Arturito Búsquedas

martes, 20 de julio de 2010

¡FELIZ DÍA DEL AMIGO!

A la memoria de todos esos seres maravillosos, que el destino quiso se fueran rápido porque no eran para este loco, este loquísimo mundo.
Rafael; José; Juan Carlos; Ulises; Rolando, y Oscar
que me honraron con su sincera y noble amistad...

A la salud de esos otros tantos amigos de fierro, con quien hemos compartido; compartimos, y seguiremos compartiendo los claroscuros de la vida...

lunes, 19 de julio de 2010

Los caminos del corazón

“Los caminos del corazón"

Cada camino es uno entre un millón.
Por ende, no hay que olvidar que un camino no es más que eso.
Si piensas que no debes seguirlo, no te quedes en él bajo ninguna circunstancia.
Un camino no es más que un camino.
Que lo abandones cuando tu corazón así te lo indique no significa ningún desaire a ti mismo ni a los demás.
Pero tu decisión de seguir esa senda o apartarte de ella no debe ser producto del temor ni la ambición.
Te advierto: examina cada camino atentamente. Pruébalo tantas veces como te parezca necesario.
Luego hazte esta pregunta: ¿Tiene corazón este camino?
Todos los caminos son iguales, no llevan a ningún lado. Atraviesan la maleza, se internan o van por debajo de ella.
Si ese camino tiene corazón, entonces es bueno. De lo contrario, no te servirá de nada.

de "Las enseñanzas de Don Juan”,
de Carlos Castaneda
(Texto seleccionado y aportado por la Sra. Noemí Fraerman)

Computadora querida...

Compu que me hiciste mal
y sin embargo te quiero;
porque sos el archivero
de mi berretín fatal.

Cuando cumpliendo el ritual
me aproximo al monitor,
disimulando el temor
que medio me paraliza,
con mi alma casi sumisa
me encomiendo al hacedor.

Astuta, cruel, despiadada,
en tu configuración,
anida un gran culebrón
o la serpiente enroscada.

Artera, vil y taimada;
apenas algún indicio
en tu página de inicio
me hace vislumbrar un sueño,
algún ícono pequeño
me revela el estropicio.

Vos estás en el jet set
y eso te ha vuelto perversa;
en cambio yo, soy un mersa
que no navega Internet.

Te pongo algún disquette,
tu luminosa pantalla
la que, entre nos, es la valla
que me tiene "a mal llevar",
me dice que no ha lugar
y que hay algo que falla.

Entre tus campos magnéticos
yo cultivo la ignorancia;
mientras vos con arrogancia,
frustrás sueños cibernéticos.

Con tus avances frenéticos,
te has hecho mucho cartel;
gente de un alto nivel
mece su sueño a tu arrullo;
a tu lao cualquier piguyo
se siente Carlos Gardel.

Si recurro a tus archivos
rastreando algún viejo verso,
me empiojan todo el esfuerzo
tus cuadros explicativos.

Me suelo poner muy chivo,
si la búsqueda fracasa;
A quién me quejo, a la NASA,
o a IBM, que te creó?
La pucha que te tiró....
cuánto mambo... qué te pasa?

Si intento escribir en Word,
me hablás de configurar
la vista preliminar
a través del monitor.

Por ¡ay! el ser payador,
me marca perfil muy bajo;
es acaso mi legajo
nada digno de tu estirpe?
Pues, permitime decirte
que te vayas al carajo.

Cuando selecciono todo
y te señalo el copiar,
ya si lo quiero pegar,
te falla algún electrodo.

Renegando codo a codo,
sos para mí un gran dilema;
pero dentro de tu esquema,
descubrí un endeble flanco:
oí decir en un banco
que se te cae el sistema.

Sos rebelde, casquivana,
me complicás el trabajo;
no sé para qué carajo
sirve tu nueva ventana.

Otra cosa que me gana
es el embrollo infernal de la letra,
y no es casual
que no acierte ni por broma.
Si yo te ordeno "tahoma"
vos escribís en "arial".

Párrafo y numeración
me suelen poner mufado,
y los bordes y sombreado
son una conjuración.

Si me meto en edición,
con lo de borrar, buscar,
seleccionar, reemplazar,
la cosa es mucho más dura;
de repetir escritura
es preferible ni hablar.

Vos sos la loba feroz
y yo el manso corderito,
y en tu complejo infinito
no logro captar tu argot.

Gran hija de "Microsoft",
me hacés delirar de bronca,
pero en el bulín, quien ronca,
soy yo, y entendelo bien:
que vuelvo a la Sylvapen
y te arrumbo en algún jonca.

