Arturito Búsquedas

jueves, 29 de noviembre de 2018

Los Duendes maléficos de la Torre del Fantasma en La Boca

En el barrio de la Boca, en la calle Almirante Brown, se encuentra una curiosa torre en medio de la arquitectura más clásica de la calle.
La historia de este edificio comienza en 1908. María Luisa Auvert Aurnaud, una rica descendiente de catalanes, decidió invertir en una torre para luego alquilar los distintos espacios. Pero la joven mujer, al sentirse tan feliz por la apariencia extraordinaria y bien catalana de la torre terminada (Guillermo Álvarez fue el arquitecto) decidió instalarse allí. Terminó de perfeccionar el estilo de su nueva casa con mobiliario que hizo traer directamente desde Cataluña.
Sin embargo, un año después, decidió irse del lugar. Según cuentan, ella no soportaba más las críticas de los vecinos que se quejaban porque ella era muy ruidosa...
La torre de la Boca retomó entonces la idea original: se transformó en un edificio que alquilaba estudios y talleres a artistas y residencias de departamentos. Entre los locatarios estaba Clémentine, una pintora que vivía en el último piso. Un día, una periodista llegó para entrevistarla y sacó algunas fotos; pero al parecer cuando se revelaron, se dio cuenta de que aparecían en las imágenes unos extraños pequeños duendes… Intrigada, la periodista decidió volver a visitar a Clémentine, pero ya era tarde, ésta se había lanzado desde la ventana al vacío, poco después de la entrevista.
El motivo de este suicidio, misterioso para muchos, resulta evidente para la propietaria. Ella explicó entonces que había pasado por lo mismo: un acoso constante de los duendes ruidosos y maléficos, que habrían venido junto con el envío de los muebles desde Cataluña. Ella había podido escapar de este agobio al mudarse pero Clémentine no tuvo la misma suerte, ya que según la dueña, habrían sido los duendes los que empujaron a la joven artista por la ventana.
La leyenda cuenta que los duendes siguen ocupando el último piso de la torre, haciendo ruido y agitando cosas, y acompañados de los pasos del fantasma atribulado de Clémentine…

(Fuente: Clarín)

No hay comentarios: