros largometrajes del cine latinoamericano, cuando aún era mudo, lo que indica la visión integral del espectáculo que Gardel estaba desarrollando. Gardel estuvo a punto de abandonar la filmación, descontento con su desempeño actoral, pero fue convencido de quedarse por el director, con el argumento de incluir varias secuencias suyas cantando, argumento incierto si se tiene en cuenta que se trataba de una película muda, aunque existe información de que en 1940 fue proyectada una versión sonora de la película, que quizás incluyera esos fragmentos. Flor de durazno fue estrenada el 28 de septiembre de 1917, con excelente respuesta del público, manteniéndose varios años en cartel y superando las 800 representaciones.
La creciente preocupación de Gardel por su imagen, que tenía sus antecedentes en su famosa sonrisa y la simpatía que lo caracterizó desde un principio, se evidenciará también en las primeras fotos de estudio que comienza a encargar, sobre todo de quien se volvería su fotógrafo preferido, el hispano-uruguayo José María Silva y en el trabajo que iniciaría para estilizar su cuerpo, teniendo en cuenta que Gardel era un hombre bajo (menos de 1,70 de altura) y que en ese momento pesaba alrededor de 120 kilos. Los biógráfos Julián y Osvaldo Barsky dicen que estas conductas de Gardel indicaban "su esfuerzo por construir el galán-cantor, figura que lo proyectará internacionalmente".
El éxito masivo del dúo y de Gardel en particular, así como su ingreso al tango, coinciden con un momento de gran importancia en la vida político-social de la Argentina: la conquista de la democracia; las presiones políticas y sindicales habían obligado al gobierno conservador a aprobar una ley de voto secreto y obligatorio (solo para varones), que le dió el triunfo en 1916 al partido radical, un movimiento ampliamente popular que llevó a la presidencia a Hipólito Yrigoyen.
Cantor de tango: "Mi noche triste" fue el primer tango que cantó Gardel. Con esa interpretación nació el tango canción, pero a Gardel le llevaría siete años más comprometerse completamente con el tango y desarrollar un estilo capaz de expresarlo.
El disco en formato de 78 RPM fue decisivo para la difusión en el espacio y el tiempo del arte de Gardel. En su vida Gardel grabó unas 800 canciones diferentes, una cantidad enorme, la mitad de lo que grabó Bing Crosby durante una carrera tres veces más larga.
En 1917 Gardel cantó y grabó un tango por primera vez. Se trató del tango "Mi noche triste", un tema musical compuesto por Samuel Castriota titulado "Lita" al que Pascual Contursi le había puesto letra. La interpretación de "Mi noche triste" por Gardel está considerada como la fecha de nacimiento del tango canción. Luego de décadas de evolución, el tango había empezado a encontrar cantores y letristas capaces de interpretar la misma cadencia emocional que ya expresaba la música y el baile de tango.
El éxito del novedoso estilo del tango canción no fue inmediato. "Mi noche triste", con su letra lunfarda y su temática sobre el hombre de pueblo abandonado por su mujer (“Percanta que me amuraste”), fue recibido por el público sin ningún entusiasmo desbordante. Por otra parte, los cantores "puros" veían con malos ojos ese lenguaje de calle y esa sensualidad prosaica y de mal gusto, que se apartaba del "verdadero arte criollo".
Al año siguiente (1918) el sainete Los dientes del perro, puesto en escena por la compañía de Muiño-Alippi, incluyó una escena en la que la jovencísima actriz Manolita Poli cantaba "Mi noche triste". El número causó sensación y fue decisivo para que tanto la obra como la versión de Gardel, lanzada en disco ese año, fueran un gran éxito. Desde entonces el sainete y el tango establecerán un vínculo estrecho, promoviéndose mutuamente.
Ese año Gardel grabó otro tango, "A fuego lento", también de Contursi y poco a poco fue construyendo un repertorio integrado mayoritariamente por tangos.
La voz y la manera de cantar de Gardel también fueron evolucionando a medida que se iba convirtiendo en un cantor de tangos. Gardel aprovecha sus orígenes en el ámbito de la payada y su gusto por la canzonetta napolitana y la ópera, en una ciudad considerada como "la más italiana fuera de Italia", en la que las personas de origen italiano, sobre todo los jóvenes, se habían vuelto el grupo étnico más numeroso, para desarrollar un canto más lento, grave, melancólico y menos ansioso, caracterizado por una interpretación emocional que lo ligaba a los sentimientos del oyente.
En 1923 Gardel estrena el tango "Mano a mano" (“Rechiflado en mi tristeza”), con letra de Celedonio Flores, un notable poeta descubierto por Gardel en 1920, del que ya había grabado "Margot". "Mano a mano" se constituyó en uno de los máximos éxitos de Gardel, marcando el momento en que el tango canción terminaba de imponerse y, junto a las transformaciones instrumentales de músicos como Julio de Caro, se abría una era de plenitud para el género: la Guardia Nueva.
En total Gardel grabaría 21 tangos de “El Negro Cele”, entre ellos "El bulín de la calle Ayacucho", "Malevito", "Viejo smoking", "Mala entraña", "Canchero" y "Pan".
Gardel nunca dejaría de cantar los ritmos populares más variados. A través de músicos como el cordobés Cristino Tapia y el santiagueño Andrés Chazarreta incluyó nuevas canciones del folklore argentino norteño, a la vez que incorporaba cuecas chilenas, bambucos colombianos, foxtrots, shimmys, valses, tangos españoles, canciones en italiano, francés e inglés, y hasta una balada rusa llamada "Sonia", o un tango con expresiones en guaraní como "Los indios" de Canaro y Caruso.
En septiembre de 1925, luego de 12 años de cantar juntos y debido a una lesión de laringe de Razzano, el dúo decide separarse pasando Razzano a ejercer las funciones empresariales. Años después, luego de un estricto trabajo foniátrico, Razzano intentaría volver al canto, pero sin mayores resultados. De ese intento final, quedarían las dos últimas grabaciones del dúo, "Claveles mendocinos" de Pelaia y "Serrana impía", de José del Valle, grabadas el último día de 1929.
Ya como solista, Gardel realizó giras por Europa, actuando en España (1925/1926 y 1927) y luego en Francia (1928/1929). La gira de 1925/1926, con la misma compañía teatral que la realizada dos años antes, incluyó esta vez también a Barcelona, una ciudad que establecería un vínculo muy especial con Gardel. El éxito obtenido allí lo llevó a extender sus actuaciones de diez días iniciales a dos meses. En Barcelona Gardel grabó también veintiún temas, incluyendo un tango que le ofreció en ese momento el pianista madrileño Teodoro Diez Cepeda, "Dolor", el primero de varios tangos y canciones españolas que Gardel irá grabando en el futuro, expresión de su vocación constante de conectarse con la canción popular de cada lugar. En la gira de 1925/1926, Gardel también se presentó con un éxito moderado en Madrid y en Vitoria, en el País Vasco, donde hasta ese momento era completamente desconocido.
Estando en Barcelona Gardel grabó varios temas para el sello Odeón utilizando por primera vez la grabación eléctrica con micrófono (antes se usaba bocina captora), el cambio tecnológico más significativo hasta el descubrimiento del long play a fines de la década de 1940.
En Argentina, Gardel comenzará a grabar mediante este sistema desde noviembre de 1926. La calidad de sus grabaciones mejorará notablemente desde ese entonces.
En 1927 Gardel compra para él y su madre, su primera y única casa propia, ubicada en la calle Bermejo (luego Jean Jaures) 735, una casa sencilla en el corazón de su barrio espiritual, el Abasto, exactamente a la vuelta del comité conservador en el que comenzó a cantar.
A fines de 1927 Gardel inició una nueva gira por España, la tercera, actuando en Barcelona, Madrid, Bilbao y Santander, con un éxito arrasador. Antes de volver a Buenos Aires, Gardel pasó por París donde cerró un contrato para presentarse en París, en el segundo semestre de 1928.
Su estadía en Buenos Aires fue breve y luego de grabar varios discos (entre ellos el primer éxito de Discépolo "Esta noche me emborracho") de cantar por radio Prieto, presentarse en el Teatro Solís de Montevideo y contratar un tercer guitarrista, el “Indio” José Aguilar, zarpó nuevamente para Europa, esta vez con destino a París.
Luego de actuar exitosamente seis meses en Francia, Gardel actuó un mes más en Barcelona y Madrid, antes de retornar a Buenos Aires, donde llegó el 16 de junio de 1929, nueve meses después de su partida.
El 6 de septiembre de 1930 se produjo un golpe de estado cívico-militar en Argentina que derrocó al presidente democrático Hipólito Yrigoyen. Fue el primero de una serie de interrupciones de la institucionalidad democrática que se extenderá hasta 1983. En esa ocasión Gardel asumió una posición de apoyo al golpe grabando el tango "¡Viva la patria!" de Aieta y García Jiménez, que lo enfrentó con los sectores yrigoyenistas de la Unión Cívica Radical, que al menos en un par de ocasiones boicotearon sus actuaciones.Simultáneamente Gardel comienza a tener dificultades económicas y diferencias con Razzano, quien se desempeñaba como su representante, que le granjean enemistades en la barra de amigos que compartían y en el medio artístico y periodístico.
Finalmente, en 1930 Gardel iniciaría una nueva modalidad para difundir su canto, que redefinirá radicalmente su carrera y la masividad de su arte: el cine.

Estrella de cine: Carlos Gardel, ya había tenido una importante incursión en el cine mudo, demostrativa de su sensibilidad para detectar los mecanismos modernos de construcción de la popularidad masiva, más allá incluso de las fronteras nacionales.
En muchos aspectos Gardel se anticiparía en décadas a fenómenos culturales de masas en los que se unen la pasión, la identificación personal y la música, como la beatlemanía de los años '60, o fenómenos latinos equivalentes como Sandro, Soda Stereo y Luis Miguel, en los años '70, '80 y '90.
En 1930 Gardel protagoniza quince cortometrajes musicales sonoros, cada uno sobre una canción, con dirección de Eduardo Morera y producción de Federico Valle, uno de los pioneros del cine latinoamericano. De los quince cortos, cinco resultaron arruinados en el laboratorio, entre ellos uno titulado Leguisamo solo en el que aparecía el jockey Irineo Leguisamo. En 1995 fue hallado otro de los cortos no lanzados, El quinielero, de Luis Cluzeau Mortet y Roberto Aubriot Barboza.
Los diez cortos lanzados fueron: El carretero, Añoranzas, Rosas de otoño, Mano a mano, Yira yira, Tengo miedo, Padrino pelao, Enfundá la mandolina, Canchero y Viejo smoking.
Los cortometrajes fueron filmados en Buenos Aires entre el 23 de octubre y el 3 de noviembre de 1930 y estrenados el 3 de mayo de 1931 en el cine Astral de la calle Corrientes. En algunos casos fueron presentados como "tangos teatralizados". Se ha afirmado que los cortometrajes de Gardel fueron los primeros videoclips de la historia del cine y la primera producción de cine sonoro de Argentina y eventualmente América Latina.
En los estudios cinematográficos de la Paramount en Francia, se filmaron desde 1931 las cuatro películas francesas de Gardel: Luces de Buenos Aires, Espérame, La casa seria y Melodía de arrabal.