Tu irreverencia me ultraja,
pero guarda con la proa,
que si me hundís la canoa
te labrarás tu mortaja.

Ajustáte bien la faja
porque el tratamiento cruel
que llevás a flor de piel
bien puede hacer que me mufe,
que agarre, te desenchufe
y andá... ¡¡cantale a Gardel!!

Enfermedades del aparato respiratorio

Neumonía
La neumonía, pulmonía o neumonitis es una enfermedad infecciosa e inflamatoria que consiste en la infección de los espacios alveolares de los pulmones. La neumonía puede afectar a un lóbulo pulmonar completo (neumonía lobular), a un segmento de lóbulo, a los alvéolos próximos a los bronquios (bronconeumonía) o al tejido intersticial (neumonía intersticial). La neumonía vuelve al tejido que forma los pulmones, que se ve enrojecido, hinchado y se torna doloroso. Muchos pacientes con neumonía son tratados por los médicos de cabecera y no se ingresan en los hospitales; esto es lo que se denomina Neumonía adquirida en la comunidad (NAC) o Extrahospitalaria. La Neumonía nosocomial (NN) es la que se adquiere durante la estancia hospitalaria después de las 48 horas del ingreso del paciente por otra causa.
La neumonía puede ser una enfermedad grave si no se detecta a tiempo y puede llegar a ser mortal, especialmente entre personas de edad avanzada y entre los inmunodeprimidos. En particular los pacientes de SIDA contraen frecuentemente la neumonía por Pneumocystis. Las personas con fibrosis quística tienen también un alto riesgo de padecer neumonía debido a que continuamente se acumula fluido en sus pulmones.

Fisiopatología
Neumonías infeccciosas
• Neumonía bacteriana
• Neumonía vírica
• Neumonía por hongos
• Neumonía por parásitos
• Neumonía atípica
• Neumonía adquirida en la comunidad
• Neumonía asociada a ventilación mecánica
• Síndrome agudo respiratorio

Neumonías causadas por agentes infecciosos o no infecciosos
• Neumonía aspirativa
• Neumonía lipoidea
• Neumonía eosinófila
• Bronquiolitis obliterante con neumonía organizativa

Neumonías no infecciosas
• Neumonía química

Los síntomas de la neumonía son causados por la invasión del pulmón por microorganismos y por la respuesta inmune del huésped. Aunque multitud de microorganismos pueden causar neumonía, en la práctica sólo unos pocos son los responsables de la mayoría de los casos. La causa más común de neumonías son los virus y las bacterias. Las neumonías debidas a hongos y parásitos son menos comunes. En las edades extremas (niños y ancianos) se puede producir un patrón especial de neumonía, llamada neumonía multifocal, la cual se caracteriza por una consolidación exudativa en diferentes áreas del parénquima pulmonar.

Virus
Los virus necesitan invadir las células para su reproducción. Normalmente los virus llegan al pulmón a través del aire siendo inhalados por la boca o la nariz. Una vez en el pulmón, los virus invaden las células de revestimiento de las vías aéreas y los alvéolos. Esta invasión a menudo conduce a la muerte celular, ya sea directamente o por medio de apoptosis. Cuando el sistema inmune responde a la infección viral provoca más daño pulmonar. Las células blancas, principalmente los linfocitos, activan una variedad de mediadores químicos de inflamación como son las citoquinas que aumentan la permeabilidad de la pared bronquio alveolar permitiendo el paso de fluidos. La combinación de destrucción celular y el paso de fluidos al alvéolo empeora el intercambio gaseoso.
Además del daño pulmonar, muchos virus afectan a otros órganos y pueden interferir múltiples funciones. La infección viral también puede hacer más susceptible al huésped a la infección bacteriana.
Las neumonías virales son causadas principalmente por el virus de la gripe, virus sincitial respiratorio, adenovirus. El Herpes es una causa rara de neumonía excepto en recién nacidos. El citomegalovirus puede causar neumonía en inmunodeprimidos.

Clasificación
Las neumonías pueden clasificarse:
• En función del agente casual: neumocóccica, neumonía estafilocócica, neumonía por Klebsiella, por Legionella, entre otros. Se trata de una clasificación poco operativa desde el punto de vista clínico
• Por el tipo de afectación anatomopatológica: neumonía lobar, neumonía multifocal, neumonía necrotizante, (absceso pulmonar) y neumonía intersticial.

