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sábado, 20 de junio de 2015

Las hemorroides de Napoleón y otras 5 cosas que quizás no sabías de la batalla de Waterloo

Al cumplirse 200 años de la célebre batalla que puso fin a la carrera imperial del "corso", repasamos algunos hechos poco conocidos. 

Waterloo, (moderna) Bélgica, 18 de junio de 1815. El emperador Napoleón Bonaparte, evadido de su exilio en la isla de Elba, se prepara para lanzar su último desafío a la Europa que una vez juró dominar.
72 mil franceses; 68 mil aliados (británicos, holandeses, belgas y alemanes) más 45 mil prusianos. 60 mil caballos. 500 piezas de artillería.
El 18 de junio, las tropas al mando del duque de Wellington le asestan el golpe definitivo al "corso" o "pequeño cabo", como también se lo conocía, poniendo fin a 23 años de enfrentamientos entre Francia y el resto de Europa.
Las pérdidas fueron muchas. Unas 48 mil personas murieron, 25 mil de ellas en el bando francés. Derrotado de una vez por todas, Napoleón abdica -por segunda vez- el trono del que se había proclamado emperador.

El jueves pasado, tuvo lugar una recreación a gran escala de aquella batalla de 10 horas para marcar el bicentenario, de la que BBC Mundo recoge algunos hechos menos conocidos.
1. Las hemorroides de Napoleón
Mientras los soldados se batían cuerpo a cuerpo sobre el terreno, el general francés libraba una lucha más íntima que, según algunos, sería en parte responsable de su derrota final.
Ciertos "biohistoriadores", entre ellos el escritor estadounidense Arno Karlen, creen que Bonaparte lidiaba aquel día con un importante caso de hemorroides que convertían en un infierno hasta la sencilla tarea de subirse a su caballo.
La condición, alegan, le impidió dormir la noche anterior. De modo que, agotado, no atinó con sus órdenes de batalla y terminó perdiéndolo todo.
Sin embargo, se trata de un asunto en el que no hay consenso.

2. Un pago de larga data
Puede que a Wellington no le gustara la vida militar -llamaba a las tropas "la escoria de la Tierra" y al ejército un "mal necesario"- pero la vida de uniforme no le reportó malos dividendos.
Además de la creciente influencia política de que gozó después de la exitosa campaña de Waterloo, a Wellington le quedó una "bonita suma de dinero", como dijera el historiador Paul O'Keffee, autor de "Waterloo: The Aftermath", publicado en 2014.
Según O'Keffe, su tajada de la "gratificación" que Francia pagó tras la derrota representó unos US$5.000.000 en dinero de hoy.
Un exsenador belga le añadió picante a esa cifra cuando aseguró, en 2001, que los descendientes de Wellington seguían cobrando una suma cercana a los US$200.000 todos los años por parte del gobierno belga en agradecimiento a los servicios prestados por su ancestro en Waterloo.
Sin embargo, un abogado de la familia Wellington citado por una nota del diario The Guardian de entonces afirmó que el senador belga había llegado "a las conclusiones incorrectas".

3. No era Waterloo
Ocurre que la batalla de Waterloo no tuvo lugar en Waterloo.
La mayor parte de la acción tuvo lugar unos pocos kilómetros al sur, en la localidad de Braine-l'Alleud et Plancenoit.
Waterloo, hoy una localidad multilingüe de poco más de 30.000 habitantes, fue donde Wellington elaboró su informe de batalla. Así fue como el nombre quedó para la posteridad.
Un error con el que la historia en general parece poder vivir, pero que resulta una piedra en el zapato para historiadores de Braine-l'Alleud et Plancenoit.
"Napoleón nunca puso pie en Waterloo; es un hecho", le dijo el historiador belga Bernard Coppens al periódico The Wall Street Journal a comienzos de este año.
"Y sin embargo (Waterloo) se llevó toda la gloria", se quejó un colega, Eric Meuwissen.
La indignación de los especialistas y de algunas autoridades regionales se volvió cosa seria cuando estas introdujeron una demanda contra una guía de viajes que no había incluido el nombre de la localidad en una edición especial sobre la batalla de Waterloo.
La próxima audiencia tendrá lugar en 2016.