Gardel y Le Pera: El tango "Recuerdo malevo" fue uno de los primeros que compusieron juntos Gardel y Alfredo Le Pera. Fue estrenado en el cortometraje La casa es seria (1932) que Gardel protagoniza junto a Imperio Argentina, aunque en el film es acompañado por un sexteto dirigido por el pianista Juan Cruz Mateo.
Es en ese momento que toma importancia la presencia de Alfredo Le Pera, con quien Gardel había empezado a congeniar en diciembre del año anterior.  Le Pera asumió la carga de reescribir en un brevísimo tiempo un guión lleno de incongruencias culturales y geográficas, producto de los estereotipos estadounidenses sobre el mundo hispanoamericano y de luchar contra el director para aportar humanidad cotidiana a las escenas, rol que reiteraría en las películas siguientes, pero que nunca lo dejarían satisfecho. Además el encuentro de Gardel y Le Pera, dará vida a gran parte de las canciones con las que quedará asociada la fama mundial del cantante.
Gardel volvió a Buenos Aires el 30 de diciembre de 1932, antes que las películas fueran estrenadas. El 5 de abril de 1933 se estrenó Melodía de arrabal, el 19 de mayo La casa es seria y el 5 de octubre se estrenó Espérame. Como era esperable Melodía de arrabal tuvo mejor recepción que Espérame, y a los tres meses ya había superado el éxito de taquilla que había alcanzado Luces de Buenos Aires.
En 1933 se terminó de romper su relación con Razzano por diferencias económicas, agravadas por el desorden en sus cuentas y las deudas. Designó entonces como representante a Armando Defino, uno de sus amigos provenientes de la barra del Café de los Angelitos, antes de ser famoso. Ese año concentró sus presentaciones en el interior de Argentina (Rosario, Santa Fe, Paraná, Arrecifes, San Pedro, Azul, Olavarría, Mendoza, San Juan, Córdoba, Villa María, entre otras ciudades) cantó por radio con una audiencia inaudita, participó en Buenos Aires de la revista De Gabino a Gardel y grabó varios discos difundidos bajo el título de Gardel canta a Gardel, en los que, utilizando una novedosa tecnología, canta a dúo consigo mismo.
En septiembre conoció en la radio a Hugo Mariani, un uruguayo que hacía años que vivía en Nueva York, donde había creado y dirigía la Orquesta Sinfónica de la National Broadcasting Corporation (NBC), que tenía incluso un programa llamado El tango romántico. Ambos simpatizaron inmediatamente y Mariani le propuso ir a Nueva York para cantar por la NBC. Pocos días después le llegaría el contrato.
En la noche del 7 de noviembre de 1933 Gardel partió hacia Europa en el barco Conte Biancamano, antes de ir a Estados Unidos. A la mañana Defino, su representante, le había pedido que redactara un testamento ológrafo, es decir escrito de su puño y letra. Ese fue el último día de Gardel en Buenos Aires.
Primero fue a Barcelona y París, y luego viajó acompañado por el talentoso pianista Alberto Castellanos a los Estados Unidos, donde debutó en la radio de la NBC de Nueva York, el 30 de diciembre. En sus actuaciones radiales en Nueva York, Gardel prescindió de sus guitarristas y cantó acompañado por la destacada orquesta de la NBC, dirigida por Hugo Mariani, desempeñándose como arreglador el músico argentino Terig Tucci, radicado hacía años en Estados Unidos, que le aportó un nuevo sonido basado en armonías novedosas. Tucci y Castellanos congeniaron de inmediato y fueron quienes le sugirieron a Gardel un cambio mayor en su canto: que extendiera el registro de su voz hacia los tonos graves, para llegar a un barítono alto. Es con esa voz que el "zorzal criollo" registrará sus últimas y más célebres canciones.
Gardel pasó por un período de adaptación a la orquesta y las nuevas armonías de Tucci, pero cuando llegó el momento de formar el equipo de músicos que lo acompañaría en sus películas estadounidenses, lo llevó a Tucci como arreglador musical y director.
Las audiciones de Gardel tuvieron una excelente recepción en la importante comunidad latina de Nueva York, que en aquel entonces era de unas 500.000 personas, en una época en la que la población de origen latino en Estados Unidos era muy pequeña.
En 1934 filmó dos películas para la Paramount de Nueva York, Cuesta abajo y Tango en Broadway. Luego de ir a Francia por poco tiempo, a fines de 1934 volvió a Nueva York, actuando en la NBC y filmando el musical de la Paramount Cazadores de estrellas, junto a Bing Crosby, Richard Tauber y Ray Noble entre otros grandes.
En 1935 filmó dos películas más, El día que me quieras y Tango Bar, donde cantó sus éxitos más recordados.
En abril emprendió una gira que tenía como destinos Puerto Rico, Venezuela, Aruba, Curaçao, Colombia, Panamá, Cuba y México. En el curso de la misma, se produjo el accidente de avión que le costó la vida.