• Las clasificaciones más importantes se hacen en
o Función del huésped:
 Neumonías en pacientes inmunocompetentes
 Neumonías en pacientes inmunodeprimidos

o Función del ámbito de adquisición:
1. Adquiridas en la comunidad (o extra-hospitalarias). Las más típicas son la neumonía neumocóccica, la neumonía por Mycoplasma y la neumonía por Chlamydia. Se da en 3-5 adultos por 1.000/año con una mortalidad entre 5-15 %
2. Neumonías hospitalarias o nosocomiales. Presentan mayor mortalidad que la neumonía adquirida en la comunidad. En el hospital se da la conjunción de una población con alteración de los mecanismos de defensas, junto a la existencia de unos gérmenes muy resistentes a los antibióticos, lo que crea dificultades en el tratamiento de la infección.

Clasificación pronóstica
Existen dos clasificaciones pronósticas de la neumonía o pulmonía:
• Clasificación de Fine (pneumonia severity index o PSI)
• Clasificación FALTA

Causas
La neumonía puede ser causada por varios agentes etiológicos:
• Múltiples bacterias, como Neumococo (Streptococcus pneumoniae), Mycoplasmas y Chlamydias
• Distintos Virus
• Hongos, como Pneumocystis jiroveci
En recién nacidos las neumonías suelen ser causadas por: Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus y ocasionalmente bacilos gram negativos. En lactantes (niños de 1 mes a 2 años) y preescolares (niños de 2 años a 5 años): el principal patógeno bacteriano es el Streptococcus pneumoniae, además ocasionalmente es causada por la Chlamydia trachomatis y por el Mycoplasma pneumoniae. En niños mayores de 5 años: Streptococcus pneumoniae y Mycloplasma pneumoniae. En inmunocomprometidos: bacterias gram negativas, Pneumocystis jiroveci, citomegalovirus (CMV), hongos, y Micobacterium tuberculosis. En ocasiones se puede presentar neumonías por bacterias anaeróbicas, en el caso de personas que tienes factores de riesgo para aspirar contenido gástrico a los pulmones, en este caso hay un riesgo significativo de aparición de abscesos pulmonares. En las neumonías nosocomiales: Pseudomonas aeruginosa, hongos y Staphylococcus aureus. En personas adultas: Streptococcus pneumoniae y virus influenza. en los Casos de neumonía atípica: virus, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia pneumoniae.

Signos y Síntomas
Los siguientes síntomas pueden estar relacionados con la enfermedad:
• Generalmente, es precedida por una enfermedad como la gripe o el catarro común.
• La Fiebre prolongada por más de tres días, en particular si es elevada.
• La frecuencia respiratoria aumentada: recién nacidos hasta menos de 3 meses >60 por minuto, lactantes >50 por minuto, Preescolares y escolares >40 por minuto, adultos >20 por minuto.
• Se produce un hundimiento o retracción de las costillas con la respiración que se puede observar fácilmente con el pecho descubierto.
• Las fosas nasales se abren y se cierran como un aleteo rápido con la respiración. (principalmente se da en niños)
• Quejido en el pecho como asmático al respirar.
• Las personas afectas de neumonía a menudo tienen tos que puede producir una expectoración de tipo muco-purulento (amarillenta), fiebre alta que puede estar acompañada de escalofríos. Limitación respiratoria también es frecuente así como dolor torácico de características pleuríticas (aumenta con la respiración profunda y con la tos). También pueden tener hemoptisis (expectoración de sangre por la boca durante episodios de tos) y disnea. Suele acompañarse de compromiso del estado general (Anorexia, Astenia y Adinamia).
• Al examen físico general es probable encontrar taquicardia, taquipnea y baja presión arterial, ya sea sistólica o diastólica.
• Al examen físico segmentario, el síndrome de condensación pulmonar es a menudo claro; a la palpación: disminución de la expansión y de la elasticidad torácica y aumento de las vibraciones vocales. A la percusión: matidez. A la auscultación: disminución del murmullo pulmonar, crepitaciones y/o soplo tubario.
• El paciente infantil tiene la piel fría, tose intensamente, parece decaído, apenas puede llorar y puede tener convulsiones, se pone morado cuando tose, no quiere comer (afagia), apenas reacciona a los estímulos. El cuadro es similar en el paciente adulto.
• En adultos sobre 65 años es probable una manifestación sintomática muchísimo más sutil que la encontrada en personas jóvenes.

