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jueves, 30 de noviembre de 2017

El dragón - Ray Bradbury

La noche soplaba en el escaso pasto del páramo. No había ningún otro movimiento. Desde hacía años, en el casco del cielo, inmenso y tenebroso, no volaba ningún pájaro. Tiempo atrás, se habían desmoronado algunos pedruscos convirtiéndose en polvo. Ahora, sólo la noche temblaba en el alma de los dos hombres, encorvados en el desierto, junto a la hoguera solitaria; la oscuridad les latía calladamente en las venas, les golpeaba silenciosamente en las muñecas y en las sienes.
Las luces del fuego subían y bajaban por los rostros despavoridos y se volcaban en los ojos como jirones anaranjados. Cada uno de los hombres espiaba la respiración débil y fría y los parpadeos de lagarto del otro. Al fin, uno de ellos atizó el fuego con la espada.
—¡No, idiota, nos delatarás!
—¡Qué importa! —dijo el otro hombre—. El dragón puede olernos a kilómetros de distancia. Dios, hace frío. Quisiera estar en el castillo.
—Es la muerte, no el sueño, lo que buscamos…
—¿Por qué? ¿Por qué? ¡El dragón nunca entra en el pueblo!
—¡Cállate, tonto! Devora a los hombres que viajan solos desde nuestro pueblo al pueblo vecino.
—¡Que se los devore y que nos deje llegar a casa!
—¡Espera, escucha!
Los dos hombres se quedaron quietos.
Aguardaron largo tiempo, pero sólo sintieron el temblor nervioso de la piel de los caballos, como tamboriles de terciopelo negro que repicaban en las argollas de plata de los estribos, suavemente, suavemente.

         —Ah… —el segundo hombre suspiró—. Qué tierra de pesadillas. Todo sucede aquí. Alguien apaga el Sol; es de noche. Y entonces, y entonces, ¡oh, Dios, escucha! Dicen que este dragón tiene ojos de fuego y un aliento de gas blanquecino; se le ve arder a través de los páramos oscuros. Corre echando rayos y azufre, quemando el pasto. Las ovejas aterradas, enloquecen y mueren. Las mujeres dan a luz criaturas monstruosas. La furia del dragón es tan inmensa que los muros de las torres se conmueven y vuelven al polvo. Las víctimas, a la salida del Sol, aparecen dispersas aquí y allá, sobre los cerros. ¿Cuántos caballeros, pregunto yo, habrán perseguido a este monstruo y habrán fracasado, como fracasaremos también nosotros?

         —¡Suficiente, te digo!

         —¡Más que suficiente! Aquí, en esta desolación, ni siquiera sé en que año estamos.

         —Novecientos años después de Navidad.

         —No, no —murmuró el segundo hombre con los ojos cerrados—. En este páramo no hay Tiempo, hay sólo Eternidad. Pienso a veces que si volviéramos atrás, el pueblo habría desaparecido, la gente no habría nacido todavía, las cosas estarían cambiadas, los castillos hno tallados aún en las rocas, los maderos no cortados aún en los bosques; no preguntes cómo sé; el páramo sabe y me lo dice. Y aquí estamos los dos, solos, en la comarca del dragón de fuego. ¡Que Dios nos ampare!

         —¡Si tienes miedo, ponte tu armadura!

         —¿Para qué? El dragón sale de la nada; no sabemos dónde vive. Se desvanece en la niebla; quién sabe a dónde va. Ay, vistamos nuestra armadura, moriremos ataviados.

         Enfundado a medias en el corselete de plata, el segundo hombre se detuvo y volvió la cabeza.

         En el extremo de la oscura campiña, henchido de noche y de nada, en el corazón mismo del páramo, sopló una ráfaga arrastrando ese polvo de los relojes que usaban polvo para contar el tiempo. En el corazón del viento nuevo había soles negros y un millón de hojas carbonizadas, caídas de un árbol otoñal, más allá del horizonte. Era un viento que fundía paisajes, modelaba los huesos como cera blanda, enturbiaba y espesaba la sangre, depositándola como barro en el cerebro. El viento era mil almas moribundas, siempre confusas y en tránsito, una bruma en una niebla de la oscuridad; y el sitio no era sitio para el hombre y no había año ni hora, sino sólo dos hombres en un vacío sin rostro de heladas súbitas, tempestades y truenos blancos que se movían por detrás de un cristal verde; el inmenso ventanal descendente, el relámpago. Una ráfaga de lluvia anegó la hierba; todo se desvaneció y no hubo más que un susurro sin aliento y los dos hombres que aguardaban a solas con su propio ardor, en un tiempo frío.

         —Mira… —murmuró el primer hombre—. Oh, mira, allá.

         A kilómetros de distancia, precipitándose, un cántico y un rugido: el dragón.

         Los hombres vistieron las armaduras y montaron los caballos en silencio. Un monstruoso ronquido quebró la medianoche desierta y el dragón, rugiendo, se acercó y se acercó todavía más. La deslumbrante mirilla amarilla apareció de pronto en lo alto de un cerro y, en seguida, desplegando un cuerpo oscuro, lejano, impreciso, pasó por encima del cerro y se hundió en un valle.

         —¡Pronto!

         Espolearon las cabalgaduras hasta un claro.

         —¡Pasará por aquí!

         Los guanteletes empuñaron las lanzas y las viseras cayeron sobre los ojos de los caballos.

         —¡Señor!

         —Sí; invoquemos su nombre.

         En ese instante, el dragón rodeó un cerro. El monstruoso ojo ambarino se clavó en los hombres, iluminando las armaduras con destellos y resplandores bermejos. Hubo un terrible alarido quejumbroso y, con ímpetu demoledor, la bestia prosiguió su carrera.

         —¡Dios misericordioso!

         La lanza golpeó bajo el ojo amarillo sin párpado y el hombre voló por el aire. El dragón se le abalanzó, lo derribó, lo aplastó y el monstruo negro lanzó al otro jinete a unos treinta metros de distancia, contra la pared de una roca. Gimiendo, gimiendo siempre, el dragón pasó, vociferando, todo fuego alrededor y debajo: un sol rosado, amarillo, naranja, con plumones suaves de humo enceguecedor.

         —¿Viste? —gritó una voz—. ¿No te lo había dicho?

         —¡Sí! ¡Sí! ¡Un caballero con armadura! ¡Lo atropellamos!

         —¿Vas a detenerte?

         —Me detuve una vez; no encontré nada. No me gusta detenerme en este páramo. Me pone la carne de gallina. No sé que siento.

         —Pero atropellamos algo.

         El tren silbó un buen rato; el hombre no se movió. Una ráfaga de humo dividió la niebla.

         —Llegaremos a Stokely a horario. Más carbón, ¿eh, Fred?

         Un nuevo silbido, que desprendió el rocío del cielo desierto. El tren nocturno, de fuego y furia, entró en un barranco, trepó por una ladera y se perdió a lo lejos sobre la tierra helada, hacia el norte, desapareciendo para siempre y dejando un humo negro y un vapor que pocos minutos después se disolvieron en el aire quieto.

Los chicos que atentaron contra Julio A. Roca

En el verano de 1891, tres adolescentes se apostaron a dos cuadras de la Casa Rosada y dispararon al carruaje en que pasaba el entonces ministro de Interior; estuvo involucrado un hermano de Alfredo Palacios. 
Por Daniel Balmaceda.  Para LA NACION.

Como tantos otros inmigrantes, la familia Zambrizzi arribó a nuestro país atraída por la promesa de trabajo y progreso. Llegaron en 1889 desde el pueblo de Tizano, en Lombardía, Italia, y se instalaron en Barracas.
La situación política del país era compleja y se vivía una crisis económica. En 1890 se produjo la Revolución del Parque, que tuvo dos grandes consecuencias: el nacimiento de la Unión Cívica Radical y la renuncia del entonces presidente Miguel Juárez Celman, quien fue reemplazado por Carlos Pellegrini.

Tomás, hijo de José Zambrizzi, de oficio carrero, consiguió un trabajo como aprendiz en una talabartería de la calle Artes (actual Pellegrini) y Tucumán. Tenía 14 años. Durante una de las comidas cotidianas que se hacían en el negocio para ahorrar, uno de los comensales comentó que alguien debería matar a Roca por ser el causante de los males económicos del país y por haber provocado la renuncia de Juárez Celman para acumular poder.
El comentario no pasó desapercibido para el joven Zambrizzi, quien siguió escuchando atento al interlocutor que, muy convencido, agregó que lo ideal sería que el asesinato lo cometiera un menor porque, en caso de ser apresado, los “cívicos” conseguirían su libertad y hasta, tal vez, le pagaran.
Tomás comentó esta idea con su hermano (se llamaba Eduardo) y con su amigo Octavio Palacios, hermano de Alfredo Palacios. Los tres comenzaron a urdir un plan.

Lo que parecía una travesura de chicos empezó a tomar otro tenor cuando Leandro Alem, uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical, recibió en su casa una carta anónima en la que se le pedía un consejo sobre cómo matar a Roca. Alem desestimó la carta por considerarla obra de algún loco. Mientras Alem no se tomaba en serio el asunto, los hermanos Zambrizzi y Palacios lograron comprar un revólver Bull-dog 9 milímetros.
El 19 de febrero de 1891, pasadas las seis de la tarde, el ministro de Interior, general Julio A. Roca, se retiró de la Casa de Gobierno luego de una larga reunión de gabinete. Subió a su carruaje victoria junto con Gregorio Soler y tomaron la calle 25 de Mayo hacia el norte. Al llegar a Cangallo (actual Perón), se escuchó un disparo. Roca le informó a Soler que lo habían herido. Pero no fue así. El proyectil perforó el panel trasero del carruaje, ingresó a la caja, atravesó el forro de crin del asiento y se amortiguó entre los resortes del respaldo. Apenas lastimó la espina dorsal del ministro.
Roca bajó del carruaje, desenvainó el estoque que portaba y comenzó a correr como pudo al agresor. Unos policías detuvieron a Tomás, quien había cumplido quince años el 25 de diciembre. Aunque se encarceló a veintiséis personas y hasta se decretó el estado de sitio en la ciudad, sólo tres quedaron detenidos: los chicos Zambrizzi y Palacios.
Tomás y Eduardo Zambrizzi fueron liberados el 5 de junio, también Octavio Palacios, y luego sobreseídos por el juez Saavedra, en cuya sentencia argumentó que estaban exentos de responsabilidad y sanción en razón de su edad.
El carruaje victoria en el que viajaba Roca aquel 19 de febrero aún se conserva en el Complejo Museográfico Enrique Udaondo de la ciudad de Luján. En el coche, aunque restaurado, se puede ver el impacto de la bala que disparó un niño al que le habían llenado la cabeza de falsos ideales...

(Jorge L. Icardi, Reportero Internacional...)

Síndrome de Sjögren

¿Qué es?
El síndrome de Sjögren es una enfermedad que afecta las glándulas que producen humedad. A menudo causa resequedad en la boca y en los ojos.
?Los síntomas principales del síndrome de Sjögren son resequedad en los ojos y la boca, aunque también puede causar resequedad en otras partes que necesitan estar húmedas, tales como la nariz, la garganta y la piel.
 La mayoría de las personas con el síndrome de Sjögren tiene más de 40 años y nueve de cada 10 son mujeres.

?El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmunitaria. En el caso del síndrome de Sjögren, el sistema inmunológico ataca las glándulas que producen lágrimas y saliva.
?Los médicos diagnostican el síndrome de Sjögren mediante el uso de antecedentes médicos, examen físico, algunos exámenes de los ojos y la boca, y análisis de sangre.
?El tratamiento es diferente para cada persona y depende de qué partes del cuerpo se ven afectadas, y tiene como propósito principal eliminar los síntomas.
?Vivir con el síndrome de Sjögren puede ser más fácil con el buen cuidado de los ojos y de la boca, protección de la voz y saber qué medicamentos causan resequedad.
El síndrome de Sjögren (se pronuncia chogren) también es una enfermedad reumática, que puede afectar a:
a). Las articulaciones.
b). Los tendones.
c). Los ligamentos.
d). Los huesos.
e). Los músculos.
Las señales y síntomas de las enfermedades reumáticas pueden incluir:
?enrojecimiento o calentamiento
?inflamación
?dolor
?pérdida de su función.

Síndrome de Sjögren primario frente al síndrome de Sjögren secundario
Los médicos describen dos tipos de síndrome de Sjögren:
?El tipo primario: ocurre si no se tiene otra enfermedad reumática.
?El tipo secundario: ocurre si ya tiene otra enfermedad reumática, como la artritis reumatoidea (RA, por sus siglas en inglés), el lupus eritematoso sistémico (SLE, por sus siglas en inglés), la esclerodermia o la polimiositis.

Síntomas
La resequedad de la boca y los ojos es el síntoma más común de este síndrome.
a). Síntomas oculares:
• Ardor en los ojos
•Sensación de que algo está en el ojo
b). Síntomas de la boca y la garganta:
• Dificultad para deglutir o comer
• Pérdida del sentido del gusto
•Dificultad para hablar
•Saliva espesa o en hilos
•Dolor o úlceras bucales
• Ronquera
Otros síntomas pueden abarcar:
• Fatiga
•Fiebre
•Cambio en el color de las manos o de los pies
• Dolor articular o inflamación articular
• Ganglios inflamados

 Pruebas y exámenes   
Un examen físico revela ojos y boca resecos. Pueden presentarse úlceras bucales debido a dicha resequedad de la boca.

Exámenes:
• Examen de Schirmer
•Examen de anticuerpos antinucleares (AAN) positivo
• Biopsia de glándulas salivales
• Factor reumatoideo (posible)
• Examen de las lágrimas
• Examen con lámpara de hendidura con tinción de rosa de bengala

 Tratamiento   
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas. La resequedad en los ojos se puede tratar con lágrimas artificiales, ungüentos lubricantes para los ojos o ciclosporina líquida. Se pueden colocar tapones diminutos en los conductos de drenaje de las lágrimas para ayudar a que éstas permanezcan sobre la superficie del ojo.
Los fármacos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés) similares a los usados para la artritis reumatoidea pueden mejorar los síntomas del síndrome de Sjögren. Éstos incluyen fármacos inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNT).
Tomar un poquito de agua a lo largo del día y masticar goma de mascar sin azúcar puede ayudar a aliviar la resequedad en la boca. Evite los medicamentos que puedan causar resequedad en la boca, como los antihistamínicos y los descongestionantes. Evite también el alcohol.
Consultar con el odontólogo acerca de:
•Soluciones para reponer minerales en los dientes
•Sustitutos de la saliva
•Fármacos que les ayuden a las glándulas salivales a producir más saliva
El cepillado frecuente de los dientes, el uso de hilo dental y las revisiones dentales periódicas pueden prevenir las caries dentales severas causadas por la resequedad de la boca.
Los síntomas de artritis comúnmente se tratan con antinflamatorios no esteroides (AINES) y fisioterapia.

 Pronóstico   
La enfermedad por lo general no es potencialmente mortal y el pronóstico depende de qué otras enfermedades tenga usted.
Existe un aumento del riesgo de linfoma.

Posibles complicaciones   
• Insuficiencia renal (rara)
•Linfoma
•Infección pulmonar
•Vasculitis (rara)

Fuente: http://www.funsepa.net/medlineplus/spanish/ency/article/000456.htm

¿Sabés quién fue Francisco Gatti?

"En homenaje a la memoria del ilustre tiflopedagogo, FRANCISCO GATTI, se impuso su nombre a la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº 37" de Capital Federal.

Era un inmigrante italiano, ciego, que arribó a nuestro país en 1892, dedicándose a organizar una pequeña escuela, recorriendo hospitales, asilos y viviendas, en busca de niños ciegos.
La ley de educación no contemplaba una enseñanza pública para estos alumnos; además de requerir obstinadamente recursos, voluntades para su obra, se le asigna la dirección de la escuela que funcionaba anexo al Asilo de Huérfanos, desde 1887. Ofrecía además de la enseñanza primaria, cursos de solfeo y piano. A los varones enseñaba el oficio de tornero y a fin de facilitar el intercambio con los videntes, escritura a lápiz en aparatos especiales. A fines de 1901, el profesor se separa de la entidad, proponiendo para su reemplazo a dos de sus mejores alumnos: Ángela Arce y Alejandro Balcarce, quienes cumplieron su cometido durante varios años. El profesor Gatti continúa trabajando en beneficio de la institución. El 24 de mayo de 1909, se nacionalizó la escuela Gatti, donde se preparaba a niños de ambos sexos, quienes cursaban clases elementales y de preparación para ingresar en la Escuela Normal de la Nación, de acuerdo con los programas y textos vigentes. Además, se enseñaba teoría, solfeo, canto, piano, violín, arpa y otros instrumentos. Se dictaba cursos de armonía, contrapunto y composición musical. También se abre un taller de cestería y otro de encuadernación, a fin de que puedan tener un trabajo lucrativo, que les permita vivir del esfuerzo de sus propias actividades, emancipándose de la tutela de la sociedad. Para las niñas, taller de costura, tejidos a mano y todas las labores de acuerdo a sus posibilidades y la demanda del público. Por razones de índole no bien precisada, se nombra directora de la institución a la Srta. Eva San Román, designándose a Gatti como Vicedirector. El Instituto se trasladó posteriormente a la calle Rivadavia 6293, donde cumplió sus funciones hasta 1937.
En 1910, se nombra a Gatti profesor superior de piano, cargo que conservó hasta 1915; en este momento la comisión de la Institución Argentina de Ciegos, a cargo de la escuela, suprime la vice-dirección. En 1916, se lo nombra maestro de clase nocturna y profesor de musicografía braille, cargos que conservó hasta su jubilación.
El 25 de marzo de 1941, fallece el director propietario de la primera escuela pública para ciegos en la Argentina. La escuela, después de funcionar en distintos barrios de la Capital. Desde 1990, tiene su sede propia en la
Avda. Independencia 672, donde se imparte la enseñanza a través de talleres de formación laboral, socialización, culturales y rehabilitación.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Lisa y llanamente, ¡¡¡UN GRANDE!!!

CHICO NOVARRO - Cuenta Conmigo 
https://youtu.be/z9r0sSnPsbc

EL DÍA QUE ME QUIERAS - DE AMADO NERVO

El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas, y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.

Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.

El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.

Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!

Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.

El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.

El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.

Fuente: http://librodelaliteraturauniversal.blogspot.com.ar/

El colirio que consigue tratar la degeneración macular sin inyecciones

Gracias a este descubrimiento de una científica inglesa, los pacientes sufrirán menos efectos secundarios en su tratamiento.
por Manuel Oliva (@_Manolain) 

La degeneración macular es un mal que afecta al 1,5% de la población española (700.000 casos) y al 5,3% de los individuos con más de 50 años. Esta patología es la principal causa de ceguera en personas que han rebasado la mitad de siglo. Se produce cuando los vasos sanguíneos próximos al ojo se ven dañados. Estas venas se encargan de transportar la sangre hasta la mácula, una parte de la retina clave en la zona central de visión del ojo.
Los pacientes afectados por degeneración macular presentan problemas como la percepción distorsionada de líneas rectas, fallos en la estimación de las distancias y las alturas, visión borrosa e incluso una mancha negra en la zona central de la visión en los casos más graves. Hasta ahora, el único tratamiento que funcionaba era administrado mediante inyecciones. Primero se aplicaban gotas para dilatar la pupila, y posteriormente se inyectaba en el ojo un compuesto antiangiogénico, que previene el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que son los que producen la ceguera.
Tras una investigación realizada por científicos de la Universidad de Birmingham, hay una alternativa. Gracias a un péptido penetrante de células, este mismo medicamento se puede aplicar en el globo ocular mediante gotas. Esto facilita el tratamiento, lo abarata, y lo hace menos nocivo para la salud.
La científica británica Felicity de Cogan, que trabaja en el Instituto de Inflamación y Envejecimiento del centro universitario británico, defiende que su descubrimiento "tiene el potencial de conseguir un impacto significante en el tratamiento de la degeneración macular mediante una revolución en las opciones de suministro de fármacos". "La aplicación del fármaco auto-administrado por gotas en los ojos podría conducir a una reducción significativa de los resultados adversos y de los costos de atención de la salud en comparación con los tratamientos actuales", concluye De Cogan.

LA IMPORTANCIA DE VENIR DE BUENA FAMILIA...

En un pueblo muy pequeño, murió un intelectual famoso. Después de un tiempo, el grupo de amigas de la viuda insistió en que ella debía casarse de nuevo.
Dado lo pequeño del pueblo, el único candidato era el plomero.
Renuente y acostumbrada a vivir con un estudioso, no quería, pero la viuda  finalmente y ante las insistencias aceptó.
Se celebró el matrimonio y ya instalados, el viernes por la noche, el nuevo marido le dijo a la ex viuda:
-Mi madre siempre dijo que al comienzo de sábado es un precepto hacer sexo para empezar un buen fin de semana...
Y lo hicieron.
En el atardecer del sábado, después de haber tenido un buen día, él dijo:
-Según mi padre, es un precepto hacer sexo antes de cenar...
Y lo hicieron de nuevo.
Una vez en la cama para dormir, él dijo:
-Mi abuelo dijo que siempre se debe hacer sexo en la noche del sábado...
Y lo hicieron otra vez.
Al despertar en la mañana del domingo él le dijo:
-Mi tía dice que nadie puede ir a misa sin antes tener buen sexo...
Y lo hicieron una vez más.
Ese domingo, cerca del mediodía, la ex viuda fue al mercado y se encontró con una de sus amigas. La mujer le preguntó:
-¿Y qué tal tu nuevo marido?
-Bueno... mirá, intelectual, intelectual, realmente no es.
Pero la verdad, ¡¡¡viene de una familia maravillosa!!!

Budín de pan en 5 pasos

Ingredientes
 Pan 500 grs.
 Leche 1 lt.
 Huevos 6 unid.
 Azúcar 250 grs.
 Esencia de vainilla 1 cdita.
 Ralladura de limón C/N
 Rhum 1 cda.
 Pasas de uva 100 grs.
 Nueces 100 grs.
 Azúcar para caramelo C/N

Procedimiento
Paso 1: acaramelar la budinera
Hacer un caramelo en una sartén. Colocar el azúcar de a poco y a medida que se va derritiendo revolver con una cuchara de madera e ir agregando más azúcar. Cocinar hasta que tome color dorado claro. Recordemos que si el caramelo se hace solo a partir de azúcar lo podemos revolver con tranquilidad, pero que si le ponemos agua, no debemos tocarlo para evitar que cristalice.
Acaramelar un molde de 30 cm de diámetro y dejar enfriar sobre la mesada.

 Paso 2: remojar el pan en la leche
Sacarle la corteza al pan, cortarlo en cubos y remojarlo en la leche tibia.

 Paso 3: hacer la mezcla de budín de pan
En un bowl mezclar los huevos con el azúcar y la esencia de vainilla. Agregar la mezcla de pan y leche, las nueces picadas gruesas y las pasas remojadas en rhum. Volcar la preparación sobre el caramelo frío.

 Paso 4: cocinar
Cocinar a baño maría por una hora aproximadamente.

Paso 5: dejar enfriar y desmoldar
Sacar del horno, dejar enfriar y desmoldar.

Fuente: http://www.cocinerosargentinos.com/recetas/