Fallecimiento: El 24 de junio de 1935 Carlos Gardel, junto con Alfredo Le Pera y sus guitarristas Barbieri y Riverol, fallecieron en el choque de dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del Aeropuerto Las Playas de la ciudad de Medellín (Colombia) luego llamado aeropuerto Olaya Herrera.  Solo hubo tres sobrevivientes: José María Aguilar, el profesor Plaja y Grant Flynt, funcionario de S.A.C.O.
Gardel fue enterrado primero en Medellín, pero luego Armando Defino su albacea, logró la repatriación del cuerpo. Para dicho fin, el féretro que contenía los restos mortales de Carlos Gardel debió realizar un largo recorrido que incluyó viajes en lomo de burro, carreta, tren y barco.
El cuerpo del malogrado cantor pasó por las poblaciones interiores de Colombia, luego fue a Panamá, se lo veló en Estados Unidos, y llegó finalmente a la Argentina en barco hacia 1936. Sus restos se hallan enterrados en el cementerio de la Chacarita de Buenos Aires.

Carlos Gardel - Palermo, Tango
http://www.youtube.com/watch?v=hfzvBknLB4A

Carlos Gardel - Almagro
https://www.youtube.com/watch?v=Nl4XDatPf2Y

martes, 24 de junio de 2014

Retrato del futuro...

Un cierto día, un pordiosero , un hombre al que a simple vista, se veía que la vida había castigado material y espiritualmente, al que parecía que no le podía ir peor, se acercó a la ventanilla de un poderoso auto, detenido por un semáforo:
-¡Patrón!¿ Podría prestarme 20 pesos para poder comer?
El bien vestido conductór le pregunta entonces:
-Pero, ¿ no te los vas a gastár en chupar, verdad?
-No señor, nunca en mi vida he bebido alcohol...
-Entonces, te los vas a gastár en tabaco?
-No señor, no fumo, ni nunca lo hice.
-Entonces, te los querés gastar jugando a los caballos con otros vagos???
-De ninguna manera, jamás apuesto en nada , ni lo he hecho nunca.
-O acaso,  Te lo gastarías en una bailanta???
-Imposible señor..nunca en mi vida he ido a una bailanta, es más no se bailar...
-Ya sé...se los pensás dar a una prostituta!!!!
-Jamás he tenido relaciones con ninguna mujer que no fuera mi única novia, convertida luego en esposa, hasta qué me abandonó.
-Entonces, tomá los 20 pesos..... pero vení a comer a casa; te invito a una comida casera y buena atención, y de paso, te ahorrás unos pesitos.
El pordiosero, aceptó gustosamente, y se subió al porsche del hombre.
En el camino ,le pregunta:
-Oiga Señor, Y no se enojará su señora al ver llegar a alguien como yo, y que se siente a la mesa a comer????
-Probablemente sí... -le contesta el rico-, pero valdrá la pena. Quiero ver su cara y su reacción, cuando se dé cuenta como termina un pobre infelíz que no TOMA, NO FUMA,NO JUEGA, NO BAILA, Y NI SIQUIERA ANDA CON PROSTITUTAS!!!

...Allá por el año '902...

ANGEL VARGAS - Corrientes y Esmeralda
http://www.youtube.com/watch?v=-wV1hnQvkZ0

Ejemplo de vida

Casi no ve, con la ayuda de su familia se recibió y hoy guía una juegoteca
Analía Zahra es psicóloga; sus padres y hermanas le leían los libros; ahora apoya a chicos con problemas visuales
Por Ángeles Castro

Analía Zahra tiene serios problemas visuales, pero una gran voluntad. Cuando decidió ingresar en la facultad para estudiar psicología no estaban difundidos los programas informáticos que transforman la palabra escrita en oral, ni los magnificadores de caracteres, ni la bibliotecas digitales, herramientas que hoy dan más autonomía a los estudiantes ciegos o con visión disminuida.
Los obstáculos no vencieron sus ganas de estudiar; tampoco, el afán familiar de que Analía se convirtiera en profesional, al igual que sus dos hermanas. No le resultó fácil, pero su esfuerzo personal -sumado al trabajo en equipo con sus padres, Ismael y Mirta, y sus hermanas- hizo que egresara con su título de grado de la Universidad del Salvador a los 27 años, hace ya trece. Hoy dirige la primera juegoteca inclusiva del gobierno porteño, en Almagro.
"Mis padres me leían las fotocopias y los libros de la facultad; yo, como algo veo de un ojo, iba armando mis propios apuntes en letra grande para luego repasar. Papá me transcribía en máquina de escribir los trabajos para presentar y hasta consiguió lo que fue un adelanto tecnológico para la época: una máquina de escribir eléctrica con tipografía más grande, y me tipeaba los resúmenes para que yo luego pudiera estudiar de ahí", relató Analía a LA NACION.

Nació en diciembre de 1973, como segunda hija de un hogar del barrio porteño de San Cristóbal. Padece de pliegues en la retina, una afección congénita que le dificulta la visión. Durante sus estudios primarios, en una escuela estatal, utilizó un telescopio de mano para poder ver el pizarrón y copiar lo que allí escribían. Las tareas le costaban más que a sus compañeros sin problemas visuales, pero igualmente las concretaba en tiempo y forma.
A los 12 años, recordó, sufrió un desprendimiento de retina en el ojo izquierdo, por lo que dejó de ver por completo de ese ojo. "El secundario lo hice en una escuela privada; en aquella época se asociaba al sector privado con una mejor calidad de educación. Me manejé con lentes-lupa para poder cursar y estudiar. Cuando el material para leer era mucho, ya me ayudaban mis padres y mis hermanas", dijo.
A diferencia de la primaria, de la que guarda buenos recuerdos, la secundaria no la disfrutó. "Si bien tenía un grupo de amigas, no la pasé bien, fue la etapa en la que más sentí la segregación; mis compañeras me cargaban por mi condición y yo sufría. Muchísimos años después, con algunas me reencontré por medio de Facebook y terminaron pidiéndome disculpas", describió.

Al terminar la escuela, llegó la pregunta: ¿y ahora qué? En la familia Zahra, explicó la joven, había que trabajar o estudiar. Con su dificultad a cuestas, para Analía la segunda opción resultó más atractiva. Hija de un padre odontólogo y de una madre docente, y con una hermana mayor que seguía la carrera del papá, ella eligió psicología. "Me interesaba poder entender las razones detrás de la conducta humana. Preferí una universidad privada porque, ya que iba a ser muy duro, al menos me ahorraba el año de ciclo básico común de la UBA", recordó.
Así, comenzó a cursar las 52 materias de Psicología en la Universidad del Salvador. El apoyo de su familia fue fundamental para que Analía pudiera avanzar en la lectura y estudio de la bibliografía y la confección de los trabajos prácticos. Si bien empezó a grabar algunas clases porque no podía seguir el ritmo de los profesores, la tarea posterior de desgrabación le provocaba más trastornos que soluciones.
Durante un año y medio contó también con la ayuda de una voluntaria de un banco de lectoras para ciegos y disminuidos visuales. Si bien tardó más que una persona con visión normal en leer, repasar y rendir, completó la carrera en 2001. "Hasta entonces me llevaban y me traían a todos lados, no andaba sola por la calle. No estaba en contacto con grupos de ciegos, no tenía idea de cómo buscar trabajo", confesó.

Mientras cursaba un posgrado, empezó a conectarse con el mundo de los no videntes y así llegó a las bolsas de empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación y de la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (Copidis) del gobierno porteño. Gracias a esta última, consiguió su primer trabajo en el call center de un banco privado, en 2005.
Entró en contacto con la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC) y allí conoció a una empleada del programa de Juegotecas del gobierno de la ciudad (ver aparte). "Tuvimos una entrevista con los responsables y, en pocos meses, pudimos abrir en el edificio de la BAC la primera juegoteca adaptada para chicos con discapacidad visual", narró.
Analía sonríe al describir lo que para ella significa: "Es una buena oportunidad para dar a los chicos con problemas como el mío la posibilidad de inclusión que a mí me costó tanto y resolver también inquietudes de los padres".

Un espacio para los pequeños
¿Qué son las juegotecas?
Son espacios de juego para niños y niñas de entre 2 y 13 años, que supervisa un equipo interdisciplinario

¿Cuántas hay?
La Ciudad habilitó 21 juegotecas, en instituciones de diversos barrios.
Consultas por las líneas 4300-8675/8649 / 7974

Juegoteca inclusiva
Se abrió en la Biblioteca Argentina para Ciegos (E-mail: juegotecabac@gmail.com)

Lunes 23 de junio de 2014 | Publicado en edición impresa.

sábado, 21 de junio de 2014

Las gemas POP de Arturito.....

Barry White - Can't get enough of your love baby
http://www.youtube.com/watch?v=x0I6mhZ5wMw

VITAMINA E

Es un grupo de 8 vitaminas solubles en grasa que ayudan a prevenir el estrés oxidativo del cuerpo y a preservar otras vitaminas. Las cantidades adecuadas de vitamina E pueden ayudar a protegernos contra las enfermedades cardíacas, el cáncer y daños oculares relacionados con la edad (degeneración macular).
Por el contrario, un exceso de vitamina E consumida a través de los suplementos, puede conducir a sangrado excesivo o hemorragias.
La vitamina E obtenida por los alimentos se considera segura y saludable. La cantidad diaria recomendada de vitamina E es de 20 mg.
Entre los beneficios para la salud que nos ofrece la vitamina E, encontramos los siguientes:

Reducción del riesgo de enfermedades cardíacas: La vitamina E ayuda a prevenir enfermedades del corazón, mediante la inhibición de la oxidación de lipoproteínas de baja densidad (LDL), el colesterol y, ayuda a prevenir los coágulos sanguíneos que pueden conducir a un ataque cardíaco .

Reducción del riesgo de cáncer: La vitamina E puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer, al actuar como un antioxidante y prevenir la formación de las nitrosaminas cancerígenas que se forman en el estómago.

Prevención de la degeneración macular: Al menos un estudio ha demostrado que la ingesta adecuada de vitamina E, reduce el riesgo de lesiones oculares relacionadas con la edad.

Alivio de la inflamación crónica: Estudios preliminares muestran que la vitamina E puede ayudar a mediar en la respuesta inflamatoria.

Menor riesgo de demencia (deterioro cognitivo): Los resultados preliminares han mostrado que niveles elevados de vitamina E pueden tener un efecto protector sobre la función mental relacionada con la edad.

