15 de octubre, día mundial del bastón blanco
Es importante hacer un poco de historia para recordar cuales fueron los orígenes del bastón el cual hoy homenajeamos.
En el año 1925 la escritora y activista social estadounidense Hellen Keller conmocionó la Convención Anual de la Asociación de Leones al relatar las dificultades de las personas ciegas para transitar. Por eso en 1930 George Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, diseñó un bastón blanco con extremo inferior rojo, que se hizo universal. Pero el bastón blanco que se usa en la actualidad fue creado en 1946 por el oftalmólogo Richard Hoover.
Todo se inició durante el siglo XX cuando se comenzó seriamente a tratar de proporcionar a las personas ciegas medios seguros y confiables para desplazarse independientemente. Las autoridades militares de Estados Unidos desarrollaron un proyecto para la rehabilitación de los ciegos de la Segunda Guerra Mundial en el hospital General de Valley Forge (Pensilvania). El director del reacondicionamiento físico, el sargento, más tarde teniente y luego famoso oftalmólogo Richard Hoover, observó a los hombres ciegos arrastrarse por los corredores con sus bastones de madera sin llegar a ninguna parte, y pensó que esos hombres no necesitaban un bastón que los sostuviera, sino más bien una antena receptora de mensajes.
Hoover y su equipo comenzaron las investigaciones, con palos más largos y livianos, hasta que construyeron el bastón prototipo y fijaron las técnicas, constituyendo lo que hoy es la base de los programas actuales de orientación y movilidad.
En el año 1965, en una reunión efectuada en Colombo-Ceylan (República de la India), el Consejo Mundial para Bienestar de los Ciegos estableció que todos los 15 de octubre se recuerde el Día Mundial del Bastón Blanco de Seguridad.
Sin embargo, es necesario precisar hoy, que en la República Argentina, existe una ley, la N° 25.682 que dice que se adopte, en todo el territorio de la República Argentina, como instrumento de orientación y movilidad para las personas con baja visión, el uso del bastón verde.
Esta ley fue sancionada el 27 de noviembre de 2002 y promulgada el 27 de diciembre del mismo año.
Dicha Ley menciona que el bastón verde tendrá iguales características en peso, longitud, empuñadura elástica, rebatibilidad y anilla fluorescente que los bastones blancos utilizados por las personas ciegas.
El bastón sea del color que fuese, se convierte en un símbolo de gran importancia, tanto para el individuo que lo porta como para su entorno.
Todos nosotros tenemos la gran responsabilidad de ser los difusores de cómo puede la sociedad ayudar a un ciego, sin olvidar el respeto y la tolerancia.
Prof. Amelia Domínguez
viernes, 16 de octubre de 2009
miércoles, 7 de octubre de 2009
Yoyó y Egoísmo....
Yoyó y egoísmo
Visitando la hermosa Provincia de Córdoba en pleno verano, llegué junto a mi familia para acampar a orillas de un río cristalino. Nos instalamos en un camping que lucía un fondo de imponentes sierras, cubierto de sauces llorones y coloridas carpas. Recordamos el privilegio que tuvieron los “comechingones”, los aborígenes originarios de esas tierras. El cielo parecía nublado por el efecto de las parrillas y el aroma inconfundible del asado criollo.
Al pasear por la Ciudad y, como es natural, los niños pidieron cuanta cosa pudieron ver y, lamentablemente, mi esposa cedía. A Juanma se le ocurrió un yoyó espacial, que al girar destellaba luces y le compraron seis a pesar de destacarse por su egoísmo. Luego de ingerir desaforadamente una docena de alfajores, utilizó la caja para guardar los juguetes.
Mucha gente disfrutaba la noche estrellada. Juan Marcelo se durmió en una reposera abrazando los yoyós y su hermanita Évelin, aburrida de sus muñecos le sacó uno en forma sigilosa. El dueño se despertó y como buen hermano mezquino, se lo arrebató, emitiendo los epítetos de rigor. Intervine como padre educador y, una vez más, le reiteré los conceptos de la solidaridad y lo malo que resulta ser egoísta.
Más tarde, a mi hijo lo venció el sueño y la pequeña repitió la acción, pero esta vez tomó dos yoyós y se alejó velozmente detrás de unos arbustos dando rienda suelta a su ilusión.
En ese sombrío lugar se lucía con los juguetes luminosos mientras que, sin saberlo, era observada por dos niños acompañados por su abuela, que concentraron su mirada en el movimiento de las luces. Pudieron divisar la silueta de la niña a contraluz, al mismo tiempo que un reproductor de discos compactos fallaba, emitiendo un sonido estridente. Todo ello produjo un cuadro de pánico bajo un enorme alboroto. Invadidos por el pánico, los oportunos curiosos comenzaron a correr y gritar.
La cercanía con el cerro Uritorco mantenía a la gente sugestionada con los OVNIS, y cundía la psicosis extraterrestre.
Nosotros hicimos comentarios jocosos sobre ese hecho ridículo, mientras tentados de risa nos acomodábamos para dormir.
Una vez que estuvimos reposando, nos sorprendió una potente iluminación que traspasaba la carpa, acompañada por un bullicio saturador. Enmudecí tratando de retractarme por las burlas hechas sobre los OVNIS. Aquello resultó ser una invasión de periodistas y cámaras, secundados por curiosos escuchando una infinidad de macanas sin sentido que vociferaba un Pai cordobés, quien manejaba muy bien su negocio vendiendo “fantasías marcianas” a los visitantes. Hablaba con un acento insólito, mezcla de portugués y comechingones.
Nos hacían miles de preguntas, hasta que pude entender que nos trataban como extraterrestres porque a Évelin, mi hija, la vieron descender de una extraña nave espacial con luces que zigzagueaban velozmente, según declaraba una anciana y sus nietos, jurándolo por todos los dioses y los finados.
Mi esposa irrumpió con una crisis nerviosa con llantos, entonces comentaban que ese ser tenía hábitos similares a un humano femenino.
Juanma a causa del atracón con alfajores de chocolate, tuvo una reacción alérgica con erupciones, y algún audaz intentó tocarlo queriendo saber como era la piel del marcianito, otros tendieron un cerco con cintas para evitar posibles contaminaciones. Mientras tanto el Pai Comechíng ofrecía en forma convincente el “Sagrado Talismán” traído del Triángulo de las Bermudas, protector del Uritorco y malas ondas del mas allá.
Frente a la carpa teníamos un viejo cráneo vacuno como asiento, y Un grito del público irrumpió: ¡Se morfan las vacas enteras! Se comerán todo el ganado, comentaban observando a mi esposa, un poco gordita. Buscando una solución me dirigí al nefasto Pai, quien hizo unos ritos macumberos, danzó, gritó y otras payasadas hasta que extendió su mano para saludarme, pero yo lo tomé del cuello y le dije:
- Esto es obra tuya, ¡Pai garqueti! ¡Arreglalo o…!
- Mí ser intérprete ovniólogo. ¿Qué querer de terrícolas?
- Ya te conozco, Comechín. Antes de llegar reventé un neumático con un clavo miguelito y justo, ¡justo apareciste vos! Luego de la reparación me entregaste el vuelto con billetes falsos.
- Usted confundir humanos. Yo no ser, no saber.
- Además, al entrar al camping me cobraste las entradas vestido de guardaparque, y luego tuve que pagarlas de nuevo, pero en serio. ¡Estafador!
- Usted confundir… ¡yo jurar! Yo ser Pai galáctico, no truchar.
- ¡Basta, sos más cordobés que la peperina, Comechíng Garqueti! La justicia te busca por atorrante, punguista, chorro, falopero, estafador y otras yerbas.
- ¡Blasfemias! ¿De qué galaxia ser usted?
- Miráaa… Yo soy un tipo honesto ¡Y se terminó! Si en dos minutos no arreglás el lío que hiciste, yo perderé mis vacaciones, pero vos perderás el cuello. ¿Me entendés?
El Pai Comechíng se dirigió a sus seguidores con todos los gestos de la inverosímil religión, y mientras nos señalaba, manifestó: “Estos seres ser divinos, dignos de ser recibidos en la tierra, ser salvadores. Tenéis que darles diezmo, dotes, joyas, tesoros…”.
Lo interrumpí con indignación y tantos puntapiés hasta que se alejó persignándose ante su talismán marciano. Nos abrazamos en familia festejando que todo había terminado, hasta dormirnos en paz.
Al amanecer aparecieron varios bultos frente a la carpa con dinero y objetos de valor. Los chicos gritaban:
- ¡Milagro Marciano! ¡Nos hicieron millonarios! ¡No iremos más a la escuela!
Me sentí confundido al pensar si esos valores fueron producto del manejo colectivo de la ignorancia por Comechíng o realmente fue una obra de los marcianitos, pero seguro que no era para nosotros. Nos dirigimos al Hospital de Niños y entregamos todo como donación. Mis hijos no podían permanecer ajenos a la solidaridad ni ser menos que los marcianos, y Évelin lamentando no tener los útiles escolares, cedió su muñeca Barbie. Juan Marcelo recapacitó, su egoísmo se derritió al ver tantos chicos ansiosos, y llorando de emoción, les donó una caja de 12 alfajores de chocolate… pero conteniendo un yoyó luminoso, claro.
Autor: © Edgardo González. Buenos Aires, Argentina.
Ciegotayc@hotmail.com
Extraído de la revista virtual “Esperanza”, octubre 2009
Visitando la hermosa Provincia de Córdoba en pleno verano, llegué junto a mi familia para acampar a orillas de un río cristalino. Nos instalamos en un camping que lucía un fondo de imponentes sierras, cubierto de sauces llorones y coloridas carpas. Recordamos el privilegio que tuvieron los “comechingones”, los aborígenes originarios de esas tierras. El cielo parecía nublado por el efecto de las parrillas y el aroma inconfundible del asado criollo.
Al pasear por la Ciudad y, como es natural, los niños pidieron cuanta cosa pudieron ver y, lamentablemente, mi esposa cedía. A Juanma se le ocurrió un yoyó espacial, que al girar destellaba luces y le compraron seis a pesar de destacarse por su egoísmo. Luego de ingerir desaforadamente una docena de alfajores, utilizó la caja para guardar los juguetes.
Mucha gente disfrutaba la noche estrellada. Juan Marcelo se durmió en una reposera abrazando los yoyós y su hermanita Évelin, aburrida de sus muñecos le sacó uno en forma sigilosa. El dueño se despertó y como buen hermano mezquino, se lo arrebató, emitiendo los epítetos de rigor. Intervine como padre educador y, una vez más, le reiteré los conceptos de la solidaridad y lo malo que resulta ser egoísta.
Más tarde, a mi hijo lo venció el sueño y la pequeña repitió la acción, pero esta vez tomó dos yoyós y se alejó velozmente detrás de unos arbustos dando rienda suelta a su ilusión.
En ese sombrío lugar se lucía con los juguetes luminosos mientras que, sin saberlo, era observada por dos niños acompañados por su abuela, que concentraron su mirada en el movimiento de las luces. Pudieron divisar la silueta de la niña a contraluz, al mismo tiempo que un reproductor de discos compactos fallaba, emitiendo un sonido estridente. Todo ello produjo un cuadro de pánico bajo un enorme alboroto. Invadidos por el pánico, los oportunos curiosos comenzaron a correr y gritar.
La cercanía con el cerro Uritorco mantenía a la gente sugestionada con los OVNIS, y cundía la psicosis extraterrestre.
Nosotros hicimos comentarios jocosos sobre ese hecho ridículo, mientras tentados de risa nos acomodábamos para dormir.
Una vez que estuvimos reposando, nos sorprendió una potente iluminación que traspasaba la carpa, acompañada por un bullicio saturador. Enmudecí tratando de retractarme por las burlas hechas sobre los OVNIS. Aquello resultó ser una invasión de periodistas y cámaras, secundados por curiosos escuchando una infinidad de macanas sin sentido que vociferaba un Pai cordobés, quien manejaba muy bien su negocio vendiendo “fantasías marcianas” a los visitantes. Hablaba con un acento insólito, mezcla de portugués y comechingones.
Nos hacían miles de preguntas, hasta que pude entender que nos trataban como extraterrestres porque a Évelin, mi hija, la vieron descender de una extraña nave espacial con luces que zigzagueaban velozmente, según declaraba una anciana y sus nietos, jurándolo por todos los dioses y los finados.
Mi esposa irrumpió con una crisis nerviosa con llantos, entonces comentaban que ese ser tenía hábitos similares a un humano femenino.
Juanma a causa del atracón con alfajores de chocolate, tuvo una reacción alérgica con erupciones, y algún audaz intentó tocarlo queriendo saber como era la piel del marcianito, otros tendieron un cerco con cintas para evitar posibles contaminaciones. Mientras tanto el Pai Comechíng ofrecía en forma convincente el “Sagrado Talismán” traído del Triángulo de las Bermudas, protector del Uritorco y malas ondas del mas allá.
Frente a la carpa teníamos un viejo cráneo vacuno como asiento, y Un grito del público irrumpió: ¡Se morfan las vacas enteras! Se comerán todo el ganado, comentaban observando a mi esposa, un poco gordita. Buscando una solución me dirigí al nefasto Pai, quien hizo unos ritos macumberos, danzó, gritó y otras payasadas hasta que extendió su mano para saludarme, pero yo lo tomé del cuello y le dije:
- Esto es obra tuya, ¡Pai garqueti! ¡Arreglalo o…!
- Mí ser intérprete ovniólogo. ¿Qué querer de terrícolas?
- Ya te conozco, Comechín. Antes de llegar reventé un neumático con un clavo miguelito y justo, ¡justo apareciste vos! Luego de la reparación me entregaste el vuelto con billetes falsos.
- Usted confundir humanos. Yo no ser, no saber.
- Además, al entrar al camping me cobraste las entradas vestido de guardaparque, y luego tuve que pagarlas de nuevo, pero en serio. ¡Estafador!
- Usted confundir… ¡yo jurar! Yo ser Pai galáctico, no truchar.
- ¡Basta, sos más cordobés que la peperina, Comechíng Garqueti! La justicia te busca por atorrante, punguista, chorro, falopero, estafador y otras yerbas.
- ¡Blasfemias! ¿De qué galaxia ser usted?
- Miráaa… Yo soy un tipo honesto ¡Y se terminó! Si en dos minutos no arreglás el lío que hiciste, yo perderé mis vacaciones, pero vos perderás el cuello. ¿Me entendés?
El Pai Comechíng se dirigió a sus seguidores con todos los gestos de la inverosímil religión, y mientras nos señalaba, manifestó: “Estos seres ser divinos, dignos de ser recibidos en la tierra, ser salvadores. Tenéis que darles diezmo, dotes, joyas, tesoros…”.
Lo interrumpí con indignación y tantos puntapiés hasta que se alejó persignándose ante su talismán marciano. Nos abrazamos en familia festejando que todo había terminado, hasta dormirnos en paz.
Al amanecer aparecieron varios bultos frente a la carpa con dinero y objetos de valor. Los chicos gritaban:
- ¡Milagro Marciano! ¡Nos hicieron millonarios! ¡No iremos más a la escuela!
Me sentí confundido al pensar si esos valores fueron producto del manejo colectivo de la ignorancia por Comechíng o realmente fue una obra de los marcianitos, pero seguro que no era para nosotros. Nos dirigimos al Hospital de Niños y entregamos todo como donación. Mis hijos no podían permanecer ajenos a la solidaridad ni ser menos que los marcianos, y Évelin lamentando no tener los útiles escolares, cedió su muñeca Barbie. Juan Marcelo recapacitó, su egoísmo se derritió al ver tantos chicos ansiosos, y llorando de emoción, les donó una caja de 12 alfajores de chocolate… pero conteniendo un yoyó luminoso, claro.
Autor: © Edgardo González. Buenos Aires, Argentina.
