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sábado, 31 de marzo de 2018

Milonga del 71

Vitale / Baraj / González
https://youtu.be/Hdv616T6blk

HISTORIA DE LA PASCUA

a) La Pascua judía: Las fiestas principales judías eran Pascua, Pentecostés y Tabernáculos, cuya celebración se basaba en acontecimientos anualmente esperados por agricultores y ganaderos, relacionados desde siempre con Dios y, más tarde, con algunos hechos salvíficos históricos. De estas tres fiestas, la de la Pascua era la más antigua e importante de Israel. Recordemos que la palabra griega pascha (en castellano pascua) es traducción del arameo phasha y del hebreo pesah, que significan «paso» o «tránsito». Así se emplea en el evangelio de San Juan (13,1): "Habiendo llegado la hora de pasar de este mundo al Padre...". Naturalmente, el «paso» pascual significado no es cambio de lugar, sino transformación de existencia. Es existir de un modo nuevo.
Así como para los agricultores el comienzo del año era en otoño, para los nómadas empezaba en primavera. En todo caso, en Pascua florecían las primeras espigas, con cuya harina se obtenían los panes ázimos, es decir, los panes sin la levadura vieja perteneciente a la cosecha anterior. Además, coincidiendo con el florecimiento del desierto, las ovejas tienen sus crías. La noche pascual tuvo su origen en la luna llena de primavera, momento en que los pastores se despedían con una comida (cordero, hierbas amargas, pan ázimo), dispuestos a cambiar de lugar de pastos (vestido ceñido, sandalias y bastón). Precisamente cuando los judíos preparaban sus panes ázimos para ofrecerlos a Yahvé, tuvo lugar el paso del ángel del Señor para salvar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.
La Pascua judía era celebrada desde sus orígenes con una comida. A los panes ázimos se añadió el rito del sacrificio y banquete de un cordero. Así se recordaría anualmente la pascua del Señor, la liberación del pueblo. El acontecimiento del éxodo de Israel y su salida de Egipto hacia la tierra prometida se conmemoró mediante la institución pascual o el memorial de liberación: salida hacia la libertad, final de la antigua existencia y donación de nueva vida. Celebrada por las tribus en su lugar de asentamiento, la Pascua se restringió más tarde a Jerusalén y al Templo, convertidos en lugares de peregrinación. En tiempos de Jesús, la Pascua era la fiesta más importante de los judíos. Según Ex 12 y Dt 16, la Pascua es el «paso de Dios» para salvar a su pueblo de la esclavitud y llevarlo a la libertad. Según una tradición judía, la Pascua era asimismo aniversario de la creación.
El rito fundamental de la Pascua era la cena en familia o en fraternidad, a base de cordero (signo de la compasión de Dios), pan ázimo (miseria sufrida), hierbas amargas (esclavitud) y salsa roja (trabajos forzados en Egipto). Se conmemoraba la liberación de la servidumbre de Egipto, la alegría por la libertad adquirida y la espera de la venida salvadora del Mesías. Las muchedumbres se agolpaban en Jerusalén. Los padres de familia iban oportunamente al templo con su correspondiente cordero para ser degollado en la parasceve (preparación) por un sacerdote. Era noche de rebelión y de «cuchillos largos» o de espadas. Pero, sobre todo, noche de esperanza escatológica en la liberación definitiva que llevaría a cabo el Mesías.