Tratamiento
La mayoría de los casos de neumonía puede ser tratada sin hospitalización. Normalmente, los antibióticos orales, reposo, líquidos, y cuidados en el hogar son suficientes para completar la resolución. Sin embargo, las personas con neumonía que están teniendo dificultad para respirar, las personas con otros problemas médicos, y las personas mayores pueden necesitar un tratamiento más avanzado. Si los síntomas empeoran, la neumonía no mejora con tratamiento en el hogar, o se producen complicaciones, la persona a menudo tiene que ser hospitalizada.
Los antibióticos se utilizan para tratar la neumonía bacteriana. En contraste, los antibióticos no son útiles para la neumonía viral, aunque a veces se utilizan para tratar o prevenir las infecciones bacterianas que pueden ocurrir en los pulmones dañados por una neumonía viral. La elección de tratamiento antibiótico depende de la naturaleza de la neumonía, los microorganismos más comunes que causan neumonía en el área geográfica local, y el estado inmune subyacente y la salud del individuo. El tratamiento de la neumonía debe estar basada en el microorganismo causal y su sensibilidad a los antibióticos conocidos. Sin embargo, una causa específica para la neumonía se identifica a sólo el 50% de las personas, incluso después de una amplia evaluación. En el Reino Unido, amoxicilina y claritromicina o eritromicina son los antibióticos seleccionados para la mayoría de los pacientes con neumonía adquirida en la comunidad; pacientes alérgicos a penicilinas se dan la eritromicina en vez de amoxicilina. En América del Norte, donde la "atípica" formas de neumonía adquirida en la comunidad son cada vez más común, azitromicina, claritromicina, y las fluoroquinolonas han desplazado a amoxicilina como tratamiento de primera línea. La duración del tratamiento ha sido tradicionalmente de siete a diez días, pero cada vez hay más pruebas de que los cursos más cortos (tan corto como tres días) son suficientes. [9] [10] [11]
Entre los antibióticos para la Neumonía adquirida en el hospital se pueden incluir la vancomicina, tercera y cuarta generación de cefalosporinas, carbapenemas, fluoroquinolonas y aminoglucósidos. Estos antibióticos se suelen administrar por vía intravenosa. Múltiples antibióticos pueden ser administrados en combinación, en un intento de tratar todos los posibles microorganismos causales. La elección de antibióticos varía de un hospital a otro, debido a las diferencias regionales en los microorganismos más probables, y debido a las diferencias en la capacidad de los microorganismos a resistir a diversos tratamientos antibióticos.
Las personas que tienen dificultad para respirar debido a la neumonía puede requerir oxígeno extra. Individuos extremadamente enfermos pueden requerir de cuidados intensivos de tratamiento, a menudo incluyendo intubación y ventilación artificial.
La neumonía viral causada por la influenza A pueden ser tratados con amantadina o rimantadina, mientras que la neumonía viral causada por la influenza A o B puede ser tratado con oseltamivir o zanamivir. Estos tratamientos son beneficiosos sólo si se inició un plazo de 48 horas de la aparición de los síntomas. Muchas cepas de influenza A H5N1, también conocida como influenza aviar o "gripe aviar", han mostrado resistencia a la amantadina y la rimantadina. No se conocen tratamientos eficaces para las neumonías viral causada por el coronavirus del SRAS, adenovirus, el hantavirus, o parainfluenza virus.

Diagnóstico
El diagnóstico de neumonía se fundamenta tanto en la clínica del paciente como en resultado de Rx. Generalmente se usan la Rx de tórax (postero-anterior y lateral), analítica sanguínea y cultivos microbiológicos de esputo y sangre. La Rx de tórax es el diagnóstico estándar en hospitales y clínicas con acceso a Rx.
En personas afectadas de otras enfermedades (como SIDA o Enfisema) que desarrollan neumonía, la Rx de tórax puede ser difícil de interpretar. Un TAC u otros test son a menudo necesarios en estos pacientes para realizar un diagnóstico diferencial de neumonía

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Neumon%C3%ADa"
Categorías: Neumonía | Enfermedades del aparato respiratorio | Enfermedades infecciosas

Corría el '97...

Luciérnaga del corazón

No te asombres si te digo
a la luz de lo que siento,
te imagino entre mis brazos
aquí, ahora y todo el tiempo.

La razón perdió su rumbo
invadida por tu ángel,
amarte es la cuestión
aquí, allá y en todas partes.

Olvida el mundo si me amas,
luciérnaga del corazón,
infunde tu amor a mi vida,
valora mi humilde pasión.

Ámame sin miramientos,
reflejame en tu interior,
irradia tu luz divina,
luciérnaga del corazón.

Cautivante doblegaste,
uno a uno mis sentidos,
atenuando el dolor,
dando altura a mi destino.

En tu amor fiel y sereno
se hacen realidad los sueños,
no te asombres si te digo
amor puro por ti siento.


ARTURO ARIAS TERCEIRO - DIEGO CARBONI
21 de noviembre de 1997