El doctor Fugazzetta atravesaba una agitada
mañana en su clínica Colesterol y Tiroides. Salía de uno de los ascensores
junto a uno de sus colegas, intercambiando opiniones sobre diferentes casos
médicos.
Una señora, visiblemente inquieta, fue a su
encuentro y le preguntó:-¡Doctor Fugazzetta! ¡Doctor Fugazzetta! Dígame... ¿Cómo salió mi esposo de la operación?
El venerable doctor, notoriamente extrañado
detuvo su marcha, y mirándola con el seño fruncido expresó:
-¡¡¡Operación!!! Pero cómo señora, acaso lo de
su marido no era una autopsia???
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