b) La Pascua de Cristo: El evangelio de Juan alude a tres pascuas de Cristo: la que coincide con la expulsión de los mercaderes (Jn 2,12-22), la que pone de relieve el tema del pan (Jn 6) y la de la acogida triunfal de Jesús, coincidiendo con el día en que se escogían los corderos pascuales (Jn 12ss), para manifestar que Jesús es el verdadero «cordero de Dios que quita el pecado del mundo». La palabra «pascua», en el NT, equivale a la fiesta de la Pascua o de los Azimos, a la cena pascual y al cordero pascual. La pasión de Jesús se desarrolla en un contexto pascual, ya que en ese tiempo tuvo lugar la última cena de Jesús, su prendimiento, su interrogatorio y su condena. Según los sinópticos, Jesús fue condenado en la noche de Pascua y crucificado al día siguiente. La última cena de Jesús fue pascual (Mc 14,12-26 par). En cambio, según San Juan, todos estos acontecimientos tuvieron lugar veinticuatro horas antes (Jn 18,28; 19,14), ya que Jesús murió cuando se degollaban los corderos de Pascua, en la tarde del 14 de Nisán. Los sinópticos ponen de relieve que la última cena es la Pascua nueva. Juan acentúa que Jesús es el nuevo cordero.
Hoy se interpreta que la última cena de Jesús fue banquete, con los gestos del ritual judío de la comida, es decir, «bendición» del pan y «acción de gracias» por el vino después de haber cenado. Los relatos de la eucaristía omiten la descripción del ritual judío y ponen el énfasis en esos dos gestos. Fue también cena de despedida de Jesús antes de la entrega. Todas las comidas de Jesús eran «buena noticia» que hacían presente ya, aunque no en su plenitud, el banquete escatológico del reino de Dios. Jesús comió con los pobres, reconcilió en la mesa a pecadores y cenó diariamente con sus discípulos. La última cena tuvo un relieve especial. Los cuatro relatos de la institución son adaptaciones litúrgicas de las palabras y acciones de Jesús en la última cena. En realidad no cuentan lo que Jesús hizo, sino cómo celebraban los primeros cristianos y qué sentido tiene la eucaristía. Los cuatro relatos coinciden en señalar lo que Jesús hizo y difieren en precisar lo que dijo. Jesús se compara a sí mismo con el pan (cuerpo) y el vino (sangre). Según la antropología semita, el hombre es «carne»; la sangre era para los hebreos «sustancia de la vida». El término «cuerpo», en contraste con «espíritu», se emplea para referirse a toda la persona. Está en conexión con el pan; la sangre apunta a la muerte violenta.
Los dos gestos judíos de Jesús en la última cena pascual manifiestan el relieve eucarístico de la Pascua cristiana. Hay una bendición sobre el pan y la copa; se ofrece el pan partido y la copa de vino, y se acompaña esta entrega con palabras significativas y eficaces. Uno de estos gestos, el de la fracción del pan, dará nombre a la eucaristía, denominada por Pablo «Cena del Señor».

c) La Pascua cristiana: Es posible que desde los primeros orígenes cristianos hubiese una celebración específica pascual cada año. Recordemos que el domingo, día del Señor, fue fiesta pascual semanal. Pero no es fácil precisar cuándo se hizo el tránsito de la pascua semanal a la pascua anual. Algunos aseguran que antes del año 50 se celebraba una vigilia pascual en las Iglesias de Roma, Corinto, Asia Menor y Jerusalén; incluso hay quienes piensan que la Segunda Carta de Pedro es una homilía pascual pronunciada en Roma y dirigida a los cristianos de entonces como una especie de primera encíclica. Son meras hipótesis. Lo cierto es que desde finales del siglo Il la Pascua anual es la fiesta más importante de la Iglesia. De hecho, hubo en ese siglo, con respecto a la Pascua, dos corrientes que originaron una tensa controversia. La corriente oriental defendía que la Pascua debía celebrarse el Viernes Santo, al atardecer, con una eucaristía. La corriente occidental pensaba que había de festejarse en las primeras horas del domingo siguiente a ese viernes. A finales del mencionado siglo, por decisión del papa Víctor, se impuso la tradición romana, y empezó a celebrarse la Pascua el Domingo de Resurrección. El concilio de Nicea del año 325 determinó que ese domingo fuera el siguiente a la luna llena del equinoccio de primavera (entre el 22 de marzo y el 25 de abril).
Desde entonces, la celebración de la Pascua anual en toda la Iglesia fue ruptura del ayuno previo mediante la comida fraternal y eucarística; memorial de la pasión, es decir, de la muerte y resurrección del Señor o del triunfo de Cristo sobre la muerte y su retorno al Padre; vigilia nocturna con la comunidad despierta, a la espera del retorno del Señor. La celebración culminaba, pues, con la eucaristía de la madrugada del domingo, a la que pronto precedió el bautismo de los catecúmenos adultos.
La razón de la importancia cristiana de la Pascua es obvia: la fe cristiana es fe en la muerte y resurrección del Señor, o Pascua de Cristo; por consiguiente, el misterio pascual es el centro del cristianismo, de la Iglesia, de la acción pastoral y de la vida espiritual cristiana. Por estas razones decimos que el bautismo es sacramento de la fe o de la Pascua, y la eucaristía memorial pascual.

