Arturito Búsquedas

sábado, 4 de abril de 2015

Martin Luther King (15/01/1929 - 04/04/1968)

Luther King no murió
 Por Alfredo Leuco

Hoy, 4 de abril, se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Martin Luther
King y sin embargo yo creo que no murió. No solo porque vive en el corazón
del pueblo negro de todo el planeta. También porque jamás podría haber sido
elegido un Presidente como Barack Obama en los Estados Unidos si Luther
King no hubiera entregado su vida a la lucha contra todo tipo de
discriminación.
Martin tenía un grave problema: era negro. Se dio cuenta enseguida, apenas
comenzó a caminar las hostiles calles de Atlanta en Georgia. Martin era hijo y
nieto de predicadores bautistas y eso, tal vez, lo ayudó a encontrar su camino
para anunciarle al mundo que la discriminación y el odio racial eran de los
pecados mas grandes y mas mortales. Porque muchos de sus hermanos
negros eran asesinados cruelmente. Habían llegado como esclavos, y seguían
siendo esclavos en los algodonales del sur.
Un día Martin en su seminario leyó un texto que fue como una iluminación. Se
reveló ante sus ojos el pensamiento revolucionario y no violento del Mahatma
Ghandi y enseguida salió al mundo a predicar a favor de la igualdad racial y
social con un arma que creía imbatible: la palabra. Siguió la tradición de
predicador de su padre y su abuelo pero salió de las iglesias y se desparramó
por los barrios y los guetos de la marginalidad. Se convirtió en una suerte de
Ghandi negro. En poco tiempo Martin pasó a ser Martin Luther King, el rey de
la resistencia activa y pacífica. Su figura imponente marchaba por las calles con
pancartas de protesta. Se sentaba en las avenidas.
Un día, una costurera lo marcó para siempre. Era negra pero se llamaba Rosa,
Rosa Park. Volvía de su trabajo con la espalda quebrada de tanto coser horas y
horas y se quedó sentada en el colectivo. No le dio el asiento a un blanco
como era obligación en Alabama y muchos otros estados hasta ese momento.
Aunque usted no lo crea los negros no podían ir a las mismas escuelas o los
mismos baños que los blancos. La idea de que los blancos eran superiores no
solamente pudrió la cabeza podrida de Hitler.
La Rosa negra, la costurera que dio el buen paso, Rosa Park se negó y por lo
general cuando uno se niega a lo establecido desata una pequeña revolución.
Porque le dice que no a la injusticia. Su cuerpo se quedó sentado pero su
dignidad se puso de pié, erguida y desafiante. Cuestionó una orden, una
reglamentación del tiempo de las cavernas. La Rosa negra fue encarcelada por
semejante desafío a la autoridad blanca. Y Martin Luther King y sus muchachos
iniciaron un boicot feroz contra el transporte público hasta que un año después
los soberbios fascistas se dieron por vencidos.
El histórico capo autoritario del FBI, Edgard Hoovert persiguió a Martin por
cielo y tierra. Lo acosó con fotos y pinchaduras de teléfonos.
Los nazis del Ku Klux Klan pusieron una bomba en la casa de Martin. ¿Y el
como reaccionó? Salió a poner la otra mejilla. Como un Jesucristo negro. Pero
se recibió de mito en aquel agosto de 1963, una marea humana de mas de
250 mil personas marcharon sobre Washington y el mundo se conmovió.
Aquel discurso es una pieza literaria memorable cargada del mejor de los
combustibles llamado esperanza. Esa bandera hecha de palabras anunciadoras
de los nuevos vientos dijo:
“Yo aún tengo un sueño de raíces profundas. Todos los hombres han nacido
iguales. Y sueño que un día, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de
los antiguos dueños de esclavos, puedan sentarse juntos en la mesa de la
fraternidad”.
Aquel día, hace mas de medio siglo, un tal Barack Obama comenzaba a ser el
primer presidente negro de los Estados Unidos. Martin mostró su sabiduría
cuando dijo:
“Nadie se nos puede subir encima si no encorvamos la espalda”.
Otra:
“Tendremos que arrepentirnos en esta generación, no tanto de la gente
perversa, sino de los pasmosos silencios de la gente buena”.
De hecho el racismo no terminó. La ultraderecha sigue acusando a Obama de
no ser norteamericano y utiliza caretas de mono para burlarse del presidente.
La desocupación entre los afroamericanos es el doble que la de los blancos y
en Europa está infectado de “Lepenes” musolinianos.
Luther King recibió el premio nobel de la paz. Pero Martin se recibió de mártir
en Memphis, Tenesse, en 1968. Iba a sumarse a una protesta de los
basureros. Salió del hotel a las seis de la tarde y una maldita bala de fusil se le
clavó en la yugular. Martin Luther King pasó a ser una leyenda con solo 39
años.Su vida dejó de ser pero sus ideas se quedaron a vivir para siempre y se
derramaron por el planeta. El predicador predicó con el ejemplo. Paz,
resistencia y palabras contra el odio, la discriminación y las armas.
Martin se había dado cuenta al poco tiempo de nacer que tenía un grave
problema: era negro. Aquella tarde negra fue asesinado por ser negro. Y el
cielo se puso negro y las lágrimas también."

No hay comentarios: