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viernes, 25 de mayo de 2018

¡FELIZ DÍA DE LA PATRIA!

25 de mayo de 1810
Texto explicativo sobre uno de los acontecimientos más notables de nuestra historia: la conformación de la Primera Junta de Gobierno

Este día los cabildantes reconocieron la autoridad de la Junta Revolucionaria y así se formó el primer gobierno patrio.
 La Revolución de Mayo no fue un suceso espontáneo: fue un proceso que se inició mucho antes, con la conjunción de diversos factores.
 Desde principios del siglo XIX se sucedieron en España distintos acontecimientos y procesos como la invasión de Napoleón, la guerra para independizarse del dominio francés y las transformaciones de la monarquía. Estos hechos tuvieron una importante influencia en las revoluciones que se desataron en las colonias españolas a partir de 1810.

 Desde 1810 estallaron en distintas ciudades de Hispanoamérica varias revoluciones contra el poder español. En un trabajo clásico sobre el tema, Las revoluciones hispanoamericanas 1808-1826, el historiador inglés John Lynch señala que la causa fundamental de estos procesos revolucionarios debe rastrearse en las reformas borbónicas, que modificaron el sistema comercial y la organización política de la América española. Para Lynch, antes de dichas reformas las colonias eran en la práctica independientes, pues España no contaba con recursos para controlarlas. Las reformas intentaron revertir esa situación y hacer más sólido el lazo colonial, lo cual perjudicó enormemente a los criollos y los llevó a plantearse la necesidad de la independencia.
 Otros historiadores proponen una explicación diferente. Tulio Halperin Donghi, en Historia contemporánea de América latina, considera que para entender las causas de las revoluciones hispanoamericanas es fundamental tener en cuenta acontecimientos del contexto internacional, especialmente el europeo. Dicho contexto está marcado por las guerras napoleónicas y por los sucesos que tuvieron lugar en España entre 1808 y 1815.

 La Revolución de mayo de 1810 fue un cambio crucial, que marcó un antes y un después en la historia argentina. Esta revolución tuvo su momento crítico durante la llamada Semana de Mayo.
Viernes 18: El virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros publica un bando en el que pide al pueblo que se mantenga fiel a España, que había sido invadida por los franceses.

Sábado 19: Los criollos piden a las autoridades que se les permita realizar un Cabildo Abierto para tratar la situación.

Domingo 20: El virrey recibe a funcionarios del Cabildo, jefes militares y criollos, con quienes trata la convocatoria al Cabildo Abierto.

Lunes 21: El Cabildo invita a los principales vecinos a reunirse el día 22 en Cabildo Abierto.

Martes 22: El Cabildo Abierto, después de largas discusiones, resuelve que el virrey cese en el mando.

Miércoles 23: El Cabildo forma una Junta de Gobierno con Cisneros como presidente.

Jueves 24: Día de indignación del pueblo al enterarse de que el Cabildo había decidido que Cisneros continuara en el mando. Renuncia de todos los miembros de la Junta.

Viernes 25: Los criollos, reunidos en la Plaza Mayor y en busca de noticias, gritan: "El pueblo quiere saber de qué se trata".
Ese 25 de mayo quedó conformada la Primera Junta de gobierno, conocida como el Primer Gobierno Patrio.
 La integraban, como Presidente: Cornelio Saavedra;
como secretarios Juan José Paso y Mariano Moreno;
como vocales: Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga, Juan Larrea y Domingo Matheu.

 La nueva autoridad se proclamó como heredera de la administración anterior, y fiel a Fernando VII. Todos los integrantes eran criollos, salvo los comerciantes españoles Domingo Matheu y Juan Larrea.
 La Junta debía afrontar grandes problemas: en su mismo seno se oponían distintas ideas sobre el destino a seguir. Uno de ellos era continuar o no, la dependencia con la Metrópoli y otro, el problema con el interior.
 El gobierno se había establecido desde Buenos Aires y el escollo que se presentaba era su aceptación por el resto del virreinato. Si bien el interior aplaudía el término del vínculo colonial, rechazaba a Buenos Aires como cabeza y dominadora del nuevo estado.

 El camino emancipador se había emprendido. Todavía faltaba un largo y sangriento trayecto con enfrentamientos externos e internos para lograr la independencia, el 9 de julio de 1816, y continuar el derrotero de luchas ya no sólo contra los peninsulares sino entre los mismos habitantes de la nueva nación. La forma de gobierno sería luego de la derrota de los españoles, el nuevo detonante de los conflictos.

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