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martes, 31 de mayo de 2016

VENECIA, UNA CIUDAD DE ARTE

Venecia, ciudad de arte: Sus laberintos acuáticos esconden misterios de ensueño y magia...

El vaporetto se acerca al Gran Canal y todo parece como si fuera el trabajo de uno de los grandes maestros del Renacimiento. A un lado, el Campanario de la Piazza San Marco; enfrente, la cúpula de Santa María de la Salud.
A esta hora de la mañana incontables embarcaciones se dirigen en todas direcciones llevando y trayendo gente.
Venecia, la augusta ciudad, la Sereníssima, me recibe como siempre, llena de misterios y secretos.
Repleta de rincones para ser descubiertos en un simple abrir y cerrar de ojos, por momentos atestada de visitantes, por momentos con una paz, tranquilidad y silencios apabullantes. Siempre consideré a Venecia como una de las urbes más fascinantes y cada vez que me ha tocado venir me he sorprendido profundamente.

Uno de los motivos es la forma en la que la luz, según la hora del día, baña las construcciones y espacios públicos de la isla. Un mismo lugar puede verse completamente distinto a la mañana o la tarde dándonos la impresión de que es la primera vez que pasamos por ahí.
Es una ciudad que vive de claroscuros, de contrastes. Forma parte de la historia grande de la humanidad, es orgullosa, soberbia, pero también nostálgica hasta el extremo. Grandes palacios se yerguen junto a edificios que parecen a punto de derrumbarse. Pequeñas y estrechas callejuelas desembocan en plazas públicas o campielli ocultos de la vista de desconocidos.
Cada rincón esconde una historia diferente, algunas con desenlaces felices y notorios. Otros, tristes y lúgubres. Pero lo que más sorprende es que nada se olvida: cada cuento, fábula, anécdota o invento pasa a formar parte del patrimonio intangible del lugar y siempre va a haber alguien dispuesto a desempolvarlos y narrarlos como si hubiesen sucedido ayer mismo.

 He nombrado la palabra patrimonio y en este campo la Sereníssima también se destaca. Desde su concepción urbana, cómo fue pensada, desarrollada y construida, Venecia es una obra de arte en sí misma. Al llegar a ella uno no deja de pensar cómo, desde su génesis, la ciudad se transformó en lo que vemos hoy. Cómo se fue amalgamando para contener al Puente de Rialto, al Palacio Ducal, al Ca'd'Oro, la Riva degli Schiavoni o los Mercados, distribuidos entre los diferentes sestieri o barrios. Esta es la ciudad donde vivieron Tiziano, Marco Polo, Tintoretto, Casanova y Palladio, y que vio nacer a la Escuela Veneciana, serie de movimientos artísticos que marcaron toda una época.
Mucho de lo que sucede también en Venecia se produce puertas adentro, como si ciertas cosas fuesen sólo para iniciados, lo que hace exacerbar mi curiosidad a extremos impensados, impulsándome a descubrir los mensajes que se encuentran en los relieves de sus muros, portales y puentes como si en ello me fuera la resolución de un misterio, acertijo o una simple búsqueda del tesoro.

 Las cosas aquí toman para mí un ribete casi onírico. A veces me siento como en una historia del Corto Maltés, el magnífico personaje creado por Hugo Pratt, gran compañía en noches de insomnio, en las que algo mágico puede suceder en cualquier momento.
Podría afirmar que Venecia es atemporal o que en ella el tiempo se detuvo hace rato. Sigue siendo la misma, pero siempre la veo de manera diferente.
El vaporetto llega a destino. No puedo esperar a perderme en su laberíntico trazado urbano...

Fuente: Iván de Pineda,
para Revista La Nación, Buenos Aires, Argentina.

(Jorge L. Icardi, Reportero internacional....)

domingo, 29 de mayo de 2016

Martín del Barco Centenera

Hombre de la Iglesia y poeta, Martín del Barco Centenera nació en Logrosán(Cáceres) en 1535. Hijo de labradores ricos, fue un estudiante aplicado que quiso hacer carrera en la Iglesia y marchó a Salamanca para prepararse convenientemente. Obtuvo el título de licenciado en teología; así al menos lo afirma Hernando de Montalvo, al declarar en una Información de 1593 que vio el título dos o tres veces, aunque no queda constancia en los registros de la universidad española.
Inducido por el pensamiento misionero lascasiano y llevado de su curiosidad emotiva, quiso conocer la realidad conquistadora y las tribulaciones indígenas en su ambiente natural. En Madrid consiguió el nombramiento de Arcediano de la Catedral de Asunción en el Paraguay y se embarcó para América como capellán en la armada del Adelantado del Río de la Plata Juan Ortiz de Zárate "con criados, bien tratado y como hombre de lustre".
Tras casi dos años de navegación, llegó a la cuenca del Río de la Plata a finales de 1573. Organizado el alojamiento de la gente y acomodado el campamento, marchó a la ciudad de Asunción, hoy capital de la República del Paraguay.