CHISTE FINO...

Había una pareja de abuelos que estaban casados hacía más de 60 años. No eran millonarios pero vivían bien gracias a las jugosas pensiones que disfrutaban cada uno de ellos.
Gozaban de buena salud gracias a su régimen de ejercicios y sobre todo, gracias a las dietas alimenticias en las que la anciana había insistido desde siempre.
Un día, al regreso de unas vacaciones su avión se estrelló y ellos fueron a parar directamente al cielo. San Pedro les dio la bienvenida y los condujo a una hermosa y lujosa mansión con todas las comodidades imaginables, incluyendo un Ángel que estaría permanentemente a su servicio.
     El anciano aún incrédulo, tímidamente le dice a San Pedro:
- Esto es maravilloso, ¿Cuanto nos va a costar?
- Nada, absolutamente nada; Habéis vivido una vida ejemplar como pareja, y esta es vuestra recompensa.

     El anciano mira por uno de los inmensos ventanales y ve el más  hermoso campo de golf que hubiera siquiera imaginado y dice:
- ¿Cuanto cuesta jugar en ese club?
- Hijo estamos en el Paraíso, y aquí todo es gratis...

     Luego fueron a un elegante restaurante donde encontraron un enorme  buffet con los más exquisitos platos de comida: Carnes, aves, mariscos, pescados, postres, vinos... San Pedro observa al anciano y dice:
- No preguntes otra vez; ya te dije que aquí todo es gratis.

     El anciano mira a su esposa y nervioso pregunta a San Pedro:
- ¿Y donde está la comida saludable... sin grasas, sin harinas, sin colesterol, la leche deslactosada, el café descafeinado...
- No se preocupe —Dice el Santo interrumpiéndolo—, aquí podéis comer y beber de todo lo que se te antoje, sin temor a engordar ni a enfermarse: esto es el Cielo.
- Quiere decir ¿que no estoy obligado a hacer ejercicio?  ¿que no necesito comer sin sal? ¿sin azúcar? ¿sin grasas? ¿que puedo beber licor?  ¿etc. etc.?
- Así es —responde San Pedro—, aquí puedes comer y beber lo que quieras, sin ningún tipo de consecuencias negativas....

     El anciano mira a su esposa fijamente y le grita:
- Tú y tus dietas del carajo!! ¡sin ellas podríamos haber estado aquí hace por lo menos 15 años...

El crimen fue en Granada - de Antonio Machado

(a Federico García Lorca)

1. El crimen
Se le vio, caminando entre fusiles,
 por una calle larga,
 salir al campo frío,
 aún con estrellas de la madrugada.
 Mataron a Federico
 cuando la luz asomaba.
 El pelotón de verdugos
 no osó mirarle la cara.
 Todos cerraron los ojos;
 rezaron: ¡ni Dios te salva!
 Muerto cayó Federico
 sangre en la frente y plomo en las entrañas
 ... Que fue en Granada el crimen
 sabed ¡pobre Granada!, en su Granada.

2. El poeta y la muerte
Se le vio caminar solo con Ella,
 sin miedo a su guadaña.
 Ya el sol en torre y torre, los martillos
 en yunque yunque y yunque de las fraguas.
 Hablaba Federico,
 requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
 "Porque ayer en mi verso, compañera,
 sonaba el golpe de tus secas palmas,
 y diste el hielo a mi cantar, y el filo
 a mi tragedia de tu hoz de plata,
 te cantaré la carne que no tienes,
 los ojos que te faltan,
 tus cabellos que el viento sacudía,
 los rojos labios donde te besaban...
 Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
 qué bien contigo a solas,
 por estos aires de Granada, ¡mi Granada!"

3. Se le vio caminar...
 Labrad, amigos,
 de piedra y sueño en el Alhambra,
 un túmulo al poeta,
 sobre una fuente donde llore el agua,
 y eternamente diga:
 el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

martes, 27 de marzo de 2018

Pablo Picasso, el gran depredador de mujeres

"Creo que vamos a hacer grandes cosas juntos", le dijo Pablo Picasso a la joven rubia en las galerías Lafayette, el 8 de enero de 1927. Ella tenía 17 años; él, 45. "Tenés una cara interesante, me gustaría hacerte un retrato", le propuso. Así comenzó una relación extramatrimonial -una de las tantas atribuidas al pintor- que inspiraría algunas de las obras más sensuales del cubismo.