Ciegotayc@hotmail.com
Extraído de la revista virtual “Esperanza”, octubre 2009
miércoles, 29 de julio de 2009
viernes, 3 de julio de 2009
Otra canción de amor...
Otra canción de amor
Es difícil ser ecuánime
en las cuestiones del corazón,
yo intenté fijarle límites
a nuestra relación.
(Pero sucede que...)
No soy bueno en geografía,
y demarcando soy peor,
es por eso que he caído
en las redes de este amor.
Quiero que me des tu amor,
yo te daré mi vida;
quiero que seas el sol
que seque el llanto de los malos días.
Quiero que puedas sentir
que entre los dos no habrá nunca un final,
que juntos podremos llegar
así a cambiar la historia.
Gritando hasta despertar,
a aquél que las sabe todas,
crecer no implica variar tallas,
sino brindarse a toda hora.
Vivir es algo sensorial,
vivir es dar, soñar, amar;
quiero que me des tu amor,
yo te daré mi vida.
Es difícil ser ecuánime
en las cuestiones del corazón,
yo intenté fijarle límites
a nuestra relación.
El intento quedó en eso,
un raro ángel me envolvió,
tu alma es vida y cobró cuerpo
en otra canción de amor.
ARTURO ARIAS TERCEIRO
18 de junio de 1997
Es difícil ser ecuánime
en las cuestiones del corazón,
yo intenté fijarle límites
a nuestra relación.
(Pero sucede que...)
No soy bueno en geografía,
y demarcando soy peor,
es por eso que he caído
en las redes de este amor.
Quiero que me des tu amor,
yo te daré mi vida;
quiero que seas el sol
que seque el llanto de los malos días.
Quiero que puedas sentir
que entre los dos no habrá nunca un final,
que juntos podremos llegar
así a cambiar la historia.
Gritando hasta despertar,
a aquél que las sabe todas,
crecer no implica variar tallas,
sino brindarse a toda hora.
Vivir es algo sensorial,
vivir es dar, soñar, amar;
quiero que me des tu amor,
yo te daré mi vida.
Es difícil ser ecuánime
en las cuestiones del corazón,
yo intenté fijarle límites
a nuestra relación.
El intento quedó en eso,
un raro ángel me envolvió,
tu alma es vida y cobró cuerpo
en otra canción de amor.
ARTURO ARIAS TERCEIRO
18 de junio de 1997
Información distribuida por la Organización Mundial de la Salud - GRIPE "A"
Buenos Aires 01 de Julio de 2009.
GRIPE PORCINA
PREGUNTAS Y RESPUESTAS:
1- ¿Cuanto tiempo dura vivo el virus porcino en una manija o superficie lisa?
Hasta 10 horas.
2. - ¿Que tan útil es el alcohol para limpiarse las manos?
Vuelve inactivo al virus y lo mata.
3.- ¿Cual es el medio de contagio más eficiente de este virus?
La vía aérea no es la mas efectiva para transmisión del virus, el factor más importante para que se fije el virus es la humedad, (mucosa de la nariz, boca y ojos) el virus no vuela y no alcanza mas de un metro en distancia.
4.- ¿Es fácil contagiarse en los aviones?
No, es un medio poco propicio para contagiarse.
5.- ¿Como puedo evitar contagiarme?
No llevarse las manos a la cara, ojos nariz y boca. No estar con gente enferma.
Lavarse las manos más de 10 veces al día.
6.- ¿Cual es el período de incubación del virus?
En promedio de 5 a 7 días y los síntomas aparecen casi de inmediato.
7.- ¿Cuando se debe de empezar a tomar medicamento?
Dentro de las 72 horas los pronósticos son muy buenos, la mejoría es del 100%
8.- ¿Cual es la forma como entra el virus al cuerpo?
Por contacto al darse la mano o besarse en la mejilla y por la nariz,
boca y ojos
9.- ¿El virus es letal?
No, lo que ocasiona la muerte es la complicación de la enfermedad causada por el virus, que es la neumonía
10.- ¿Qué riesgos tienen los familiares de la gente que ha
fallecido?
Pueden ser portadores y formar una cadena de transmisión.
11.- ¿El agua de las piletas transmite el virus?
No porque contiene químicos y esta clorada
12.- ¿Qué hace el virus cuando provoca la muerte?
Una cascada de reacciones como deficiencia respiratoria, la
neumonía severa es la que ocasiona la muerte.
13.- ¿Cuando se inicia el contagio, antes de los síntomas o hasta que se presenten?
Desde que se tiene el virus, antes de los síntomas
14.- ¿Cual es la probabilidad de recaer con la misma
enfermedad?
Del 0%, porque quedas inmune al virus porcino.
15.- ¿Donde se encuentra el virus en el ambiente?
Cuando una persona que lo porta estornuda o tose, el virus puede quedar en las superficies lisas como manijas, dinero, papel, documentos, siempre y cuando haya humedad. Ya que no se va a esterilizar el ambiente se recomienda extremar la higiene de las manos.
16.- ¿El virus ataca más a las personas asmáticas?
Si, son pacientes más susceptibles, pero al tratarse de un nuevo germen todos somos igualmente susceptibles.
17.- ¿Cual es la población que esta atacando este virus?
De 20 a 50 años de edad.
18.- ¿Es útil el cubre bocas?
Hay algunos de más calidad que otros, pero si usted está sano es contraproducente, porque los virus por su tamaño lo atraviesan como si éste no existiera y al usar la máscara, se crea en la zona de la nariz y boca un microclima húmedo propicio al desarrollo viral: pero si usted ya está infectado úselo para NO infectar a los demás, aunque es relativamente eficaz.
19.- ¿Puedo hacer ejercicio al aire libre?
Si, el virus no anda en el aire ni tiene alas.
20.- ¿Sirve de algo tomar Vitamina C?
No sirve de nada para prevenir el contagio de este virus, pero ayuda a resistir su ataque.
21.- ¿Quien está a salvo de esta enfermedad o quien es
menos susceptible?
A salvo no esta nadie, lo que ayuda es la higiene dentro de hogar, oficinas, utensilios y no acudir a lugares públicos.
22.- ¿El virus se mueve?
No, el virus no tiene ni patas ni alas, uno lo empuja a entrar adentro del organismo.
23.- ¿Las mascotas contagian el virus?
Este virus NO, probablemente contagian otro tipo de virus.
24.- ¿Si voy a un velorio de alguien que se murió de este virus
me puedo contagiar?
NO.
25.- ¿Cual es el riesgo de las mujeres embarazadas con este
virus?
Las mujeres embarazadas tienen el mismo riesgo pero es por dos, si pueden tomar los antivirales en caso de contagio pero con estricto control médico.
26.- ¿El feto puede tener lesiones si una mujer embarazada se
contagia de este virus?
No sabemos que estragos pueda hacer en el proceso, ya que es un virus nuevo.
27.- ¿Puedo tomar acido acetilsalicílico (aspirina)?
No es recomendable, puede ocasionar otras enfermedades, salvo que usted lo tenga prescrito por problemas coronarios, en ese caso siga tomándolo.
28.- ¿Sirve de algo tomar antivirales antes de los síntomas?
No sirve de nada.
29.- ¿Las personas con VIH, diabetes, sida, cáncer, etc.,
pueden tener mayores complicaciones que una persona sana
si se contagia del virus?
SI.
30.- ¿Una gripe convencional fuerte se puede convertir en
influenza?
NO.
31.- ¿Que mata al virus?
El sol, mas de 5 días en el medio ambiente, el jabón, los antivirales, gel de alcohol.
32.- ¿Que hacen en los hospitales para evitar contagios a otros enfermos que no tienen el virus?
El aislamiento
33.- ¿El gel de alcohol es efectivo?
SÍ, muy efectivo.
34.- ¿Si estoy vacunado contra la influenza estacional soy
inocuo a este virus?
No sirve de nada, todavía no hay vacuna para este virus.
35.- ¿Este virus está bajo control?
No totalmente, pero se están tomando agresivas medidas de contención.