Conquistador de almas
Acompañó la expedición del capitán Ruy Díaz Melgarejo para asistir espiritualmente a la tropa y empuñar las armas cuando era necesario defenderse de los ataques indígenas. Aprendió el guaraní y, empezando por la isla de Martín García, intervino en varias expediciones de exploración y en la conversión de numerosos indígenas. Cuando murió el Adelantado Ortiz de Zárate en 1576 y, fue reemplazado interinamente por Diego de Mendieta, dejó este cargo, al parecer porque entre Mendieta y Martín del Barco Centenera existía cierta tirantez, nacida de viejas rencillas o malentendidos (lo procesaron como conspirador durante el primer año de gobierno rioplatense de Mendieta, en 1576) Del Barco no quiso continuar prestando su asistencia espiritual a las tropas y pasó a la diócesis de Chuquisaca, donde gobernaba su viejo amigo el obispo Granero de Ávalos, al que conoció en Extremadura cuando estuvo en Plasencia(Cáceres). Granero de Ávalos lo nombró capellán de la Real Audiencia de Charcas y, posteriormente, vicario de la zona de Potosí, y se radicó en Porco.

Concilio limense
Promovidos por el arzobispo de Lima fray Jerónimo de Loayza, se celebraron los dos primeros concilios limenses en 1551 y 1567 y, como fray Jerónimo falleció en 1575, su sucesor en la silla arzobispal fray Toribio de Mogrovejo convocó el tercero en 1582. Acompañando a su amigo, el obispo Granero de Ávalos, Martín del Barco asistió como secretario a este concilio y, durante su celebración tuvo diferencias de criterio y hasta enfrentamientos con fray Toribio de Mogrovejo, en el sentido de que tomó partido por los que defendían suavizar ciertos aspectos de la disciplina eclesiástica. Cuando terminó el concilio fue nombrado comisario del Santo Oficio en Cochabamba, además de ocupar el cargo de vicario en Chuquisaca, gracias a su amigo el obispo Granero de Ávalos.
Ayudó activamente a sofocar un levantamiento de mestizos que debió estallar en Asunción simultáneamente con el de Santa Fe.

Proceso por conducta
Su comportamiento en Cochabamba dejó al parecer bastante que desear. Fue acusado y condenado con la privación de su oficio inquisitorial por el visitador Dr. Juan Ruiz de Prado el 14 de agosto de 1590. Los cargos fueron haber publicado bandos en Oropesa y Cochabamba, tratando a sus vecinos de judíos y moros, y haber ejercido venganza contra sus enemigos personales mediante aplicación de la autoridad inquisitorial que le confería su cargo. Y, además de ser acusado de esos bandos infamantes, sumó otros cargos por haber sido visto ebrio, por dedicarse al comercio, por haber mantenido relaciones ilícitas en Lima y por vivir amancebado con una mujer casada. El expediente se firmó en Lima por los testigos Lamberto Polanco, Francisco Rosel y Juan Sarabia ante el escribano Juan Martínez de Mecolaeta.
Se le impusieron 250 pesos de multa y se le inhabilitó para ejercer cargos del Santo Oficio. La sentencia se encuentra en el Archivo Histórico Nacional de España(Inquisición, leg. 1640, exp. 2).
Regresó a Asunción, donde ejerció el gobierno de la Iglesia por breve tiempo. Designado procurador de Buenos Aires ante la Corte de 1594, regresó definitivamente a España.

Estancia en Portugal y composición de su epopeya
Se estableció en Lisboa(Portugal) como capellán del virrey don Cristóbal de Moura, marqués de Ciudad Rodrigo. Allí publicó su poema La Argentina(1602) y murió poco después. El mérito poético de este poema heroico es escaso, como el de la mayoría de las epopeyas americanas compuestas en esta época, salvo La Araucana, de Alonso de Ercilla, que, de todas formas, es bastante anterior. Sin embargo, su valor histórico y documental es considerable. Se describe casi un cuarto de siglo de esfuerzos españoles para colonizar aquello que con el tiempo sería la actual Argentina y sus tierras limítrofes en que fue testigo presencial y, por tanto, viene a llenar un vacío considerable en el conocimiento de la historia de ese periodo, de otra forma peor conocida. Alude además a las piraterías de Francis Drake y Thomas Cavendishy, a los acontecimientos de importancia durante el gobierno del virrey Toledo en Perú. Varios de los violentos terremotos de la época también se mencionan y describen, aunque no siempre con exactitud en cuanto a fechas.

Obras
La Argentina y Conquista del Río de la Plata: con otros acaecimientos de los reynos del Perú, Tucumán, y estado del Brasil. Lisboa: Pedro
Crasbeeck, 1602.
En esta obra, aparece por primera vez el topónimo "Argentina", para denominar a esta región.

Diez síntomas del cáncer que pueden pasar desapercibidos

Pérdida de peso inexplicable, fiebre, cansancio, heridas que no cicatrizan y dificultades para tragar son algunas de las señales que pueden encender la alerta. 

La mayoría de las personas cuando escuchan la palabra cáncer la asocian con una enfermedad peligrosa con un desenlace fatal.
Pero desde los años 70, el porcentaje de supervivencia se ha multiplicado por tres gracias sobre todo a un diagnóstico precoz.
Y es que, en realidad, la mayoría de los cánceres son tratables con un resultado favorable para el paciente cuando se diagnostican antes de que se haya desarrollado demasiado.
Un diagnóstico precoz puede evitar que el cáncer se extienda por el resto del cuerpo.
El problema es que muchas veces, por no querer molestar al médico o no darles suficiente importancia, ignoramos algunos síntomas que pueden ser cruciales para un diagnóstico temprano.

Según un estudio elaborado por la organización Cancer Research UK, más de la mitad de los británicos han sufrido alguna vez uno de los síntomas que podrían indicar la presencia de un cáncer, pero sólo el 2% pensaron que podían padecer la enfermedad y más de un tercio ignoraron por completo las alarmas y no acudieron al médico.
Katriina Whitaker, investigadora del University College de Londres y autora principal de la investigación dijo: "La gente cree que no debemos animar a las personas a ser hipocondriacas, pero tenemos un problema con los individuos a los que les da vergüenza ir al médico pues creen que van a hacerle perder el tiempo y van a malgastar inútilmente los recursos del sistema de salud".
"Tenemos que lanzar el mensaje de que si tienes síntomas que no desaparecen, particularmente aquellos que se consideran señales de alarma, no debes ignorarlos, debes ir al médico y buscar ayuda", señaló.