Conocida como "la musa dorada", Marie-Thérèse Walter no solo fue codiciada por Picasso, padre de su hija Maya. El sueño, uno de sus tantos retratos, fue vendido en 2013 a Steve Cohen por 155 millones de dólares, pese a que había sido dañado cuando otro millonario lo atravesó con su codo. Tres años antes, Desnudo, hojas verdes y busto había logrado el récord de la obra más cara vendida en subastas al ser rematada en Christie's por 106 millones de dólares. Otro récord, el máximo precio por una pintura vendida en libras esterlinas en una subasta en Europa, fue alcanzado semanas atrás por Mujer con boina y vestido de cuadros, rematada en Sotheby's de Londres por el equivalente a 55 millones de euros.

El sueño y El reposo -otro retrato de la amante sueca, que Sotheby's subastará en mayo en Nueva York con una base estimada entre 25 y 35 millones de dólares- fueron pintados en 1932, un hito en la exitosa carrera de Picasso, en el que hace foco la primera muestra individual del artista malagueño en la Tate Modern. Inaugurada este mes, siete años después de que la galería Gagosian dedicara una exposición a la apasionada pareja, incluye varios desnudos de Marie-Thérèse.
Los mismos desnudos que sorprendieron a Olga Khokhlova, esposa de Picasso y madre de su hijo Paulo, en la retrospectiva que la galería parisina Georges Petit dedicó a Picasso en 1932. Así se hizo pública una relación que ya llevaba varios años en secreto. Picasso abandonó a Olga y prometió divorciarse cuando Marie-Thérèse quedó embarazada de Maya, a fines de 1934, pero nunca lo hizo. Según la ley española, debía dejarle la mitad de sus bienes. Lo que hizo, en cambio, fue centrar su atención en la siguiente musa.

Maya tenía apenas dos meses de vida cuando Picasso conoció a Dora Maar en el bar parisino Les Deux Magots, mientras ella jugaba con un cuchillo. Criada en la Argentina, la artista surrealista francesa hablaba perfecto español. Fue ella quien registró en fotos el proceso creativo del Guernica en 1937, durante la Guerra Civil Española.
Se dice que Marie-Thérèse inspiró a tres de las figuras representadas en el Guernica, cuadro que alude al bombardeo ocurrido en esa ciudad. Y también que ella y Dora se pelearon por Picasso en el taller del artista mientras él pintaba uno de los testimonios contra la guerra más importantes del siglo XX.
"Decidite. ¿A cuál de las dos elegís?", le habría preguntado la madre de su hija. "Les dije que tendrían que resolverlo entre ellas. Así que empezaron a luchar. Es uno de mis recuerdos preferidos", relataría más tarde Picasso según su siguiente mujer, Françoise Gilot, madre de Claude y Paloma.

"Me fui antes de terminar destruida. Las otras no lo hicieron, se aferraron al poderoso minotauro y pagaron un precio muy alto", dijo Guilot hace unos años en una entrevista, donde lo definió como "cruel, sádico y despiadado".
"La tragedia de esas otras mujeres es que les complacía que el famoso Picasso las pintara todo el tiempo -agregó-. Pero aunque pintara el retrato de una mujer, siempre se trataba de su propio autorretrato".

El minotauro fue finalmente atrapado por Jaqueline Roque, la más odiada de sus musas -una docena, por lo menos-, que se suicidó después de la muerte del artista. También lo hizo Marie-Thérèse. Dora Maar terminó internada en un psiquiátrico, con crisis similares a las de Olga. Por todo esto en Picasso y sus mujeres, documental que puede verse en YouTube, este hombre que cambió la historia del arte es definido como "un gran depredador" que devoraba todo a su paso. Con un narcisismo tan insaciable como su talento creativo.

Por Celina Chatruc - LA NACION

Solo Luz - Autor: Raúl Carnota

Canta: Cecilia Giménez
https://youtu.be/Iak_OGW7Z68

Poetas Argentinos

Ella
Viene despacio
 entra
 tropieza con mi tos
 con mi costumbre de dejar la nuca
 en cualquier parte
viene despacio
 ordena mis silencios
 desata las palabras necesarias
 recibe la correspondencia de mis ojos
 viene despacio
 a tender sus manteles de ternura
 viene despacio
 apenas echa humo para no despertarme
 se abre paso entre vasos arrojados al día
 retratos de mujeres
 noches de bronca y noches de ginebra
 viene despacio
 entra
 se arrodilla al borde de mi alma
 a juntar los fragmentos de mi risa
 después se vuela azul como la tarde.

Autor: Jorge Boccanera

Receta de Huevos en cocotte con queso y nueces

Ingredientes
4 huevos
400 ml  de Caldo Casero de Verduras  
8 nueces
100 g de queso curado
1 cda. de aceite de oliva
Una pizca de sal
Pimienta negra al gusto

Paso 1: Engrasa 4 cocottes o recipientes de barro para el horno con un poco de aceite de oliva y casca en cada uno de ellos un huevo.

Paso 2: Introduce las nueces en cada cocotte, apretando ligeramente para que queden insertadas en la clara.

Paso 3: Coloca encima de cada huevo una feta de queso. Reparte 100 ml de Caldo Casero de Verduras en cada cocotte y cuece en el horno a 180 grados durante 10 minutos hasta que cuaje el huevo y se deshaga el queso. Sirve bien caliente.

Nota: Ten en cuenta que, cuando saques la cocotte del horno, la cazuela estará caliente y, por lo tanto, el huevo continuará cocinándose. Sirve el plato recién salido del horno y así no te arriesgarás a que te quede demasiado hecho.

Consejos para cocinar Huevos en cocotte con queso y nueces
El Truco: Comprueba la frescura de los huevos
Hay veces que no recordamos cuánto tiempo llevan los huevos en la heladera. Para saber si los huevos están buenos o no, ponlos en un vaso con agua. Si el huevo cae hasta el fondo, significa que está fresco. Si, por el contrario, el huevo flota, será mejor que utilices otro huevo para preparar la receta.

Fuente: www.gallinablanca.es

lunes, 26 de marzo de 2018

Miguel Abuelo: el cantante, el poeta, el "paladín de la libertad"

¿Quién fue Miguel Abuelo ? Disparo la pregunta entre adolescentes y la respuesta tarda en llegar. Sólo dos de cinco saben que fue un cantante argentino. Ninguno puede completar el cuadro cantando una estrofa de este músico, poeta, trotamundos, boxeador amateur y "paladín de la libertad" que hace 30 años nos dejó un poco huérfanos y, con su partida, nos invitó a crecer de golpe.

Entre los meses de diciembre de 1987 y 1988, las muertes tempranas de Luca Prodan, Miguel Abuelo y Federico Moura le pusieron fin a uno de los períodos más ricos, creativos y lúdicos del rock local. La primavera alfonsinista que marcó a fuego el regreso de la democracia no sólo había llegado a su fin, sino también los músicos y las bandas que provocaron una renovación total de nuestro rock: el salto definitivo a las grandes ligas. Después de tanto peregrinar, de armar y desarmar proyectos, de soñar y barajar de nuevo, Miguel Ángel Peralta encontró en la Buenos Aires de los 80 la tierra fértil para dar forma a la versión definitiva de Los Abuelos de la Nada, la de "Tristeza de la ciudad" y "No te enamores nunca de aquel marinero bengalí"; la de "Así es el calor" y "Chala Man"; la de "Mil horas" (canción de Andrés Calamaro) e "Himno de mi corazón"; la de "Cosas mías" y el fin de la inocencia.

"Yo no pedí nacer así, son cosas mías", cantaba el Abuelo desde su último disco, la última encarnación de Los Abuelos de la Nada. El hijo de Norma Peralta y un padre del que nunca se reveló su identidad vino al mundo el 21 de marzo de 1946. "Mis orígenes son populares; infrapopulares diría yo", le contó a su amigo Pipo Lernoud en una entrevista publicada en El Expreso Imaginario y reproducida en la completa y exhaustiva biografía "El paladín de la libertad", de Juanjo Carmona. "Mi mamá contrajo tuberculosis en el año 46, justo cuando yo nacía... Apenas nací a ella la internaron en el Tornú y a mi me mandaron al preventorio Rocca, en Jonte y Segurola". A los 5 años el director del establecimiento lo adopta y recién a los 10 se reencuentra con su madre.

Tan pendenciero como simpático, tan peleador como comprador, Miguelito encuentra en la adolescencia una manera de canalizar el odio que llevaba dentro: el boxeo. Una paliza temprana lo hace cambiar rápidamente de idea. La lectura sería su próximo refugio, motivado por su hermana Norma (diez años mayor que él) y por su entorno, gente del mundo teatral y literario. Folklorista, Norma sería una figura clave para despertar la pasión de su hermano, primero por la actuación, luego por la música. "Mi hermana cantaba folklore y algo de bossa nova y en esas reuniones de amigos la gente me hacía cantar a mi también", se confesó Abuelo ante El Expreso Imaginario. "Yo no me daba cuenta que cantaba bien. Como a la gente le copaba, me fui entusiasmando más por el afecto que por el canto en sí. Así es que seguí haciendo afectos".

Jack Kerouac publicó En el camino (On the Road) en 1957. Una década más tarde de aquel acto que marcaría el primer hito de la Generación Beat, Miguel se largaría a las rutas argentinas hasta el fin. De Norte a Sur y de Este a Oeste, lejos de lo que el mundo adulto esperaba de él y muy cerca de sus impulsos. En uno de esos viajes, al costado de la ruta y mientras aguardaba por algún auto que lo aproximara a su destino, conoció a Pipo Lernoud, periodista, escritor, ecologista y el amigo que estaba necesitando. Años después escribirían juntos una de las canciones solistas más emblemáticas del primer Abuelo: "Pipo la serpiente (Estoy aquí parado, sentado y acostado)".

A la Pensión Norte del centro de Buenos Aires lo llevaría el viento. El viento y las ganas de rodearse de los estudiantes, pintores y músicos que allí moraban. "En esa época mi vida era muy desordenada. Yo era un buscador y, como tal, era muy pretencioso. En ese hotel en el que estábamos un montón de bohemios, yo vivía encerrado en una pieza... En la pensión conocí a un montón de personajes. Había un flaco que se llamaba Moris, que cantaba rock and roll y me caía bastante antipático. También había un gordo que siempre quería organizar todo, Horacio Martínez, y otro muchacho con el cual trabé rápidamente amistad: Pajarito Zaguri. Estos muchachos estaban formando un conjunto de música moderna que se llamaba Los Beatniks", le dijo Miguel a la revista El Expreso Imaginario a comienzos de los años 80.

De la Pensión Norte a La Cueva, de La Perla del Once a Plaza Francia, Miguelito Peralta se integraría rápidamente a ese grupo de náufragos que fundaría el rock argentino. Dejaría de lado el folklore, las bagualas con las que sorprendía a propios y extraños, para descubrirse como un cantautor rockero lúcido y autodidacta.
El suceso de "La balsa", de Los Gatos, que salió en 1967 y cuyo simple vendió más de 200.000 copias, impulsó a los responsables de las discográficas a buscar nuevos talentos en esta generación incipiente de pelilargos. Los solistas surgidos del ya extinto programa de televisión El club del clan, como Palito Ortega y Johnny Tedesco, eran los reyes de la industria. Y también todo lo que estaba mal para los músicos que frecuentaban La Cueva de la calle Pueyrredón, que la denominaban "música complaciente". En esos días en los que florecerían Manal, Almendra y Vox Dei, entre otros, Miguel acompañó a su amigo Pipo Lernoud a una reunión con Ben Molar, productor musical y dueño de una editorial. Al hombre le llamó la atención la pinta de Miguelito. Le preguntó si tenía un grupo y la respuesta fue un estridente si, para sorpresa de Lernoud. "Se llama Los Abuelos de la Nada", completó Miguel con la primera frase que le vino a la mente, extraída del libro de Leopoldo Marechal El banquete de Severo Arcángelo. Molar no necesitó nada mas para darle fecha de grabación: ahora el joven Peralta tenía tres meses para armar un grupo de verdad. Se dirigió a la Plaza Francia, claro y de allí y de los otros lugares que frecuentaban los primeros rockeros fueron surgiendo los nombres de la primera formación de la banda: Eduardo "Mayoneso" Fanacoa (teclados), Miky Lara (guitarra rítmica), Alberto "Abuelo" Lara (bajo) y Héctor "Pomo" Lorenzo (batería). Dos guitarristas grabarían en el primer simple, que saldría en 1968: Claudio Gabis, futuro integrante de Manal, lo haría en "Diana divaga" y Pappo en el lado B, "Tema en flu sobre el planeta".

