Un caballo estaba amarrado, vino un demonio y lo soltó.
El caballo se metió a la finca de unos campesinos y comenzó a comerse la siembra.
El dueño de la finca tomó su rifle y mató al caballo.
Entonces el dueño del caballo, tomó su rifle y mató al dueño de la finca.
La mujer del dueño de la finca, mató al dueño del caballo.
Entonces el hijo del dueño del caballo mató a la mujer.
Los vecinos enardecidos mataron al muchacho y quemaron su casa.
Entonces le preguntaron al demonio:
- ¿Por qué hiciste eso a todos?
El demonio respondió:
- Yo sólo solté al caballo.
Moraleja: el diablo hace cosas simples porque sabe que solitos haremos el resto.
Es bueno pensar antes de actuar, no sea que una cosa sin importancia cause mucho daño...
sábado, 30 de noviembre de 2019
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