BBC Mundo te explica 10 síntomas generales del cáncer que según la Sociedad Estadounidense del Cáncer no debes ignorar.
1. Pérdida de peso inexplicable
La mayoría de las personas con cáncer experimentan pérdida de peso en algún momento.
Cuando se pierde peso sin razón aparente, se le llama pérdida de peso inexplicable.
Una pérdida de peso inexplicable de 5Kg o más puede ser el primer signo de cáncer.
Esto ocurre con más frecuencia en caso de cáncer de páncreas, estómago, esófago o pulmón.
2. Fiebre
La fiebre es muy común en los pacientes que tienen cáncer, aunque ocurre con más frecuencia después de que el cáncer se ha propagado desde el lugar donde se originó.
Casi todas las personas con cáncer experimentarán fiebre en algún momento, especialmente si el cáncer o sus tratamientos afectan al sistema inmunológico.
Con menor frecuencia, la fiebre puede ser un signo temprano de cáncer, como por ejemplo en caso de la leucemia o el linfoma.
3. Cansancio
El cansancio es un agotamiento extremo que no mejora con el descanso.
Puede ser un síntoma importante a medida que el cáncer progresa.
No obstante, en algunos cánceres, como la leucemia, el cansancio puede ocurrir al principio.
Algunos cánceres de colon o estómago pueden causar pérdida de sangre que no es evidente.
Ésta es otra manera en la que el cáncer puede causar cansancio.
4. Cambios en la piel
Junto con los cánceres de piel, algunos otros cánceres pueden causar cambios en la piel que se pueden ver. Estos signos y síntomas incluyen:
Oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación)
Coloración amarillenta de la piel y de los ojos (ictericia)
Enrojecimiento de la piel (eritema). Picazón (prurito)
Crecimiento excesivo de vello
5. Un cambio en el hábito de evacuación o en la función de la vejiga
El estreñimiento, la diarrea o un cambio en el tamaño de las heces fecales por un tiempo prolongado puede que sea un signo decáncer del colon.
Por otro lado, el dolor al orinar, sangre en la orina o cambios en la función de la vejiga (tales como orinar con mayor o menor frecuencia) pudieran estar relacionados con cánceres de vejiga o próstata.
6. Heridas que no cicatrizan
Mucha gente sabe que los lunares que crecen, duelen o sangran pueden ser síntomas de cáncer de piel, pero también debemos estar atentos a las pequeñas heridas que no cicatricen en más de cuatro semanas.
Una llaga en la boca que no se cura puede deberse a un cáncer oral.
Cualquier cambio en la boca que dure mucho tiempo se debe examinar inmediatamente por un médico o dentista.
Las llagas en el pene o la vagina podrían ser signos ya sea de una infección o de un cáncer en etapa inicial, y deben ser examinadas por un profesional de la salud.
7. Sangrado
Un sangrado inusual puede ocurrir en caso de cáncer en sus etapas iniciales o avanzadas.
Toser sangre podría ser un signo de cáncer de pulmón.
Por otro lado, si aparece sangre en el excremento (lo que puede tener un color muy oscuro) podría ser un signo de cáncer de colon o cáncer de recto.
El cáncer de cuello uterino del endometrio (revestimiento del útero) puede causar sangrado vaginal anormal.
Asimismo, la sangre en la orina puede que sea un signo de cáncer de vejiga o del riñón.
Una secreción con sangre que salga del pezón puede que sea un signo de cáncer de seno.
8. Endurecimiento o una masa en cualquier parte del cuerpo
Muchos cánceres se pueden palpar a través de la piel.
Estos cánceres se presentan principalmente en los senos, los testículos, los ganglios linfáticos (glándulas) y en los tejidos blandos del cuerpo.
Una masa o endurecimiento puede ser un signo temprano o tardío de cáncer.
9. Dificultad para tragar
La indigestión o dificultad para tragar persistente pueden ser signos de cáncer de esófago (el tubo de deglución que llega hasta el estómago), de estómago o de faringe (garganta).
No obstante, como la mayoría de los síntomas en esta lista, a menudo son causados por otras causas distintas al cáncer.
10. Tos persistente o ronquera
Una tos persistente puede que sea un signo de cáncer de pulmón.
Lo aconsejable es visitar a nuestro médico si llevamos padeciéndola más de tres semanas.
Mientras, la ronquera puede ser un signo de cáncer de laringe o de la glándula tiroides.

Fuente: BBC Mundo

Ángel Vargas con Ángel D'Agostino y su Orquesta Típica

Palais de Glace
Compositor: Enrique Cadícamo (1900-1999) - Año de grabación: 1944
https://youtu.be/YqGJMNZcBQo

jueves, 12 de mayo de 2016

“La independencia es otro nombre de la dignidad” (Eduardo Galeano)

Palabras pronunciadas el 22 de febrero de 2011, en la ceremonia de entrega de la Medalla 1808, que el jefe de Gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, otorgó al escritor Eduardo Galeano

Quiero dedicar este homenaje a la memoria viva de dos Carlos: Carlos Lenkersdorf y Carlos Monsiváis, amigos muy queridos que ya no están, pero siguen estando.
Y empiezo por decir gracias: Gracias, Marcelo, por este regalo, esta alegría. Te digo gracias en nombre propio y también en nombre de los muchos sureños que jamás olvidarán su gratitud a México, el país de su exilio, refugio de perseguidos en los años de mugre y miedo de nuestras dictaduras militares.
Y quiero subrayar que México merece, por eso y por muchos otros motivos, toda nuestra solidaridad, ahora que esta tierra entrañable está siendo víctima de la hipocresía del narcosistema universal, donde unos ponen la nariz y otros ponen los muertos, y unos declaran la guerra y otros reciben los tiros.
Este acto generoso me honra por venir de quien viene. La ciudad de México está a la vanguardia en la lucha por los derechos humanos, en un amplio abanico que va desde la diversidad sexual hasta el derecho a respirar, que ya parecía perdido.
Y mucho me honra recibir esta ofrenda, porque mucho tiene de desafío: en nuestros países la independencia plena es todavía, en gran medida, una tarea por hacer, que nos convoca cada día.