La llegada de Norberto Pappo Napolitano a los primerísimos Abuelos de la Nada generaría una colisión de personalidades. Como se cuenta en el muy recomendable documental Buen día día, de Eduardo Pinto y Sergio Costantino (2010), con testimonio incluido del propio Miguel Abuelo, cuando Pappo le manifestó su intención de hacer blues, el autor de "Diana divaga" le respondió: "Entonces seguí vos con el grupo. Yo tengo una coctelera de ritmos en mi cabeza".
Otro intento fugaz de formar un grupo, El Huevo, finaliza cuando Miguel decide probar suerte en Europa. Aquí dejaba otras canciones que se convertirían en clásicos del seminal rock argentino, redescubiertas, paradójicamente, en los años 90 y luego de que se acallaran los ecos de la segunda y exitosa etapa de Los Abuelos de la Nada. Hablamos de "Nunca te miró una vaca de frente", "Levemente o triste" y, sobre todo, de la preciosa "Oye niño": Todo lo que ata es asesino / todo lo que ata no es la paz / Oye niño ya no corras / no me quieras ganar / Cuando mi nombre ya no exista / verás qué velocidad / Ya arroja tu armadura / ser el aire no es pensar.

De París a Londres y de Ibiza a su propio destino, los años 70 lo sorprenderían en el Viejo Continente, escribiendo su propia historia y también su mito. De tocar en las calles de Ibiza con otros jóvenes argentinos, como Miguel Cantilo y Kubero Díaz, hasta grabar en París el alucinante y por años descatalogado Miguel Abuelo et Nada (1975), Abuelo haría de esa "coctelera de ritmos" su Norte. El mecenas y productor francés Moshe Naim aportaría los fondos y toda la paciencia que tuviera a su alcance para meter al argentino en un estudio de grabación e intentar, en vano, encausar una carrera artística. Al menos dejaría un registro invaluable, un álbum que en su cara A contenía "Tirando piedras al río", "El largo día de vivir" y "Estoy aquí parado, sentado y acostado". Y, en su lado B: "El muelle", "Señor carnicero", "Recala sabido forastero" y "Octavo sendero".
En Europa nacería su único hijo, Gato Azul Peralta, fruto de su relación con Krisha Bogdan. Allí también pasaría hambre, experimentaría episodios confusos y una estadía en la cárcel de Ibiza. Sus días europeos finalizarían luego de que el joven Cachorro López lo convenciera de regresar a Buenos Aires y rearmar Los Abuelos de la Nada. Ellos dos más Polo Corbella, Gustavo Bazterrica, Daniel Melingo y un jovencísimo Andrés Calamaro son los pilares de una música que sintonizaría con el regreso de la democracia, con el ideal de libertad y con el deseo irrestricto de una generación de bailar, experimentar y festejar.

En 1982 sale el primer disco de la banda, Los Abuelos de la Nada, producido por Charly García. Contiene los hits "No te enamores nunca de aquel marinero bengalí", "Sin gamulán" y "Tristeza de la ciudad", tres muestras de la heterogénea capacidad de la banda, que podía ir del rock a la balada, de los ritmos latinos a los aires de reggae. Un año más tarde, la aparición de Vasos y besos produciría el boom definitivo. Canciones como "No se desesperen", "Yo soy tu bandera", "Mil horas, "Sintonía americana" y "Chalaman" desfilarían por la incipiente FM y llevarían a la banda a protagonizar largas y cansadoras giras por el paìs. La descomposición estaba en marcha, pero antes la formación que experimentaría cambios leves como la salida de Melingo y la llegada de Alfredo Desiata, dejaría el álbum Himno de mi corazón y el vivo Los Abuelos en el Ópera. El último capítulo, Cosas mías, tendría otros intérpretes alrededor de Miguel, como Kubero Díaz, Juan del Barrio y su sobrino Chocolate Fogo.
El HIV lo sorprendió en 1987, pero en una primera internación los médicos le ocultan el diagnóstico. Muere con 42 años recién cumplidos, el 26 de marzo de 1988.
Su música persiguió de principio a fin un solo y gran objetivo: que trascendiera la luminosidad de su corazón. Y vaya si lo logró. De nosotros depende que los adolescentes de hoy lo descubran. Y también los de mañana.