Menor riesgo de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica): Tomar suplementos de vitamina E puede ser beneficioso para suprimir la coagulación de la sangre y, el riesgo de coagulación.

Vitamina E en alimentos de origen animal
La vitamina E principalmente la encontramos en alimentos de origen vegetal, aunque también la podemos encontrar en algunos alimentos de origen animal como la yema de huevo.

Vitamina E en alimentos vegetales
Las semillas de girasol son una excelente opción para picar entre horas o como guarnición de ensaladas y sopas. Éstas semillas son una buena fuente de vitamina E.
El pimentón dulce y el pimentón picante son dos buenas opciones para añadir a nuestros platos, ya que nos proporcionan una buena cantidad de vitamina E.
Las almendras se pueden comer crudas, pero también se puede encontrar como mantequilla de almendras y leche de almendras. Son una buena opción para adquirir vitamina E.
Los piñones los podemos comer crudos al igual que las almendras, pero también como parte de salsa como el pesto o como complemento para ensaladas.
Las hierbas aromáticas como la albahaca y el orégano pueden formar parte de muchos platos de nuestro menú, como por ejemplo, en las salsas, pasta, pizzas, ensaladas y sándwiches y también nos aportan vitamina E. Otras hierbas aromáticas con alto contenido de vitamina E incluyen: la salvia, el tomillo, el perejil y el comino.
Las aceitunas verdes se pueden comer en muchos platos y solas. Son una delicia para el paladar. Las podemos encontrar en salsas de pasta, pizzas, ensaladas, en panes o solas para acompañar a nuestra bebida en el aperitivo. Son una buena fuente de vitamina E.
Las espinacas cocidas son excelentes para los guisos, lasañas o como plato único. Al igual que la raíz de taro cocida (que es más común en el mercado asiático), es una gran fuente de vitamina E.

 Otros alimentos ricos en vitamina E son: el aceite de germen de trigo, las avellanas, el aceite de linaza, el aceite de canola, el aceite de maíz, el brócoli, el aceite de soja, los pistachos, las nueces, los pimientos, los kiwis, el mango, los tomates, los espárragos y los calabacines.

Informe: Dra. Adriana Andrada

Los transgénicos son una bomba atómica con vida propia

La doctora en genética molecular Elena Álvarez-Buylla batalla en contra de los cultivos genéticamente modificados: "Somos sujetos de un experimento global, sin control ni consentimiento", asegura. Este riesgo "sólo se justifica por las ganancias privadas de las grandes corporaciones", afirma.
Una prestigiosa revista publicó en septiembre de 2012 un estudio del francés Gilles-Eric Séralini que relacionaba el consumo de maíz transgénico con la formación de tumores. Un año después, la revista que publicó el trabajo le exigió su retirada. Ese desacreditado trabajo ha acentuado las suspicacias sobre las sentencias definitivas a favor o en contra de la modificación genética de semillas. En España las voces discrepantes se relacionan con ambientalistas mientras que los apoyos a esta tecnología se ligan a científicos.
La mexicana Elena Álvarez-Buylla se sale de ese modelo. Y está orgullosa de ello. Doctora en genética molecular y coordinadora del laboratorio de Genética Molecular del Desarrollo de la Universidad Autónoma de México –y con 106 publicaciones científicas a sus espaldas– no esconde su batalla personal contra estos cultivos.
Hay analistas que aseguran que hay un consenso internacional científico sobre los transgénicos, que no existen diferencias entre unos alimentos y otros…
Es totalmente falso que los transgénicos sean iguales a los silvestres. Hay evidencias que indican que, por ejemplo, la soja transgénica es nutricionalmente distinta, además de que la mayoría se rocía con grandes cantidades de glifosato –un agrotóxico– que penetra en las células y es nocivo para la salud. Y nos lo estamos comiendo. Estamos siendo sujetos de un experimento global sin controles y sin consentimiento, el experimento de una tecnología incipiente y a la vez obsoleta que, por razones científicas, tendría que ser suspendida.

¿En qué sentido?
Teniendo en cuenta los datos científicos y el puro sentido común, los organismos transgénicos no pueden ser iguales a los no transgénicos. Es una falsedad asegurar que un organismo puede ser equivalente después de que le introduzcas un solo transgen. Una pequeña perturbación en sistemas complejos, como un ser vivo, tiene consecuencias que no se pueden enumerar. Y mucho menos predecir las consecuencias en las interacciones con otros genes y la síntesis de muchas sustancias. El efecto de un gen (o un transgen) depende no sólo de sí mismo, sino de sus interacciones con otros genes y proteínas, y de la interacción del organismo transgénico con el ambiente.