En la ciudad de Quito, al día siguiente de la independencia, una mano anónima escribió en una pared: Último día del despotismo y primero de lo mismo.
Y en Bogotá, poco después, Antonio Nariño advertía que el alzamiento patriótico se estaba convirtiendo en baile de máscaras, y que la independencia estaba en manos de caballeros de mucho almidón y mucho botón, y escribía: Hemos mudado de amos.
Y el chileno Santiago Arcos comprobaba, desde la cárcel:
–Los pobres han gozado de la gloriosa independencia tanto como los caballos que en Chacabuco y Maipú cargaron contra las tropas del rey.
Todas nuestras naciones nacieron mentidas. La independencia renegó de quienes, peleando por ella, se habían jugado la vida; y las mujeres, los analfabetos, los pobres, los indios y los negros no fueron invitados a la fiesta. Aconsejo echar un vistazo a nuestras primeras Constituciones, que dieron prestigio legal a esa mutilación. Las Cartas Magnas otorgaron el derecho de ciudadanía a los pocos que podían comprarlo. Los demás, y las demás, siguieron siendo invisibles.

Simón Rodríguez tenía fama de loco, y así lo llamaban: El loco. Decía locuras, como éstas:
–Somos independientes, pero no somos libres. La sabiduría de Europa y la prosperidad de los Estados Unidos son, en nuestra América, dos enemigos de la libertad de pensar. Nuestra América no debe imitar servilmente, sino ser original.
Y también:
–Enseñemos a los niños a ser preguntones, para que se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos.
Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.
Don Simón decía locuras, y hacía locuras. Allá por mil ochocientos veinte y pico, sus escuelas mezclaban a los niños y a las niñas, a los pobres y a los ricos, a los indios y a los blancos, y también unían la cabeza y las manos, porque enseñaban a leer y a sumar, y también a trabajar la madera y la tierra.
En sus aulas no se escuchaban los latines de sacristía y se desafiaba la tradición del desprecio por el trabajo manual. Poco duró la experiencia. Un clamor de indignadas voces exigía la expulsión de este sátiro que ha venido a corromper a la juventud, y el mariscal Sucre, presidente del país que ahora llamamos Bolivia, le exigió la renuncia.
A partir de entonces, anduvo a lomo de mula, peregrinando por las costas del Pacífico y las montañas de los Andes, fundando escuelas y formulando preguntas insoportables a los nuevos dueños del poder:
–Ustedes, que imitan todo lo que viene de Europa y de los Estados Unidos, ¿por qué no les imitan la originalidad, que es lo más importante?
Este viejo vagabundo, calvo, feo y barrigón, el más audaz y el más querible de los pensadores de América, estaba cada día más solo, y solo murió.
A los ochenta años, escribió:
–Yo quise hacer de la tierra un paraíso para todos. La hice un infierno para mí.
Simón Rodríguez fue un perdedor. Según la escala de valores de este mundo, que sacraliza el éxito y no perdona el fracaso, los hombres como él no merecen memoria.
Pero, ¿acaso no está vivo don Simón en la energía de dignidad que hoy recorre nuestra América de norte a sur? ¿Cuántos hablan por su boca, aunque no lo sepan, como hablaba en prosa aquel personaje de Molière que no sabía que hablaba en prosa?
¿Acaso don Simón no nos sigue enseñando, un siglo y medio después de su muerte, que la independencia es otro nombre de la dignidad?

Es verdad que todavía pesa, y mucho, la herencia colonial, que aplaude la copia y maldice la creación y admira, como denunciaba don Simón, las virtudes del mono y del papagayo. Pero también es verdad que son cada vez más los jóvenes que sienten que el miedo es una cárcel humillante y aburrida, y libremente se atreven a pensar con sus propias cabezas, sentir con sus propios corazones y caminar con sus propias piernas.
Yo no creo en Dios, pero sí creo en el humano milagro de la resurrección. Porque quizás se equivocaban aquellos dolientes que se negaban a creer en la muerte de Emiliano Zapata, y creían que se había marchado a Arabia en un caballo blanco, pero sólo se equivocaban en el mapa. Porque a la vista está que Zapata sigue vivo, aunque no tan lejos, no en las arenas de Oriente: él anda cabalgando por aquí, aquí cerquita nomás, queriendo justicia y haciéndola.
Y fíjense ustedes lo que ha ocurrido con otro perdedor, José Artigas, el hombre que hizo la primera reforma agraria de América, antes que Lincoln y antes que Zapata.
Hace casi dos siglos, él fue vencido y condenado a la soledad y al exilio. En años recientes, la dictadura militar del Uruguay le erigió un ampuloso mausoleo, queriendo encerrarlo en cárcel de mármol. Pero cuando la dictadura intentó decorar el monumento con algunas de sus frases, no encontró ninguna que no fuera subversiva.
Ahora el mausoleo tiene fechas y nombres de batallas, y ninguna frase. Involuntario homenaje, involuntaria confesión: Artigas no es mudo, Artigas sigue siendo peligroso.
Cosa curiosa: con tantos vivos que hablan sin decir, en nuestras tierras hay muertos que dicen callando.
Bienaventurados sean los perdedores, porque ellos cometieron la insolencia de amar a su tierra, y por ella se jugaron la vida. Pero está visto que el patriotismo es el honorable privilegio de los países dominantes: sólo los que mandan tienen el derecho de ser patriotas. En cambio, los países dominados, condenados a obediencia perpetua, no pueden ejercer el patriotismo, so pena de ser llamados populistas, demagogos, delirantes: nuestro patriotismo se considera una peste, peste peligrosa, y los amos del mundo, que nos toman examen de Democracia, tienen la mala costumbre de conjurar esta amenaza a sangre y fuego.
Bienaventurados sean los perdedores, porque ellos se negaron a repetir la historia y quisieron cambiarla.
Bienaventurados sean los perdedores, y malditos sean quienes confunden el mundo con una pista de carreras y lanzados a las cumbres del éxito trepan lamiendo hacia arriba y escupiendo hacia abajo.
Bienaventurados sean los indignados, y malditos sean los indignos.
Maldita sea la exitosa dictadura del miedo, que nos obliga a creer que la realidad es intocable y que la solidaridad es una enfermedad mortal, porque el prójimo es siempre una amenaza y nunca una promesa.
Bienaventurado sea el abrazo, y maldito sea el codazo.

Sí, pero… Cuántos perdedores, ¿no?
Cuando algún periodista me pregunta si soy optimista, yo contesto, sinceramente:
–A veces. Depende de la hora.
Siempre me parecieron más bien inhumanos los optimistas full time.
Creo que el desaliento es un derecho humano, y de algún modo es también la prueba de que somos humanos, porque no sufriríamos el desaliento si no tuviéramos aliento.
Hay que reconocer que no es muy alentadora la realidad, que tiene la jodida costumbre de recompensar a los exprimidores del prójimo y a los exterminadores de la tierra, el agua y el aire. Y en cambio, las más apasionantes aventuras de transformación de la realidad suelen quedarse a mitad de camino, o se extravían y se pierden, y muchas veces terminan mal.
Hay que reconocerlo, digo, pero también cabe preguntar: Cuando esas lindas experiencias colectivas terminan mal, ¿de veras terminan? ¿No hay nada que hacer, sólo nos queda resignarnos y aceptar el mundo tal cual es, como si fuera destino?
Hace pocos años, se puso de moda la teoría del fin de la historia. Más de uno se tragó ese sapo, a pesar de que el sentido común nos demuestra, con poderosa sencillez, que la historia nace de nuevo cada mañana.
Lo mejor de este asunto de vivir está en la capacidad de sorpresa que la vida tiene. ¿Quién podía presentir que los países árabes iban a vivir este huracán de libertad que están ahora viviendo? ¿Quién iba a creer que la plaza de Tahrir iba a dar al mundo esta lección de democracia? ¿Quién iba a creer lo que ahora puede creer ese muchachito plantado en la plaza durante días y noches, cuando dice:
“Nadie nos va a mentir nunca más”!

Al fin y al cabo, cuando la historia dice adiós, o eso parece decir, ella nos está diciendo, o al menos murmurando: hasta luego, hasta lueguito, nos estamos viendo.
Y yo me despido de ustedes, ahora, que ya es hora, como la historia me enseñó, diciéndoles gracias, diciéndoles: hasta luego, hasta lueguito, nos estamos viendo.