36.- ¿Que significa pasar de alerta 4 a alerta 5?
La fase 4 no hace las cosas diferentes a la fase 5, significa que el virus se ha propagado de persona a persona en más de 2 países; y fase 6 es que se ha propagado en más de 3 países.
37.- ¿El que se infectó de este virus y se sana, queda inmune?
SI.
38.- ¿Medidas que la gente que trabaja debe tomar?
Lavarse las manos muchas veces al día.
39.- ¿Me puedo contagiar al aire libre?
Si hay gente infectada y que tosa y/o estornude sí puede ocurrir, pero la vía aérea es un medio de poco contagio.
40.- ¿Se puede comer carne porcina?
SI se puede y no hay riesgo alguno de contagio.
41.- ¿Cual es el factor determinante para saber que ya se
controló el virus?
Aunque se controle la epidemia ahora, en el invierno boreal (hemisferio norte) puede regresar y todavía no habrá vacuna.
GRIPE PORCINA
PREGUNTAS Y RESPUESTAS:
1- ¿Cuanto tiempo dura vivo el virus porcino en una manija o superficie lisa?
Hasta 10 horas.
2. - ¿Que tan útil es el alcohol para limpiarse las manos?
Vuelve inactivo al virus y lo mata.
3.- ¿Cual es el medio de contagio más eficiente de este virus?
La vía aérea no es la mas efectiva para transmisión del virus, el factor más importante para que se fije el virus es la humedad, (mucosa de la nariz, boca y ojos) el virus no vuela y no alcanza mas de un metro en distancia.
4.- ¿Es fácil contagiarse en los aviones?
No, es un medio poco propicio para contagiarse.
5.- ¿Como puedo evitar contagiarme?
No llevarse las manos a la cara, ojos nariz y boca. No estar con gente enferma.
Lavarse las manos más de 10 veces al día.
6.- ¿Cual es el período de incubación del virus?
En promedio de 5 a 7 días y los síntomas aparecen casi de inmediato.
7.- ¿Cuando se debe de empezar a tomar medicamento?
Dentro de las 72 horas los pronósticos son muy buenos, la mejoría es del 100%
8.- ¿Cual es la forma como entra el virus al cuerpo?
Por contacto al darse la mano o besarse en la mejilla y por la nariz,
boca y ojos
9.- ¿El virus es letal?
No, lo que ocasiona la muerte es la complicación de la enfermedad causada por el virus, que es la neumonía
10.- ¿Qué riesgos tienen los familiares de la gente que ha
fallecido?
Pueden ser portadores y formar una cadena de transmisión.
11.- ¿El agua de las piletas transmite el virus?
No porque contiene químicos y esta clorada
12.- ¿Qué hace el virus cuando provoca la muerte?
Una cascada de reacciones como deficiencia respiratoria, la
neumonía severa es la que ocasiona la muerte.
13.- ¿Cuando se inicia el contagio, antes de los síntomas o hasta que se presenten?
Desde que se tiene el virus, antes de los síntomas
14.- ¿Cual es la probabilidad de recaer con la misma
enfermedad?
Del 0%, porque quedas inmune al virus porcino.
15.- ¿Donde se encuentra el virus en el ambiente?
Cuando una persona que lo porta estornuda o tose, el virus puede quedar en las superficies lisas como manijas, dinero, papel, documentos, siempre y cuando haya humedad. Ya que no se va a esterilizar el ambiente se recomienda extremar la higiene de las manos.
16.- ¿El virus ataca más a las personas asmáticas?
Si, son pacientes más susceptibles, pero al tratarse de un nuevo germen todos somos igualmente susceptibles.
17.- ¿Cual es la población que esta atacando este virus?
De 20 a 50 años de edad.
18.- ¿Es útil el cubre bocas?
Hay algunos de más calidad que otros, pero si usted está sano es contraproducente, porque los virus por su tamaño lo atraviesan como si éste no existiera y al usar la máscara, se crea en la zona de la nariz y boca un microclima húmedo propicio al desarrollo viral: pero si usted ya está infectado úselo para NO infectar a los demás, aunque es relativamente eficaz.
19.- ¿Puedo hacer ejercicio al aire libre?
Si, el virus no anda en el aire ni tiene alas.
20.- ¿Sirve de algo tomar Vitamina C?
No sirve de nada para prevenir el contagio de este virus, pero ayuda a resistir su ataque.
21.- ¿Quien está a salvo de esta enfermedad o quien es
menos susceptible?
A salvo no esta nadie, lo que ayuda es la higiene dentro de hogar, oficinas, utensilios y no acudir a lugares públicos.
22.- ¿El virus se mueve?
No, el virus no tiene ni patas ni alas, uno lo empuja a entrar adentro del organismo.
23.- ¿Las mascotas contagian el virus?
Este virus NO, probablemente contagian otro tipo de virus.
24.- ¿Si voy a un velorio de alguien que se murió de este virus
me puedo contagiar?
NO.
25.- ¿Cual es el riesgo de las mujeres embarazadas con este
virus?
Las mujeres embarazadas tienen el mismo riesgo pero es por dos, si pueden tomar los antivirales en caso de contagio pero con estricto control médico.
26.- ¿El feto puede tener lesiones si una mujer embarazada se
contagia de este virus?
No sabemos que estragos pueda hacer en el proceso, ya que es un virus nuevo.
27.- ¿Puedo tomar acido acetilsalicílico (aspirina)?
No es recomendable, puede ocasionar otras enfermedades, salvo que usted lo tenga prescrito por problemas coronarios, en ese caso siga tomándolo.
28.- ¿Sirve de algo tomar antivirales antes de los síntomas?
No sirve de nada.
29.- ¿Las personas con VIH, diabetes, sida, cáncer, etc.,
pueden tener mayores complicaciones que una persona sana
si se contagia del virus?
SI.
30.- ¿Una gripe convencional fuerte se puede convertir en
influenza?
NO.
31.- ¿Que mata al virus?
El sol, mas de 5 días en el medio ambiente, el jabón, los antivirales, gel de alcohol.
32.- ¿Que hacen en los hospitales para evitar contagios a otros enfermos que no tienen el virus?
El aislamiento
33.- ¿El gel de alcohol es efectivo?
SÍ, muy efectivo.
34.- ¿Si estoy vacunado contra la influenza estacional soy
inocuo a este virus?
No sirve de nada, todavía no hay vacuna para este virus.
35.- ¿Este virus está bajo control?
No totalmente, pero se están tomando agresivas medidas de contención.
36.- ¿Que significa pasar de alerta 4 a alerta 5?
La fase 4 no hace las cosas diferentes a la fase 5, significa que el virus se ha propagado de persona a persona en más de 2 países; y fase 6 es que se ha propagado en más de 3 países.
37.- ¿El que se infectó de este virus y se sana, queda inmune?
SI.
38.- ¿Medidas que la gente que trabaja debe tomar?
Lavarse las manos muchas veces al día.
39.- ¿Me puedo contagiar al aire libre?
Si hay gente infectada y que tosa y/o estornude sí puede ocurrir, pero la vía aérea es un medio de poco contagio.
40.- ¿Se puede comer carne porcina?
SI se puede y no hay riesgo alguno de contagio.
41.- ¿Cual es el factor determinante para saber que ya se
controló el virus?
Aunque se controle la epidemia ahora, en el invierno boreal (hemisferio norte) puede regresar y todavía no habrá vacuna.
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El consultorio virtual del Doctor Fugazzetta
lunes, 25 de mayo de 2009
Humor en otras palabras.....
La Requete Recontra Revolución de Mayo
La Historia Argentina está llena de relatos y situaciones, a menudo sorprendentes. Un ejemplo de ello, son las circunstancias que enmarcaron los episodios de mayo de 1810. Los artífices de la Revolución, los personajes que tomaron parte de la misma, el Virrey, ¿existieron en realidad?
Una exhaustiva y retorcida investigación de documentos y archivos, nos permite hoy día afirmar, que hubo muchos que no fueron quienes dijeron ser. Entre ellos, French y Beruti, quienes en realidad, fueron los inefables, inigualables, y siempre vigentes FRESCO y BATATA.
A continuación haremos un rápido repaso por los sucesos de la Semana de Mayo, basándonos en el legado de éstos “ilustres caballeros”.
Era la madrugada del 19 de mayo. En la oscura y fría noche otoñal, Fresco se dirigía presuroso a la casa de su amigo Batata. Al llegar, irrumpió gritando:
- ¡Batataaaa!, ¡batataaaa!
- ¡Acaso te habéis vuelto loco Fresco! ¡Qué son esos alaridos! ¡Aún no ha amanecido!
-respondió exaltado Batata.
- Ya lo sé Batata, pero debés enterarte de esto che. Napoleón invadió España, tomó Andalucía, disolvió la Corte de Sevilla, y sitió Cádiz. Se dice que Fernando VII ya está en cana, y que han puesto nuevo Rey.
- ¡Insensato! ¡Para eso me habéis despertado! ¡todo eso podría haberlo visto en la mañana por CRÓNICA T.V!
- Vamos Batata, dejá de protestar y levantate, que los muchachos se van a reunir en lo del “loco”.
- ¿En lo del “loco”? ¿Qué loco? -preguntó extrañado Batata.
- Vieytes querido Batata, en la Jabonería de Vieytes.
Y hacia la Jabonería de Hipólito Vieytes se dirigieron Fresco y Batata. En ese lugar, junto a otros selectos hombres de la sociedad de Buenos Aires, analizaban los acontecimientos acaecidos en la Península Ibérica, y pasaban largas horas deliberando sobre los cursos de acción a seguir.
- Bueno señores. Concretemos. Ya es tiempo que decidamos que hacer con Baltasar -dijo repentinamente Vieytes.
- Para “Reyes” todavía falta mucho, mi estimado Hipólito -respondió Castelli.
- ¡Qué dice Castelli! ¡Yo estoy hablando del Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros! ¡Qué hacemos! ¡Lo derrocamos o no! A ver usted amigo Batata, dígame, ¿qué propone?
- Yo querido Hipólito, qué quiere que le diga. A estas alturas, luego de casi veintinueve horas de discusión; luego de habernos tomado cuarenta botellas de caña entre los ocho, y teniendo en cuenta que queda sólo una, ¡ma’ si, destápela!
- ¡No, mejor no Hipólito! ¡No abra esa botella!. Es preferible que vayamos a dormir un poco, analicemos lo conversado, y mañana más descansados decidamos que hacer -señaló Fresco, al tiempo que con esfuerzo conseguía incorporarse, y se retiraba de la jabonería haciendo “eses” junto con su inseparable amigo Batata.
Ya un tanto repuestos, merced a los buenos oficios de un persistente viento frío y el rocío de la madrugada de Buenos Aires, reflexionaban sobre lo acontecido en la Jabonería de Vieytes.
- La verdad Batata, ¡qué manera de tomar caña! ¡Una barbaridad! ¡Nos tomamos todo! Y ahora, qué te parece, ¿qué hacemos?
- Pues, en vista de que a esta hora de la noche, no hay “remiserías” abiertas, tomemos una diligencia.
- ¡Noo, pará Batata! ¡Tomamos mucha caña! ¡Mejor no mezclar!
Llegamos al día 22 de mayo. Las noticias que llegaban desde España, hacían imperiosa la toma de una decisión sobre la legitimidad de la autoridad del Virrey Cisneros. Por ello, para este día se convocó a un Cabildo Abierto o Congreso Público; el cual con la participación de los Alcaldes, Regidores, y principales vecinos, se abocó a tratar la cuestión.
Las deliberaciones comenzaron con la palabra del Obispo de Buenos Aires, Benito de Lué. El prelado expresó su postura a favor de la continuidad en su cargo del Virrey Cisneros, y reafirmó la soberanía del Rey, sobre las posesiones de España en América.
A su turno, Castelli refutó la opinión del Obispo, exponiendo que dado que el Rey había caducado, también lo había hecho el dominio sobre las posesiones ultramarinas que le fuera conferido por los Pontífices. Por esto, el pueblo debía asumir la soberanía, e instaurar un nuevo gobierno.
El Fiscal de la Real Audiencia Manuel Genaro Villota, tomó entonces la palabra, desestabilizando la posición de los revolucionarios.
Castelli de inmediato salió a replicarle:
- No embarrés la cancha gallego. ¡Queremos un gobierno patrio!
- ¡Mucho cuidado, como se dirige a mí! ¡Incivil! -contestó el Fiscal.
- ¡Qué me dijiste! ¡Retractate, o te meto un zapatazo en la cabeza!
- Tranquilo Castelli. En el fragor del debate, siempre un roce puede haber -acotó Vieytes.
- ¡Que se retracte, o la liga! -insistía Castelli.
- ¡Silencio gamberro! -repuso Villota.
- Bueno, tampoco era para tanto. Sólo le pedí que se retractara, no que me pusiera un “título nobiliario” -respondió satisfecho Castelli.
- ¡De qué título nobiliario está hablando Castelli! Villota le acaba de decir grosero y mal educado -señaló Vieytes.
- ¡Todo eso me dijo este tipo! ¡No me agarren! ¡No me agarren! ¡Que lo corro hasta Chuquisaca!
En esos términos, en esos cordiales términos, continuó desarrollándose la Asamblea, la que se extendió hasta la tarde del día 23. Esa tarde el Cabildo burlando la voluntad del pueblo, nombró una Junta de Gobierno compuesta por cuatro miembros, presidida por el Virrey Cisneros.
El día 24 de mayo, se informó al pueblo de la resolución adoptada por el Cabildo. La misma provocó la indignación popular. La gente comenzó a reunirse en la Plaza Mayor, y a exigir enérgicamente la renuncia del Virrey Cisneros y los miembros de la Junta.
Fresco y Batata, como no podía ser de otra manera, estaban al frente de la movilización. En la madrugada del 25, la vida los enfrentó a una nueva disyuntiva.
- Fresco, las cintas que vamos a repartir mañana, van a ser celestes y blancas, ¿verdad?
-preguntó Batata.
- De ninguna manera Batata, deben ser rojas, en honor al “Rey de Copas”. ¡Dale rooojo! ¡Dale rooojo!
- ¡Alto ahí cavernícola! ¡Serán celestes y blancas! En tributo a la gloriosa Academia Racing Club.
- Pará, pará Batata. No discutamos más. Partamos la diferencia, dame una celeste tuya, y una roja mía. Traé que las corto con esta tijera.
- ¡Epa! ¿Y esa tijera importada? ¿De dónde la sacaste? Te pueden acusar de contrabandista. Supongo que tendrás los papeles de esa tijera, ¿no?
- No Batata, que papeles voy a tener, si me la vendieron desenvuelta.
Y así llegó aquella histórica mañana del 25 de mayo. Desde los balcones del Cabildo, Fresco y Batata contemplaban a la muchedumbre reunida en la plaza.
- ¡Qué de gente Batata! Está todo Buenos Aires.
- Es verdad mi querido Fresco, pero parecen intranquilos. Espero que haya una solución pronta al asunto.
En ese instante, uno de la multitud gritó:
- “El pueblo quiere saber de que se trata”. ¡Salí Cornelio!...
- ¡Cómo! ¡Qué decís! ¡No te voy a permitir que te metas en mi vida privada! ¡Sinvergüenza, mequetrefe! Si, si, vos, el pelado que está al lado de la vieja de paraguas floreado. ¡Subí, subí, si sos valiente, y decímelo en la cara! -reaccionó indignado Fresco.
- ¡Sois un desaforado Fresco! ¡Qué reacciones son esas! A ti no te ha dicho “cornelio”. El hombre está reclamando por el Comandante Saavedra.
Finalmente, Cornelio Saavedra salió al balcón, y anunció al pueblo la constitución de la Primera Junta de Gobierno Patrio. Todo fue algarabía y festejos en la ciudad.
