La muerte, el raro paso
entre
ser hoy y ser pasado,me ha hecho meditar
sobre proyectos postergados.
Caminos inconclusos,
personas
que he olvidado,el gusto por vibrar
al tenue roce de unos labios.
Los divagues de una noche
moldeando
el amor ideal,que supiera compilar
mis manías e ilusiones.
Tras el velo de las sombras,
la
retina alcanzó a ver,aquél tan radiante ser
que ya no era una idea.
Aunque no salga el sol,
si aún
late el corazón,cantaré a viva voz
que te amo.
En el deambular del siglo
la moda
dicta estar vacío;se premia la incoherencia,
se es fiel al sin sentido.
La legión del amor
viene
creciendo y suma amigos,imponiendo otro estilo,
hacer el bien por el bien mismo.
De las mil y una noches,
de bohemia sin cuartel,se alimenta el bello ser
que hoy mi vida anda rondando.
Para hablar con la verdad
y
contarnos sensaciones,apuntando a mejorar,
para amarnos sin temores.
Arturo
Arias Terceiro
29 de
septiembre de 1996
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