4. Los paraguas prohibidos
Como si se la hubieran llevado consigo los ingleses que estuvieron en la batalla, la lluvia fue lo que Wellington y sus tropas se encontraron aquel mes de junio en Bélgica.
Así que quizás era natural que hubieran llevado también sus paraguas.
Pero resulta que usarlos estaba expresamente prohibido: "no se abrirán paraguas en presencia del enemigo", decían órdenes estrictas a los oficiales en el terreno.
Al parecer, el duque de Wellington no aprobaba su uso en batalla y no permitía que sus comandantes "hicieran el ridículo a los ojos del ejército" blandiendo el inocuo accesorio.

5. Las herraduras de los caballos y las dentaduras de Waterloo
Los dientes de los soldados caídos en batalla y las herraduras de los caballos muertos se encontraban entre los objetos más preciados entre quienes recorrían el campo ensangrentado de Braine-l'Alleud et Plancenoit (decimos, en honor a la precisión) en busca de objetos para saquear tras los sucesos del 18 de junio de 1815.
Eran tiempos de malos hábitos alimenticios y peor higiene bucal, así que un buen juego de dientes se cotizaba alto en el mercado del naciente oficio de dentista.
Hoy se los conoce como "Dentaduras de Waterloo". Y las usó hasta el propio Wellington. Aunque en su caso los dientes reciclados salieron de otra batalla, de la que no se saben detalles.

6. La noticia del siglo sin ningún periodista
Este dato se lo debemos al profesor de historia de la Universidad de Kingston Brian Cathcart y a su artículo de mayo pasado en el periódico The Guardian: ni uno solo de los casi 50 periódicos y semanarios que existían en Londres en 1815 envió a un reportero a cubrir los sucesos de Waterloo.
"No se consideraba parte del trabajo del periodista ser testigo personalmente de los eventos", explica el profesor.
No fue sino hasta tres días después de saldada la batalla que el mensajero de Wellington llegó a Londres con la noticia de la victoria. En el intervalo, toda clase de rumores se tejieron; todos los escenarios se consideraron en calles, teatros y bares, con efecto de pánico o júbilo colectivo.
En cambio no faltaron los turistas. De acuerdo con Paul O'Kefee, comenzaron a llegar la mañana después de la batalla y llegaron a alimentar un comercio considerable de souvenirs.
"Desde insignas para gorras o escarapelas tricolores hasta sables y pistolas podían comprarse de mano de los campesinos de la localidad", dice el especialista.

Y la tradición también se recuerda en el siglo XXI. De acuerdo con el sitio oficial del bicentenario de la batalla de Waterloo -que organiza la recreación de la batalla en Bélgica- un sombrero de Napoleón para niños puede adquirirse por unos US$17, mientras que una medalla conmemorativa cuesta unos US$12.
Los pines de Wellington y Napoleón valen lo mismo: unos US$9.-

20 de junio, DÍA DE LA BANDERA

El 20 de junio de 1820 moría en Buenos Aires Manuel Belgrano en la pobreza extrema, asolado por la guerra civil. Además de ser el creador de la bandera, Belgrano fue uno de los más notables economistas argentinos, precursor del periodismo nacional, impulsor de la educación popular, la industria nacional y la justicia social, entre otras muchas cosas.
Belgrano se había formado en el Colegio de San Carlos y luego en las Universidades de Salamanca y Valladolid, en España. En 1794, asumió como primer secretario del recientemente creado Consulado, desde donde se propuso fomentar la educación. Creó Escuelas de Dibujo, de Matemáticas y Náutica. Se incorporó a las milicias criollas para defender la ciudad durante las invasiones inglesas y fue uno de los más fervorosos defensores de la causa patriótica durante la Revolución de Mayo. Fue vocal de la Primera Junta de Gobierno, encabezó la expedición al Paraguay, durante la cual creó la bandera. En el Norte encabezó el heroico éxodo del pueblo jujeño y logró las grandes victorias de Tucumán, Salta y Las Piedras. Luego vendrían las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma y su retiro del ejército del Norte. En 1816 participó activamente en el Congreso de Tucumán.
Sus incansables preocupaciones abarcaron desde la enseñanza estatal gratuita y obligatoria, hasta la reforma agraria. Infatigable ante los obstáculos encontrados a su paso diría: "Mi ánimo se abatió, y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres que por sus intereses particulares posponían el bien común. Sin embargo, (…) me propuse echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos".