En el atardecer de esa recordada jornada, el Comandante Saavedra caminaba por la ciudad junto a Fresco, y evaluaba todo lo sucedido:
- Se avecinan buenos tiempos amigo Fresco. Dentro de ciento noventa y nueve años, hablarán con orgullo de nosotros. La Primera Junta habrá hecho historia, y será recordada sentidamente con una estación de “subte”.
Hablando de todo un poco, y el estimado Batata, ¿dónde anda?
- La verdad mi Comandante, no tengo ni la más remota idea.
A los pocos minutos, dieron con el paradero de Batata.
- Mire, mire Comandante Saavedra. Allá en la esquina está Batata -indicó Fresco.
- Así es Fresco. Ahora observe que extraño. Está acostado en el camino, con su oreja contra el piso, y se encuentra hablando.
- Acerquémonos Comandante, y escuchemos que dice.
Al acercarse, Saavedra y Fresco se miraban sorprendidos, y escuchaban a Batata, repetir una y otra vez:
- Diligencia. Cuatro Caballos. Cubriendo trayecto entre Plaza Mayor y Regimiento Patricios. Un cochero. Tres ocupantes.
- Ahora entiendo, ¡usted Batata es un psíquico! ¡Tiene poderes extrasensoriales! ¡Permítame felicitarlo! -celebró Saavedra.
- - ¡Qué bárbaro Batata! ¡Nunca me contaste que tenías el poder de saber las cosas, sólo con escuchar las vibraciones en el suelo! -agregó Fresco.
- ¡Psíquico! ¡Poderes extrasensoriales! ¡Vibraciones en el suelo! ¡Vosotros os habéis vuelto locos! Yo se todo eso, porque la diligencia de la que hablo, hace unos minutos acaba de pasarme por encima!!!
Leo Lígori
La Historia Argentina está llena de relatos y situaciones, a menudo sorprendentes. Un ejemplo de ello, son las circunstancias que enmarcaron los episodios de mayo de 1810. Los artífices de la Revolución, los personajes que tomaron parte de la misma, el Virrey, ¿existieron en realidad?
Una exhaustiva y retorcida investigación de documentos y archivos, nos permite hoy día afirmar, que hubo muchos que no fueron quienes dijeron ser. Entre ellos, French y Beruti, quienes en realidad, fueron los inefables, inigualables, y siempre vigentes FRESCO y BATATA.
A continuación haremos un rápido repaso por los sucesos de la Semana de Mayo, basándonos en el legado de éstos “ilustres caballeros”.
Era la madrugada del 19 de mayo. En la oscura y fría noche otoñal, Fresco se dirigía presuroso a la casa de su amigo Batata. Al llegar, irrumpió gritando:
- ¡Batataaaa!, ¡batataaaa!
- ¡Acaso te habéis vuelto loco Fresco! ¡Qué son esos alaridos! ¡Aún no ha amanecido!
-respondió exaltado Batata.
- Ya lo sé Batata, pero debés enterarte de esto che. Napoleón invadió España, tomó Andalucía, disolvió la Corte de Sevilla, y sitió Cádiz. Se dice que Fernando VII ya está en cana, y que han puesto nuevo Rey.
- ¡Insensato! ¡Para eso me habéis despertado! ¡todo eso podría haberlo visto en la mañana por CRÓNICA T.V!
- Vamos Batata, dejá de protestar y levantate, que los muchachos se van a reunir en lo del “loco”.
- ¿En lo del “loco”? ¿Qué loco? -preguntó extrañado Batata.
- Vieytes querido Batata, en la Jabonería de Vieytes.
Y hacia la Jabonería de Hipólito Vieytes se dirigieron Fresco y Batata. En ese lugar, junto a otros selectos hombres de la sociedad de Buenos Aires, analizaban los acontecimientos acaecidos en la Península Ibérica, y pasaban largas horas deliberando sobre los cursos de acción a seguir.
- Bueno señores. Concretemos. Ya es tiempo que decidamos que hacer con Baltasar -dijo repentinamente Vieytes.
- Para “Reyes” todavía falta mucho, mi estimado Hipólito -respondió Castelli.
- ¡Qué dice Castelli! ¡Yo estoy hablando del Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros! ¡Qué hacemos! ¡Lo derrocamos o no! A ver usted amigo Batata, dígame, ¿qué propone?
- Yo querido Hipólito, qué quiere que le diga. A estas alturas, luego de casi veintinueve horas de discusión; luego de habernos tomado cuarenta botellas de caña entre los ocho, y teniendo en cuenta que queda sólo una, ¡ma’ si, destápela!
- ¡No, mejor no Hipólito! ¡No abra esa botella!. Es preferible que vayamos a dormir un poco, analicemos lo conversado, y mañana más descansados decidamos que hacer -señaló Fresco, al tiempo que con esfuerzo conseguía incorporarse, y se retiraba de la jabonería haciendo “eses” junto con su inseparable amigo Batata.
Ya un tanto repuestos, merced a los buenos oficios de un persistente viento frío y el rocío de la madrugada de Buenos Aires, reflexionaban sobre lo acontecido en la Jabonería de Vieytes.
- La verdad Batata, ¡qué manera de tomar caña! ¡Una barbaridad! ¡Nos tomamos todo! Y ahora, qué te parece, ¿qué hacemos?
- Pues, en vista de que a esta hora de la noche, no hay “remiserías” abiertas, tomemos una diligencia.
- ¡Noo, pará Batata! ¡Tomamos mucha caña! ¡Mejor no mezclar!
Llegamos al día 22 de mayo. Las noticias que llegaban desde España, hacían imperiosa la toma de una decisión sobre la legitimidad de la autoridad del Virrey Cisneros. Por ello, para este día se convocó a un Cabildo Abierto o Congreso Público; el cual con la participación de los Alcaldes, Regidores, y principales vecinos, se abocó a tratar la cuestión.
Las deliberaciones comenzaron con la palabra del Obispo de Buenos Aires, Benito de Lué. El prelado expresó su postura a favor de la continuidad en su cargo del Virrey Cisneros, y reafirmó la soberanía del Rey, sobre las posesiones de España en América.
A su turno, Castelli refutó la opinión del Obispo, exponiendo que dado que el Rey había caducado, también lo había hecho el dominio sobre las posesiones ultramarinas que le fuera conferido por los Pontífices. Por esto, el pueblo debía asumir la soberanía, e instaurar un nuevo gobierno.
El Fiscal de la Real Audiencia Manuel Genaro Villota, tomó entonces la palabra, desestabilizando la posición de los revolucionarios.
Castelli de inmediato salió a replicarle:
- No embarrés la cancha gallego. ¡Queremos un gobierno patrio!
- ¡Mucho cuidado, como se dirige a mí! ¡Incivil! -contestó el Fiscal.
- ¡Qué me dijiste! ¡Retractate, o te meto un zapatazo en la cabeza!
- Tranquilo Castelli. En el fragor del debate, siempre un roce puede haber -acotó Vieytes.
- ¡Que se retracte, o la liga! -insistía Castelli.
- ¡Silencio gamberro! -repuso Villota.
- Bueno, tampoco era para tanto. Sólo le pedí que se retractara, no que me pusiera un “título nobiliario” -respondió satisfecho Castelli.
- ¡De qué título nobiliario está hablando Castelli! Villota le acaba de decir grosero y mal educado -señaló Vieytes.
- ¡Todo eso me dijo este tipo! ¡No me agarren! ¡No me agarren! ¡Que lo corro hasta Chuquisaca!
En esos términos, en esos cordiales términos, continuó desarrollándose la Asamblea, la que se extendió hasta la tarde del día 23. Esa tarde el Cabildo burlando la voluntad del pueblo, nombró una Junta de Gobierno compuesta por cuatro miembros, presidida por el Virrey Cisneros.
El día 24 de mayo, se informó al pueblo de la resolución adoptada por el Cabildo. La misma provocó la indignación popular. La gente comenzó a reunirse en la Plaza Mayor, y a exigir enérgicamente la renuncia del Virrey Cisneros y los miembros de la Junta.
