Sin decir nada
Volvió una noche, sin previo aviso,
como si nada;
traía en los ojos Su avidez clásica,
y algunos sueños de antigua data.
La miré absorto,
la vi radiante,
no dije nada.
Me habló de todo, preguntó todo,
como si nada;
mientras un ángel Violín en mano,
recreaba ambientes de vieja data.
La vi en mis brazos,
me vi en su cuerpo,
solté una lágrima.
Nostalgias que golpean
en el desandar de un día;
amor que has hecho mella
hasta en mi más íntima fibra.
Momentos que el destino
los disfraza de recuerdos;
vivencias que es en vano,
no prescriben con el tiempo.
Café y masitas, candor y afectos
de antigua data;
pautaba todo, trazaba planes,
metas afines como si nada.
Por un instante,
me vi en su vida,
la vi en mi alma.
Con un suspiro callé sus labios
ya de mañana;
mientras el ángel seguía ensayando
sus melodías de vieja data.
Y sollozando me fui en silencio,
diciendo mucho,
sin decir nada.
ARTURO ARIAS TERCEIRO
Noviembre 12 de 2000
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario