Nacer sin el sentido de la vista o quedar invidente
por alguna enfermedad o accidente provoca una serie de problemas para las
personas, en un mundo que no está preparado para los ciegos. Si bien existen
sistemas especiales como el Braille, el cerebro de los invidentes logra
adaptarse para que las discapacidades visuales no sean un tremendo obstáculo
para la vida.
Hoy, vamos a contarte cosas asombrosas sobre el cerebro de las
personas ciegas que seguro no conoces.
5. El cerebro se reorganiza y se potencia
El cerebro de las personas ciegas, ya sea de
nacimiento o durante la infancia o adultez, tiende a “re-cablearse. Así,
potencia sus capacidades utilizando áreas que normalmente usamos para funciones
visuales. Esto se debe a que las diferentes zonas del cerebro están
interconectadas y, gracias a la llamada neuroplasticidad, son capaces de
adquirir nuevas funciones o modificar las existentes. Por ejemplo, una persona
vidente es capaz de reconocer e interpretar 10 sílabas por segundo, mientras que
una persona ciega reconoce 25, lo que demuestra como el cerebro se potencia
para corregir deficiencias.
4. La corteza visual adquiere funciones auditivas
En Israel, se realizó un estudio en el que, se
asoció ciertos sonidos con diferentes objetos, con la idea de que los
reconocieran al escucharlos. Una vez que las personas invidentes lograron
reconocer los sonidos, se les hizo una resonancia, durante la cual se
reprodujeron los audios estudiados. Los científicos vieron cómo las zonas del
cerebro normalmente asociadas a la visión trabajan para convertir el sonido en
concepto o imagen.
3. El cerebro se estimula con la luz, pese a que no
la ven
Ya sea en casos de pérdida parcial de la visión, y
también en quienes son completamente invidentes, la luz tiene un efecto por
sobre su cerebro. La retina, por más dañada y poco funcional que esté, igual
tiene receptores de luz que, al sentir el más mínimo estímulo, alertan y ponen el
cerebro en acción, activando una serie de funciones cognitivas que se realizan
durante el día, siguiendo el ritmo circadiano.
2. El sentido del tacto estimula a la corteza
visual
Muchos ciegos tocan rostros u objetos para
reconocerlos, utilizando para ello el sentido del tacto, que envía señales al
cerebro, las que son decodificadas en la corteza visual. Esa zona, que
usualmente usamos para convertir lo que nuestro ojo ve en una imagen, se
reentrena para decodificar lo que se toca. Quienes utilizan el sistema Braille
identifican las letras y conceptos de esa manera.
1. Interpreta el eco para distinguir obstáculos
En vez del famoso bastón, existe un método que
algunos ciegos utilizan para caminar por las calles, sin chocar con obstáculos.
Se trata de la ecolocación humana, para la que se utiliza la zona del cerebro
que el resto utiliza para la visión. Tras un entrenamiento, la persona emite
sonidos especiales desde su boca, chocando la lengua contra el paladar. El oído
interpreta el eco cuando ese ruido rebota contra un obstáculo y sabe cuáles
evitar y qué caminos están libres.
Fuente: Ojo Científico
lunes, 26 de junio de 2017
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