Manuel Belgrano y la bandera argentina
La bandera Argentina nació el 27 de febrero de 1812, mientras se gestaban los aires de independencia de las Provincias unidas del Río de la Plata. Debemos aclarar que la bandera argentina no fue el primer símbolo patrio, ya existían las escarapelas que se usaban continuamente en este período; la primera vez que esta bandera se izó, fue en la iglesia de San Nicolás de Bari, donde hoy encontramos el Obelisco como monumento recordatorio; este suceso tuvo lugar el 23 de agosto de 1812.
La bandera argentina no fue legalizada por un largo período, de todas maneras la Asamblea del año XIII promovió en secreto su uso pero no dictó normas escritas para éste. Recién, tras la declaración de la independencia en 1816, dicha bandera fue adoptada como símbolo patrio por el Congreso el 20 de Julio de ese mismo año, agregándole 2 años más tarde el ya conocido dibujo del Sol.
La jura de la Bandera
Al atardecer del 27 de febrero de 1812, el General Belgrano recorrió las líneas de sus tropas y se dirigió hacia ellas diciéndoles lo importante que era el símbolo que estaban defendiendo y que por ende se debía jurar lealtad hacia él. La bandera argentina debía ser siempre una motivación para defender los intereses y bienes del país.
Fue así, que sobre las barrancas del río Paraná, en aquella jornada, los soldados realizaron la jura de la bandera. Prometieron respetarla, quererla, defenderla y del mismo modo hacerlo con su Nación.
Este emblema está compuesto por tres franjas de igual tamaño, la inferior, la superior ambas de colores celestes, mientras que la central posee el color blanco; el Sol amarillo, que actualmente es de uso corriente, antes era utilizado en las banderas Argentinas destinadas a flamear en conflictos militares. Las medidas oficiales son: 1,40 m de largo x 0,90 m de alto.

 Elección de los colores para la bandera.
Que la bandera argentina esté compuesta por los colores celeste y blanco no es casualidad ni tampoco fue una elección al azar; se han formulado miles de
hipótesis acerca de los mismos. Muchos historiadores atribuyen la elección del celeste y blanco a un sentimiento religioso. Éstos figuran en el manto de
María, virgen a la cual Belgrano le rendía culto. Otros hablan de un tradicionalismo local, el escudo de Buenos Aires lleva los colores cielo y plata y
se piensa que éstos pudieron inspirar el formato de la bandera argentina.
De todas maneras, la gran historia que suele contarse es que Manuel Belgrano,
en medio de una batalla, miró hacia el cielo y quedó fascinado por las tonalidades del mismo; de ahí que trasladó sus colores hacia la bandera que hoy todos conocemos. El problema que surge con respecto al color se establece con el matiz de azul o celeste; muchos aseguran que los colores oficiales de la bandera argentina son celeste claro y blanco, mientras que otros dicen que en realidad el azul se utilizó primero y luego, con el correr del tiempo, su matiz fue aclarándose hasta convertirse en celeste.
Hoy en día, la bandera de nuestra nación flamea con los colores celeste y blanco, el decreto nro 10.302 dictado en 1944 decidió que el color original sea azul cielo sin ningún tipo de alteraciones.

En 1938, el Presidente de la Nación, Roberto Ortiz, dictó la ley 12361 que conmemoraba el 20 de Junio como día de la bandera y por ende se declaraba feriado nacional, homenajeando a Manuel Belgrano quien había fallecido el 20 de Junio de 1820.

Marcha Mi Bandera
http://www.youtube.com/watch?v=iut7hEK0tq8

jueves, 11 de junio de 2015

¡¡Cada día te quiero más!!

Figo, el perro lazarillo que evitó que atropellaran a su dueña.  

Ocurrió en Nueva York; un perro guía se colocó frente a un bus escolar para proteger a su dueña ciega; se mantuvo a su lado mientras un equipo de emergencia los atendía a ambos porque resultaron con una lesión, dijeron las autoridades. 