Fresco y Batata, como no podía ser de otra manera, estaban al frente de la movilización. En la madrugada del 25, la vida los enfrentó a una nueva disyuntiva.
- Fresco, las cintas que vamos a repartir mañana, van a ser celestes y blancas, ¿verdad?
-preguntó Batata.
- De ninguna manera Batata, deben ser rojas, en honor al “Rey de Copas”. ¡Dale rooojo! ¡Dale rooojo!
- ¡Alto ahí cavernícola! ¡Serán celestes y blancas! En tributo a la gloriosa Academia Racing Club.
- Pará, pará Batata. No discutamos más. Partamos la diferencia, dame una celeste tuya, y una roja mía. Traé que las corto con esta tijera.
- ¡Epa! ¿Y esa tijera importada? ¿De dónde la sacaste? Te pueden acusar de contrabandista. Supongo que tendrás los papeles de esa tijera, ¿no?
- No Batata, que papeles voy a tener, si me la vendieron desenvuelta.
Y así llegó aquella histórica mañana del 25 de mayo. Desde los balcones del Cabildo, Fresco y Batata contemplaban a la muchedumbre reunida en la plaza.
- ¡Qué de gente Batata! Está todo Buenos Aires.
- Es verdad mi querido Fresco, pero parecen intranquilos. Espero que haya una solución pronta al asunto.
En ese instante, uno de la multitud gritó:
- “El pueblo quiere saber de que se trata”. ¡Salí Cornelio!...
- ¡Cómo! ¡Qué decís! ¡No te voy a permitir que te metas en mi vida privada! ¡Sinvergüenza, mequetrefe! Si, si, vos, el pelado que está al lado de la vieja de paraguas floreado. ¡Subí, subí, si sos valiente, y decímelo en la cara! -reaccionó indignado Fresco.
- ¡Sois un desaforado Fresco! ¡Qué reacciones son esas! A ti no te ha dicho “cornelio”. El hombre está reclamando por el Comandante Saavedra.
Finalmente, Cornelio Saavedra salió al balcón, y anunció al pueblo la constitución de la Primera Junta de Gobierno Patrio. Todo fue algarabía y festejos en la ciudad.
En el atardecer de esa recordada jornada, el Comandante Saavedra caminaba por la ciudad junto a Fresco, y evaluaba todo lo sucedido:
- Se avecinan buenos tiempos amigo Fresco. Dentro de ciento noventa y nueve años, hablarán con orgullo de nosotros. La Primera Junta habrá hecho historia, y será recordada sentidamente con una estación de “subte”.
Hablando de todo un poco, y el estimado Batata, ¿dónde anda?
- La verdad mi Comandante, no tengo ni la más remota idea.
A los pocos minutos, dieron con el paradero de Batata.
- Mire, mire Comandante Saavedra. Allá en la esquina está Batata -indicó Fresco.
- Así es Fresco. Ahora observe que extraño. Está acostado en el camino, con su oreja contra el piso, y se encuentra hablando.
- Acerquémonos Comandante, y escuchemos que dice.
Al acercarse, Saavedra y Fresco se miraban sorprendidos, y escuchaban a Batata, repetir una y otra vez:
- Diligencia. Cuatro Caballos. Cubriendo trayecto entre Plaza Mayor y Regimiento Patricios. Un cochero. Tres ocupantes.
- Ahora entiendo, ¡usted Batata es un psíquico! ¡Tiene poderes extrasensoriales! ¡Permítame felicitarlo! -celebró Saavedra.
- - ¡Qué bárbaro Batata! ¡Nunca me contaste que tenías el poder de saber las cosas, sólo con escuchar las vibraciones en el suelo! -agregó Fresco.
- ¡Psíquico! ¡Poderes extrasensoriales! ¡Vibraciones en el suelo! ¡Vosotros os habéis vuelto locos! Yo se todo eso, porque la diligencia de la que hablo, hace unos minutos acaba de pasarme por encima!!!
Leo Lígori
martes, 5 de mayo de 2009
Búsqueda - De Noemí Fraerman
BÚSQUEDA
¿Dónde se guardaba la leña?
¿Por qué aún ahora sin siquiera cerrar los ojos veo la cocina económica y entresaco de una mezcla de invento-realidad el recuerdo de la orgía de agua para el día del baño colectivo?
Vuelve también una abuela más o menos redonda y el abuelo algo más menudo, y el día que uno de ellos -¿ella?, ¿él?- nos dejó, y en el batifondo de gente y llanto se perdió la menor de nosotras, escondida en su arrumbado cochecito de más pequeña, su dedo en la boca, viva imagen del desamparo.
Y la pared que nos separaba de nuestro vecino, que subido a una escalera jugaba con nosotros a través de la medianera hasta la previsible caída y consecuente prohibición.
Más adelante en el tiempo, una vecina del otro lado, “la Beba”, que nos hacía los dibujos para la escuela y el papelón que pasamos cuando alguno de ellos fue elegido para un homenaje, previa repetición del trabajo hecha en clase por nosotros...
Hemos vuelto una y otra vez a transitar esa calle, creyendo que a su paso recuperaríamos los días de nuestra infancia, pero al terminar el recorrido nos reconocemos distintos, ya la madurez ha reemplazado el dolor y la alegría de entonces por el adulto que hoy intentamos ser.
Y este adulto se pregunta: ¿qué motivo puso en marcha hoy este viaje hacia nuestra infancia? ¿Por qué el recuerdo de una pila de leña generó en forma tan real el comienzo de nuestra reflexión?
Y la respuesta viene golpeando nuestro olfato, ya que desde la cuadra de una panadería llega el olor de una horneada, similar a aquéllas de nuestra niñez, en que los domingos llevábamos la asadera -entre dos, una de cada manija- con la pata de cordero y rebosante de papas, cubierta por un repasador.
Y allí, agua se nos hacía la boca, cada vez más, hasta que un crujiente panecillo compensaba la espera y era saboreado ahí nomás, casi quemando, sin paciencia para “soplarlo” un poco más.
Cabalga ahora hacia nosotros otra imagen, esta vez el disparador fue una vidriera donde se ofrecen semillas de zapallo. ¿Quién sino el que lo haya vivido puede imaginar cómo algo tan modesto haya sido golosina para nuestros jóvenes años?
Las semillas de un amarillo pálido y engarzadas unas con otras con una rebarba más oscura, eran secadas en la cocina de la otra abuela para luego, crocantes, hincarles el diente, en este caso el de una tía viajera y por ello, privilegiada candidata a saborearlas a su regreso.
La casa de la otra abuela aún en pie pero ya con el lacerante cartel de “en venta”. Aquél portón de entrada desde donde espiábamos la calle y charlábamos con Don Emilio que despachaba querosén desde su surtidor en la vereda… … o a la planta de Flor de Ángel que generosa brindaba sus flores para el consabido presente del Día de la Madre. ¡Y el jardín donde una vez plantamos monedas para que crezca una planta de plata!
¿Con que palabras recordar el yunque, las marcas para ganado y a este Abuelo (con mayúscula), el rostro de mil colores por la fluorescencia del fuego, empuñando el martillo cual si disparara saetas?
Volvemos a la realidad. ¡Qué dulce ha sido este viaje al pasado!
Y aunque somos adultos y sabemos que ya no son tan ricos los panes ni el cordero, que las semillas de zapallo hoy sólo se utilizan para sembrar y que nadie sabría decirnos cuál es la flor de ájgel, sentimos más suave el aire que nos besa y más hermoso el crepúsculo que se acerca.
Laura sine. Buenos Aires, Argentina.
Autora: Noemí Fraerman
¿Dónde se guardaba la leña?
¿Por qué aún ahora sin siquiera cerrar los ojos veo la cocina económica y entresaco de una mezcla de invento-realidad el recuerdo de la orgía de agua para el día del baño colectivo?