¿De qué tipo de consecuencias habla?
Hay plantas que presentan moléculas distintas, no asociadas al gen producido sino a otros genes, los que se han alterado a su vez por esta modificación. Pero, además, el maíz o la soja están incorporando a sus células el herbicida al que son resistentes por la modificación genética. El glifosato –está probado– es un teratógeno (que produce malformaciones en el feto) y es posiblemente cancerígeno. Las plantas resisten ese veneno y lo incorporan, por lo que pasa a la cadena alimenticia.
¿También hay consecuencias para el medio ambiente?
Basta con que les vayan a preguntar a los agricultores americanos cuánto se están gastando ahora mismo en controlar las supermalezas que han crecido en las explotaciones de transgénicos que, después de muchos años, se han hecho resistentes al glifosato, al herbicida. Los organismos evolucionan y ya hay variedades de maleza que aguantan los herbicidas. Ahora amenazan con transgénicos que resisten a múltiples agrotóxicos; algunos aún más tóxicos que el glifosato.
Es totalmente falso que no haya diferencias entre un alimento transgénico y otro que no lo es.

¿Por qué defiende que se trata de una tecnología inútil?
La llamo pseudotecnología. Las variedades que comercializan las corporaciones se obtienen por ensayo-error. Es como si al vender un coche dijeran: "Prueba este… Ah no, no va. Toma otro".
Se eligen las porciones de ADN que se quieren inocular en la planta y se colocan en diversos puntos de la cadena de ADN. Luego se ve cómo se desarrollan los ejemplares en el laboratorio, qué efecto ha tenido. ¿Cómo se analizan las plantas? A ojo. No con un estudio metabólico exhaustivo que sí podría revelar alteraciones aunque no estén, en teoría, implicadas en el gen que se ha modificado. Porque las redes que hacen interactuar los genes de un organismo son muy complejas. No son corto y pego, y ahí se queda el efecto. Rebotan por donde nadie se imagina.

¿Entonces qué es lo que sale de los laboratorios?
La empresa selecciona lo que quiere en esas condiciones de laboratorio. Desarrolla una línea para vender, la diferente de la silvestre. Pero los genes se mueven en el polen a miles de kilómetros de distancia. Por eso lo que se haga en España afectará a los vecinos. Lo que se hizo en Estados Unidos ya contaminó el centro de origen del maíz mundial, que está en México. El polen viaja y hace germinar con su gen transgénico.
El contexto alrededor y las interacciones de esas plantas son ya diferentes. Con lo que las plantas que contengan el gen modificado por la empresa ya no serán como cuando se han producido en el laboratorio. Las hijas de esa planta llevarán ese transgen. Se irán acumulando transgenes. Está demostrado que no se pueden parar y controlar. Los transgenes se mueven y se acumulan en las razas nativas de los cultivos.

Tal y como usted lo plantea, es una ‘contaminación’ imparable.
La propia industria ha reconocido que lo poderoso de esta tecnología es que se va a implantar sin esfuerzo y cuando la gente se dé cuenta ya no va haber nada que hacer. Las secuencias genéticas patentadas se acaban acumulando en los cultivos originales. Y entonces, las empresas podrían hasta demandar a esos agricultores por utilizar una variedad sobre la que tienen una patente de exclusividad. Aunque sea el maíz nativo que esté contaminado.
De hecho, cuando se compra semilla transgénica estás obligado a destruir lo que no utilices en la cosecha. El único que tiene derechos sobre la reproducción de vegetal de esa semilla es la corporación. No se puede ni utilizar las semillas obtenidas con la cosecha.

¿Usted asegura que se asumen riesgos sólo para favorecer el negocio?
Claro. La gente está siendo sujeta a este riesgo público a favor de las ganancias privadas. Porque eso es lo único que hay detrás, de verdad. Existe por razones de lucro. ¿Queremos tirar la bomba atómica a ver qué pasa? Esto es una bomba atómica pero con vida propia. Es una contaminación que va atener su propia dinámica evolutiva y a los responsables de este crimen contra la humanidad no se les va a poder pedir cuentas.

¿Por qué?
Pues de entrada porque no se está etiquetando en la mayoría de los países latinoamericanos. En Europa sí, en el caso de que sea para alimento humano directo.

Raúl Rejón
Entrevistas, Medio Ambiente, Salud