Por Sebastián Espósito - LA NACION

Los Abuelos de la Nada - Ir a más
Canta: Miguel Abuelo
https://youtu.be/CoPgwy1LZjc

Visión borrosa

Causas
Las causas de la visión borrosa pueden ser muchas, yendo desde la fatiga hasta problemas oculares graves. En este post vamos a contarles más sobre la visión borrosa, centrándonos en las  personas jóvenes y niños.
A partir de los 40 años, suelen comenzar los problemas de presbicia para la mayoría de personas y a partir de los 60, las cataratas. Estas son patologías relacionadas con la edad y que, llegado el momento, afectan a la mayoría de la población en mayor o menor grado. Sin embargo, las causas de visión borrosa entre personas jóvenes son muy distintas.

Estrés y fatiga: El estrés y la fatiga son muy dañinas para la salud en muchos aspectos. La forma de vida que llevamos en las sociedades modernas facilita la aparición de numerosos problemas de salud, entre otros, la visión borrosa.
Si se trata de una situación puntual, la visión borrosa desaparece con tan solo descanso y relajación, pero si se mantiene en el tiempo es recomendable plantearse un cambio de hábitos.

Presión arterial alta: La presión arterial alta es otro de los enemigos de la salud en general. Es el factor de riesgo cardiovascular más perjudicial, ya que el aumento de la presión arterial incrementa la probabilidad de enfermedades cardíacas y neurológicas. Aunque normalmente afecta a personas mayores de 50 años, una presión arterial alta puede afectar a la retina.

Infecciones, inflamación o lesiones: Pueden aparecer por varias causas, como el ojo seco, virus o accidentes. En cada caso, el médico deberá determinar la causa y dar un tratamiento adecuado.
En general no son graves, pero se deben tratar cuanto antes para evitar complicaciones.

Migrañas: Las migrañas son un tipo de dolor de cabeza severo muy habitual en la adolescencia – sobre todo en las chicas-, debido a los cambios hormonales. Esta dolencia tiene causas diversas, aunque en muchos casos la alimentación juega un papel fundamental.

Ambliopía: La ambliopía, más comúnmente conocida como “ojo vago” es un problema típico de la infancia. Sucede porque uno de los ojos no se comunica bien con el cerebro.
En principio, el ojo afectado es normal, pero el cerebro prefiere el otro, por lo que el otro va perdiendo capacidad para percibir detalles. El tratamiento consiste en tapar el ojo “favorito” para obligar al cerebro a usar el otro y suele dar buenos resultados si se trata precozmente.

Miopía: Es un problema refractivo muy común que dificulta la visión de objetos lejanos, aunque no afecta a la visión de cerca. El ojo enfoca la imagen delante de la retina causando visión borrosa. Esto se debe a que el globo ocular es demasiado largo o a que la córnea o el cristalino tienen una forma anormal.

Hipermetropía: Es un problema refractivo que dificulta la visión de los objetos cercanos, pero no dificulta la visión de lejos. El globo ocular es más corto de lo normal, lo que hace que la imagen se enfoque detrás de la retina. También puede deberse a una forma anormal de la córnea o el cristalino, al igual que ocurre con
la miopía.

Astigmatismo: El astigmatismo es el último de los problemas refractivos más comunes de esta lista. A diferencia de las anteriores, esta patología genera visión borrosa a todas las distancias. La causa del astigmatismo es que la córnea no es uniforme, por lo que la imagen se enfoca en distintos puntos de la retina. Existen varios tipos de astigmatismo, ya que puede aparecer solo o asociado a miopía o hipermetropía, dependiendo de si la imagen se enfoca delante o detrás de la retina.

Nota: Estos tres problemas de la refracción son de carácter hereditario y suelen estar presentes desde el nacimiento, aunque a lo largo de los años  pueden cambiar, aumentando o disminuyendo. Los tres problemas se pueden operar en casi todos los casos mediante cirugía refractiva.

Fuente: "Cuida tus ojos" ·Por Clinica Baviera