Tanto el golden retriever Figo, como su propietaria Audrey Stone mejoraban de salud hoy, un día después de que el minibus los golpeara en Brewster, unos 100 kilómetros al norte de Nueva York.
Fotos que difundió la policía mostraban pelo del perro pegado en una de las partes de un neumático delantero, según el periódico Journal News.
"El perro recibió gran parte del impacto'', dijo el jefe de policía de Brewster, John Del Gardo. "Y no quería apartarse de su lado. Se mantuvo junto a ella. Estaba ahí para salvarla''.
El conductor dijo que no vio a la señora ni al perro cuando cruzaban el camino y fue citado por no ceder el paso a un peatón. Los dos niños de prescolar que iban en el vehículo resultaron ilesos.

Paul Schwartz, que administra una gasolinera en la intersección, corrió para prestar ayuda.
"El Perro no quería apartarse de ella'', declaró Schwartz. "Se le encimaba y ella no quería que se fuera tampoco. Ella continuaba gritando'' el nombre de Figo, dijo Schwartz. "Nosotros le decíamos que el perro estaba bien''.
"(Figo) nos permitió que le vendáramos una pata sin ningún problema. El perro ladraba, lloraba o se quejaba. Pero hacía el intento de acercarse a su ama'', dijo Schwartz.
Stone, de 62 años, sufrió fracturas en el tobillo, codo y costillas, así como una lesión en la cabeza y fue hospitalizada el martes, de acuerdo al jefe de policía. Figo fue operado y tiene una férula en la pierna.

Fuente: Agencia A.P

sábado, 6 de junio de 2015

¡¡Ni una menos!! - junio de 2015

La violencia contra la mujer es la mayor prueba de cobardía de un hombre, porque se aprovecha de su fuerza para someter, insultar, burlarse, amenazar, golpear, violar, o asesinar a quien no puede defenderse.
Que vergüenza, que bajeza, que cobardía.
Si alguien dice que te ama, y te lastima... NO TE AMA.
Ni una menos!


Patricia Cuscione
3 de junio de 2015

martes, 2 de junio de 2015

DETALHES...

GAL COSTA & ERASMO CARLOS (1980)
https://www.youtube.com/watch?v=kbMrH_Axlm8

Una persona muere cada seis segundos en el mundo por el cigarrillo

En el Día Mundial sin Tabaco, la impactante cifra fue dada a conocer por la Organización Mundial de la Salud; ocho de cada 10 argentinos desconoce la gravedad del cáncer de pulmón. 

CHICAGO (De un enviado especial).- Cada vez que una persona enciende un cigarrillo, debería contar seis segundos y pensar que en ese tiempo otro fumador falleció a causa de una enfermedad relacionada al consumo de tabaco.
El impactante dato que se brindó el pasado 31 de mayo, al celebrarse el Día Mundial sin Tabaco, fue difundido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que representa casi 6 millones de muertes al año, de las cuales casi 2 millones son por cáncer de pulmón. Y se estima que en 2030 la cifra llegará a más de 8 millones de fallecidos.
Los datos indican que el 40 por ciento de la población mundial de entre 15 y 65 años fuma. En tanto, si bien en la Argentina la cifra bajó en los últimos años debido a campañas sanitarias, avisos en cajas de cigarrillos y veda para fumar en lugares públicos, la cifra de fumadores sigue siendo alta y ronda el 27 por ciento. Eso son unas 9 millones de personas que consumen tabaco, de las cuales 3 millones fuman más de 25 cigarrillos por día. Pero el dato más alarmante es que cada año mueren 40.000 argentinos a causa del tabaquismo.

"Las personas en su mayoría dicen conocer los daños que produce el tabaquismo pero no cree que esos efectos puedan suceder en sus cuerpos y esto tiene mucho impacto sobre todo en los jóvenes", aseguró a LA NACION la médica cardióloga Laura Grynberg, miembro de la Fundación Cardiológica Argentina.
El consumo de tabaco explica casi seis millones de muertes por año en todo el mundo como consecuencia de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas, entre las más importantes. Además, es un factor de riesgo presente en 6 de las 8 principales causas de muerte en el mundo.
La especialista explicó que el consumo de cigarrillos afecta severamente al endotelio, la capa interna que recubre tanto al corazón como a los vasos sanguíneos y que les brinda protección.
Entre las enfermedades relacionadas con el tabaquismo activo y pasivo se encuentran distintos tipos de cáncer (pulmón, esófago, vejiga, riñón, estómago, páncreas), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y enfermedad vascular periférica.

