El éxito más allá del éxito
Para hablar de ello, deberemos primero precisar cuál es la fuente de la acción humana. Por qué alguien hace tal o cual cosa? De dónde viene la energía que nos mueve a implementar una acción?
La energía que mueve a la acción humana se cimenta sobre dos pilares fundamentales; estos son:
-Los sueños, cuáles son mis ilusiones, deseos, aspiraciones que tengo para mi vida.
-La conciencia de la realidad, dónde estoy parado hoy? Qué debo hacer para transformar mi realidad.
Para asegurarme un éxito trascendental, debo combinar en su justa medida estos dos componentes.
En todas las tradiciones místicas, se afirma que “el ser humano es el espacio de conciencia entre el cielo y la tierra”.
El ser humano para asegurarse el triunfo en sus emprendimientos, debe ser capaz de soportar en su interior, la contraposición entre la verdad que nos toca vivir (plena conciencia de la realidad), y los sueños o ilusiones trascendentes que albergamos en el corazón.
La mayoría de las personas no soportan esta contraposición interna, y se vuelcan hacia uno de los dos estados. Así pues, se vuelven trabajadores rutinarios sin aspiraciones, o bien buscadores espirituales, que al no poder cristalizar sus aspiraciones se sienten frustrados y se cargan de resentimiento.
La dificultad de mantener un equilibrio entre estos dos estados, radica en una inconciencia acerca de qué significa tener éxito.
La posibilidad que ofrece la conciencia del ser humano, es que bajo las condiciones que nos presenta la realidad, es capaz de generar una calidad de vida extraordinaria, ya que no depende ni se basa en los resultados. Nos permite elaborar un proceso momento a momento, de vivir sosteniendo una férrea alineación entre nuestros principios, valores y acciones.
La capacidad de soportar los inconvenientes o tropiezos que se presenten a lo largo del desarrollo de un emprendimiento, será directamente proporcional al éxito incondicional (trascendente) que se obtendrá con su concreción. Este éxito incondicional dependerá entonces, de la responsabilidad incondicional vertida en el proyecto (capacidad de hacer frente a todo impedimento o traspié que se presente).
Cómo ser conciente momento a momento del riesgo de vivir como una ameba (vivir en forma relativa)?
La cultura, las formas que imperan en el orden mundial, tienden a ubicarnos en este estado de cosas, en el cual dejamos de ser incondicionalmente responsables de nuestra vida, y modeladores de nuestro destino. La culpa de todo lo que nos pasa es del otro; en ese momento, debemos detenernos y reflexionar por qué somos o pensamos de esa manera, y tomar la decisión de cambiar.
Esta decisión seguramente acarreará sufrimiento. Este sufrimiento es opcional, porque está directamente relacionado con la forma en que interpretamos el dolor, y es el recordatorio de la posibilidad de renovarse para conseguir así, vivir en una armonía total.
Freddy Cosmen
jueves, 31 de julio de 2008
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