Kambó: ¿qué es y para qué se usa el veneno de rana?

La sustancia fue secuestrada en un operativo en el que se desbarató una banda narco; es usada desde hace siglos por diversas tribus del amazonas para purgar el cuerpo y limpiarlo de toxinas. 

Hace unos días, la Policía Federal desbarató una organización acusada de comercializar drogas sintéticas y estupefacientes elaboradas a base de hongos, cactus y veneno de ranas.
Esta última sustancia se llama kambó y, según explicaron desde la revista THC, "es usada desde hace siglos por diversas tribus del amazonas para purgar el cuerpo y limpiarlo de toxinas".
Se aplica a través de una quemadura en la piel y produce "intensos efectos que incluyen vómitos, sudor, taquicardia, pérdida de control de esfínter, mareos y dolor abdominal, que se extienden por 15 minutos". Recién pasadas las 24 horas se experimenta "un aumento de la energía física". Desde THC detallaron que "los efectos que produce la secreción de la rana no son psicoactivos ni visionarios" y que "su empleo es exclusivamente terapéutico".

Su uso en Sudamérica
Según publicó la BBC Mundo, el uso de kambó "con presuntos objetivos terapéuticos se está extendiendo a nivel internacional y sobre todo en Sudamérica, con la promesa de curar todo tipo de enfermedades".
"Aunque científicos advierten que ninguno de los beneficios que se le atribuye está probado científicamente y que en algunos casos su uso podría ser fatal", aclara la BBC.
La sustancia que secreta la Phyllomedusa bicolor, también conocida como rana kambó o rana mono grande, es utilizada por el anfibio para defenderse de los depredadores.
Esta rana, de un brillante color verde, vive principalmente en la selva del estado de Acre, en el noreste de Brasil y también en otros países amazónicos, como Bolivia, Colombia, Guyana, Perú y Venezuela.

Rito y tradición
La BBC Mundo detalla que tradicionalmente los katukinas, kaxinawás y ashaninkas, entre otros grupos indígenas de Brasil, han utilizado kambó en rituales para reforzar el sistema inmunológico.
Para ello cazan la rana tras seguir sus cantos, la inmovilizan atándole sus cuatro extremidades, y le retiran la secreción rascándole la espalda con una espátula. Y más recientemente, chamanes occidentales empezaron a replicar las ceremonias en entornos urbanos.
Para que surta el efecto prometido, el interesado debe acudir a la sesión en ayunas. Allí tomará hasta tres litros de agua, mientras el chamán le realiza una serie de quemaduras superficiales en forma de puntos. "En la pantorrilla en el caso de las mujeres y en los brazos o en el pecho en los hombres", explica Fuentes.
Sobre esas leves heridas abiertas aplicará después la sustancia extraída de la rana que, al haber sido combinada con agua y secada sobre una tabla de madera, es ya una pasta blanquecina. La dosis- el número de puntos- y la periodicidad de la aplicación depende de la edad y la constitución de la persona, así como del número de veces que haya utilizado antes la sustancia, explican los chamanes.

Advertencias
Científicos advierten que ninguna de las propiedades ni "milagros" que se le atribuyen a la sustancia está científicamente probados, indica la BBC Mundo.
"Es sabido que el veneno de la Phyllomedusa tiene péptidos con una potente actividad agonista opioide, como las deltorfinas y las dermorfinas, por lo que la sensación de bienestar experimentada por los usuarios de kambó puede deberse a ellas", dice a BBC Mundo Leonardo de Azevedo Calderón, de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, uno de los principales centros de investigación sobre salud pública del mundo.
Se trata, pues, de una reacción biológica momentánea a estos químicos, según el doctor en biomedicina. El especialista va más allá y habla de riesgos: "En mi opinión, la aplicación del kambó no es una práctica segura", dice, según cita BBC Mundo. "Las Phyllomedusas bicolor jóvenes son similares a otras Phyllomedusas adultas con secreciones cutáneas tóxicas", explica.
"Así, los chamanes inexpertos pueden administrar el veneno equivocado y los usuarios sufrir efectos secundarios peligrosos", añade.

lunes, 9 de mayo de 2016

De La Ostia y El Grandote en grageas...

Venían los Hermanos Gemelos, De La Ostia y El Grandote, de regreso velozmente de una suculenta fiesta, un tanto excedidos de copas.
De repente, un control a la vista y los para la Gendarmería.
De La Ostia que venía al volante, le pregunta desesperado al Grandote:
-¡¡Grandote!! Mirá, ¡la Gendarmería! ¿qué hago?
-Dejámelo a mí. Vas a ver que no pasa nada.
El Grandote, tira un poco de desodorante de ambientes para que desaparezca el perfume etílico y, procurando que no se le trabe la lengua, le explica al guardia que son economistas, que vienen de una reunión secreta con el Ministro Pratt Gay y que se dirigen con toda premura a la Casa de la Moneda, para empezar a imprimir el nuevo peso argentino.
El Gendarme lo escucha atentamente y para concluir, El Grandote le dice a De La Ostia que le de una contribución de 100 pesos, tras lo cual, los deja seguir.
De La Ostia reinicia la marcha y a los 50 metros otro control...
-¡Joder, joder Grandote! ¡Otro control! ¿qué hago?
-Pará, dejámelo a mí. Ya viste que la historia de los economistas vende y ¡muy bien!
-Buenas noches señores -dice el Gendarme y agrega: ¡Ah, ustedes son los economistas!
-Así es flaco, acá tenés una contribución. ¡Vamos de raje! -dice De La Ostia, dándole los 100 pesos.
El Gendarme los deja seguir. Continúan el viaje y al rato otro control...
-Pero, ¡Esto es una cosa de locos! ¡Mirá Grandote, otro control de la Gendarmería! ¿qué hago?
-¡Tranquilizate! ¡No seas troglodita y tratá con deferencia a estos muchachos! ¿Acaso no te diste cuenta que ya nos conocen como los economistas?
Hablemos como verdaderos profesionales, total ya viste, con 100 pesos nos dejan seguir adelante...
-Sí, pero pará un poquito loco... ¡este es el tercero! -dijo exaltado De La Ostia.
Llegan al control; el Gendarme los saluda con afecto. Le cuentan la de Pratt Gay, el petiso De La Ostia le da los 100 pesos y finalmente, les dice el oficial de Gendarmería:
-Bueno muchachos... Hagamos un trato. Si me dan 100 pesos más les digo cómo salir de la rotonda...

El vuelo que se retrasó por miedo a la ecuación matemática de un pasajero...

¿Puede un simple cálculo detener el despegue de un avión?. 

Un economista italiano contó que su vuelo se retrasó después de que una pasajera lo viera trabajando en una ecuación diferencial y alertara a los tripulantes de cabina del avión.
Guido Menzio fue interrogado por unos agentes que no se identificaron, después de que una mujer sentada a su lado dijera que no se sentía bien.
Les mostró lo que estaba escribiendo y el avión finalmente despegó, pero más de dos horas tarde.
Menzio dijo al diario estadounidense Washington Post que el piloto parecía avergonzado.
El economista escribió en Facebook que la experiencia fue "increíble" y que lo hizo reír.
El profesor de la Universidad de Pennsylvania había abordado un avión de Philadelphia, Pennsylvania, a Syracuse, Nueva York, el jueves, en camino a Ontario, Canadá, donde debía dar una conferencia.
Antes de que el vuelo despegue, la mujer que iba a su lado entregó una nota a uno de los tripulantes de cabina.
Al inicio, dijo que no se sentía bien, pero luego les comunicó sus sospechas sobre los garabatos de Menzio.

Preocupante
El profesor universitario comentó que el hecho había sido "gracioso, pero también preocupante".
"La mujer apenas me miró, apenas miró mi escritura de fórmulas misteriosas y concluyó que me estaba preparando para algo que no era nada bueno", dijo Menzio. "Debido a eso, todo un vuelo fue retrasado", agregó.
Menzio dijo a Associated Press que los tripulantes debieron aplicar revisiones adicionales antes de retrasar el vuelo.
El italiano cree que "no buscar información adicional después de un reporte de 'actividad sospechosa' va a crear muchos problemas, especialmente por el hecho de que surjan actitudes xenofóbicas".

American Airlines, cuyo socio regional Air Wisconsin estaba operando el vuelo, dijo que los tripulantes siguieron el protocolo para cuidar a un pasajero enfermo e investigar sus acusaciones y concluyeron que no eran creíbles.
La mujer fue designada a otro vuelo.

Fuente: lanacion.com/sinbarreras