Inicio en el cigarrillo
"Un aspecto preocupante que se observa en todo el país es el descenso en la edad de inicio", sostuvo Grynberg. El mayor porcentaje de adolescentes de nuestro país probó fumar por primera vez entre los 12 y 13 años (44,5%), mientras que un 21,6% lo hizo a los 11 años o menos. Se estima que el 15% del gasto en salud corresponde a enfermedades relacionadas con el tabaquismo activo y pasivo.
Respirar humo de tabaco ajeno incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias entre quienes no fuman. Se calcula que de las 40.000 muertes anuales por tabaquismo en el país, 6000 corresponden a personas que nunca probaron un cigarrillo pero que estuvieron expuestas al humo de un fumador cercano.
Dejar de fumar es, quizá, una de las mayores acciones que un sujeto tabaquista puede realizar por su salud. Está demostrado además que el abandono del consumo de tabaco es siempre beneficioso, sin importar el grado de daño generado en un individuo.

La gravedad del cáncer de pulmón
De todos los tipos de cáncer que existen, el de pulmón es el que más alto grado de mortalidad genera. Pero este dato y la relación del tabaquismo con esa enfermedad parece no conocerse del todo bien, en la Argentina y otros países de América latina.
Según una investigación divulgada por un laboratorio farmacéutico, que incluyó a 3000 participantes adultos de la Argentina, Colombia y México, además del gran desconocimiento respecto al cáncer de pulmón, hay un gran estigma asociado con esa enfermedad.
La encuesta divulgada en la ciudad de Chicago, EE.UU., donde se desarrolla la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), aproximadamente 8 de cada 10 consultados declararon que no sabían nada, o sabían poco, sobre el cáncer de pulmón, una enfermedad que mata más personas que el cáncer de colon, de mama y de próstata, juntos.
Más del 90 % de los consultados cree que fumar es el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón, pero los investigadores afirman que es una realidad que puede afectar a cualquiera. El oncologo italiano Giorgio Scagliotti, de la Universidad de Torino, brindó en ASCO un dato paralizante: entre un 15 a 20 por ciento de los casos positivos en el mundo de esta enfermedad que afecta el sistema respiratorio, se presenta en personas que nunca fumaron.
"El cáncer de pulmón tiene una mortalidad del 80 por ciento, ya que la mayoría de los casos se detecta cuando está en un estadío avanzado (grado 3). Y de ellos, el 95 por ciento son malignos", explicó a LA NACION en una de las ponencias del congreso del cáncer en Chicago.
La enfermedad se puede contraer también por efectos de la contaminación del aire, por alteraciones genéticas, inhalar asbesto, humos de la cocina o el que se respira como fumador pasivo.

Estigmas
Según la encuesta, en comparación con los resultados globales, los participantes latinoamericanos mostraron un mayor estigma asociado con el cáncer de pulmón, así como un menor nivel de apoyo y comprensión.
La mayoría dijo que las personas que tienen cáncer de pulmón se lo han buscado por fumar (73 % en Argentina, 75 % en Colombia y 68 % en México), y dos tercios de los participantes respondió que los enfermos son mayormente, o totalmente, responsables de su cáncer.
A pesar de que la mayoría encuestada señala que no es mucho lo que se puede hacer cuando una persona es diagnosticada con cáncer de pulmón, los especialistas del laboratorio suizo indicaron que se pueden utilizar terapias dirigidas para lograr mutaciones genéticas y tratar la enfermedad.
Y señalaron que los descubrimientos genéticos específicos para el cáncer de pulmón ayudan a personalizar los tratamientos dirigidos a las mutaciones de genes específicos.
Un 85 % de los encuestados reconoció la importancia de dejar de fumar, el 60 % cree en el diagnóstico temprano, 57 % en la buena comunicación entre médico y paciente, y el 55 % en el apoyo de la familia, los amigos y la comunidad.

Por Víctor Ingrassia
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