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sábado, 29 de septiembre de 2018

Contra el sedentarismo: convertí el ejercicio en tu héroe

Hay personas que las únicas cuadras que caminan por día son las que las separan de donde estacionaron el auto. Que se mueven lo mínimo indispensable a pie. Y que se enfurecen cuando deben dejar su vehículo lejos… Todo eso, por no hablar de los que ni siquiera se mueven dentro de su casa, y su única acción es apretar los botones del control remoto. El sedentarismo, cada vez más, es una epidemia de nuestra sociedad.
Según me cuenta la doctora Silvina Rangel, directora de la clínica de neurorrehabilitación La Fontana/Deepark en La Plata, un paper de la Universidad de Harvard demostró que las escuelas que impartían 45 minutos diarios de actividad física lograron bajar de 30 a 3% el índice de obesidad de sus alumnos. "¡Imaginemos estos beneficios a largo plazo!", se entusiasma la especialista, que agrega que el ejercicio además modifica las conexiones neuronales en el cerebro, aumentando considerablemente el rendimiento cognitivo. "Si los adultos mayores practicaran 30 minutos diarios de ejercicio cuatro días a la semana, retrocederían su declive cognitivo por 10 años y reducirían 50% la posibilidad de padecer enfermedades psiquiátricas". Una apuesta que vale la pena hacer, ¿no?

Puesta en práctica en una escuela, además, la vida en movimiento tiene el bellísimo efecto secundario de disminuir el bullying y la violencia; y entre los adultos actúa como el mejor de los medicamentos contra la ansiedad, la depresión, el insomnio y el estrés, grandes males de nuestra época. "Estamos frente a un verdadero héroe y aliado, un remedio que no necesita receta, es gratis y no posee efectos adversos".
Hacer ejercicio no es el único camino al bienestar. De complementarse con otras técnicas como mindfulness, yoga, tai chi o meditación (entre muchas otras disciplinas alternativas) podría lograrse un resultado más integral para nuestra salud. "Y para disfrutar este inconmensurable beneficio no es necesario que te internes en el Himalaya ni te rapes la cabeza", alienta la doctora. Por ejemplo, 15 minutos diarios de mindfulness, esa búsqueda de conciencia plena en el aquí y el ahora, son suficientes para disminuir la ansiedad, mejorar el humor y la respuesta inmune frente a infecciones. La respiración profunda abdominal, realizada tres veces al día, brinda un descanso gratuito al estrés diario. "Tenemos tesoros de la felicidad a nuestro alrededor y nos cuesta apreciarlos –apunta–. Cuando lo damos por hecho, lo bueno pierde valor". Y es algo que suele suceder mucho con la salud.
Podría pensarse que como entrenador personal soy caro, pero suelo decirles a mis alumnos que mucho más caro será cuando pierdan su salud y deban empezar a gastar en tratamientos. Así que hoy vuelvo a incitarte a empezar una vida en movimiento. ¿O realmente necesitás esperar a que algo te pase para empezar a sentirte vivo?

Por Daniel Tangona. Para LA NACION

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