Vuelve también una abuela más o menos redonda y el abuelo algo más menudo, y el día que uno de ellos -¿ella?, ¿él?- nos dejó, y en el batifondo de gente y llanto se perdió la menor de nosotras, escondida en su arrumbado cochecito de más pequeña, su dedo en la boca, viva imagen del desamparo.
Y la pared que nos separaba de nuestro vecino, que subido a una escalera jugaba con nosotros a través de la medianera hasta la previsible caída y consecuente prohibición.
Más adelante en el tiempo, una vecina del otro lado, “la Beba”, que nos hacía los dibujos para la escuela y el papelón que pasamos cuando alguno de ellos fue elegido para un homenaje, previa repetición del trabajo hecha en clase por nosotros...
Hemos vuelto una y otra vez a transitar esa calle, creyendo que a su paso recuperaríamos los días de nuestra infancia, pero al terminar el recorrido nos reconocemos distintos, ya la madurez ha reemplazado el dolor y la alegría de entonces por el adulto que hoy intentamos ser.
Y este adulto se pregunta: ¿qué motivo puso en marcha hoy este viaje hacia nuestra infancia? ¿Por qué el recuerdo de una pila de leña generó en forma tan real el comienzo de nuestra reflexión?
Y la respuesta viene golpeando nuestro olfato, ya que desde la cuadra de una panadería llega el olor de una horneada, similar a aquéllas de nuestra niñez, en que los domingos llevábamos la asadera -entre dos, una de cada manija- con la pata de cordero y rebosante de papas, cubierta por un repasador.
Y allí, agua se nos hacía la boca, cada vez más, hasta que un crujiente panecillo compensaba la espera y era saboreado ahí nomás, casi quemando, sin paciencia para “soplarlo” un poco más.
Cabalga ahora hacia nosotros otra imagen, esta vez el disparador fue una vidriera donde se ofrecen semillas de zapallo. ¿Quién sino el que lo haya vivido puede imaginar cómo algo tan modesto haya sido golosina para nuestros jóvenes años?
Las semillas de un amarillo pálido y engarzadas unas con otras con una rebarba más oscura, eran secadas en la cocina de la otra abuela para luego, crocantes, hincarles el diente, en este caso el de una tía viajera y por ello, privilegiada candidata a saborearlas a su regreso.
La casa de la otra abuela aún en pie pero ya con el lacerante cartel de “en venta”. Aquél portón de entrada desde donde espiábamos la calle y charlábamos con Don Emilio que despachaba querosén desde su surtidor en la vereda… … o a la planta de Flor de Ángel que generosa brindaba sus flores para el consabido presente del Día de la Madre. ¡Y el jardín donde una vez plantamos monedas para que crezca una planta de plata!
¿Con que palabras recordar el yunque, las marcas para ganado y a este Abuelo (con mayúscula), el rostro de mil colores por la fluorescencia del fuego, empuñando el martillo cual si disparara saetas?
Volvemos a la realidad. ¡Qué dulce ha sido este viaje al pasado!
Y aunque somos adultos y sabemos que ya no son tan ricos los panes ni el cordero, que las semillas de zapallo hoy sólo se utilizan para sembrar y que nadie sabría decirnos cuál es la flor de ájgel, sentimos más suave el aire que nos besa y más hermoso el crepúsculo que se acerca.
Laura sine. Buenos Aires, Argentina.
Autora: Noemí Fraerman
lunes, 4 de mayo de 2009
El barrilete - De Clyde Mabel Piola Mendoza
Cuento infantil
(Para leer a niños hasta 100 años aproximadamente...)
El barrilete
En una lejana aldea del norte de China, vivía un anciano llamado Flon F, quien era muy amado porque era muy bueno y sabio.
Aunque era muy pobre no le faltaban ideas, por ello estaba siempre ingeniándoselas para hacer cosas nuevas.
A pocos días del cumpleaños de uno de sus nietitos llamado Lin Fu, estaba ocupándose del tema del regalo. Recordaba, muy agradecido a la vida por las afectuosas palabras que le daba su nieto, y por algo que siempre le repetía:
-Abuelo. Yo quiero volar para llegar a las nubes y jugar con ellas.......
Con ese recuerdo puso manos a la obra; buscó varillitas de bambú y un fino papel muy liviano de muchos colores.
Y fue así que hizo un gran pájaro de papel, adornado con flecos que parecían alas. Le enganchó un largo hilo de seda de cientos de metros, y se las ingenió para hacer que levantara y subiera por el aire.
Llegó el día del cumpleaños; fue a la casa de Lin Fu y le entregó el regalo.
Cuando el niño supo que eso iba a volar y que dependía de él manejarlo para que llegara hasta las nubes, se puso muy feliz, al tiempo que llenaba de besos a su abuelo.
Cuenta la historia que esa fue la primera vez que un barrilete fue elevado por un niño, y a partir de ese momento millones de ellos aprendieron a remontar barriletes en compañía de sus padres, abuelos y amigos.
Clyde Mabel Piola Mendoza.
Año 2008
(Para leer a niños hasta 100 años aproximadamente...)
El barrilete
En una lejana aldea del norte de China, vivía un anciano llamado Flon F, quien era muy amado porque era muy bueno y sabio.
Aunque era muy pobre no le faltaban ideas, por ello estaba siempre ingeniándoselas para hacer cosas nuevas.
A pocos días del cumpleaños de uno de sus nietitos llamado Lin Fu, estaba ocupándose del tema del regalo. Recordaba, muy agradecido a la vida por las afectuosas palabras que le daba su nieto, y por algo que siempre le repetía:
-Abuelo. Yo quiero volar para llegar a las nubes y jugar con ellas.......
Con ese recuerdo puso manos a la obra; buscó varillitas de bambú y un fino papel muy liviano de muchos colores.
Y fue así que hizo un gran pájaro de papel, adornado con flecos que parecían alas. Le enganchó un largo hilo de seda de cientos de metros, y se las ingenió para hacer que levantara y subiera por el aire.
Llegó el día del cumpleaños; fue a la casa de Lin Fu y le entregó el regalo.
Cuando el niño supo que eso iba a volar y que dependía de él manejarlo para que llegara hasta las nubes, se puso muy feliz, al tiempo que llenaba de besos a su abuelo.
Cuenta la historia que esa fue la primera vez que un barrilete fue elevado por un niño, y a partir de ese momento millones de ellos aprendieron a remontar barriletes en compañía de sus padres, abuelos y amigos.
Clyde Mabel Piola Mendoza.
Año 2008
La casona de la calle Brasil - De Adela Belmonte
La casona de la calle Brasil
Como cada martes desde hace siete meses, Lucía llega a esta antigua casa del barrio de San Telmo, para asistir a sus clases de teatro. Es su día favorito de la semana, pues se siente inmensamente feliz y segura, mientras juega a ser muchas otras, otras tan diferentes y atrevidas, que se animan a decir cosas que ella nunca podría.
Varios factores se han conjugado para hacer de este encuentro, un momento mágico e inolvidable: sus compañeros, el profesor y el lugar… lugar que fascina tanto a Lucía y al que recorre detenidamente con la mirada, desde la comodidad de un profundo y mullido sillón y que le recuerda entrañablemente a la querida casa de sus abuelos, donde había nacido y pasado los mejores momentos de su vida.
Es una hermosa casona de dos plantas, orgullosamente erguida sobre sus más de cien años de existencia, soberbia y refinada, con sus balcones respirando el fresco aire del Parque Lezama. No puede dejar de pensar en ella como en el hogar que alguna vez fue. Cuántas alegrías y tristezas albergadas entre estas paredes, compartidas en familia, como la llegada de los hijos o las noches de vigilia al lado de un enfermo. Las veladas de fiesta con la música invadiendo los salones y sobrevolando las enormes lámparas colgantes que iluminan a pleno todos los rincones.
Sin lugar a dudas, Lucía está haciendo un viaje a su pasado, e inevitablemente, recuerda ese último gran dolor de despojar a la casa familiar, de todo aquello que con elegancia la había adornado, hasta dejarla desnuda, vacía. Afortunadamente, Lucía ha sabido atesorar lo único verdaderamente valioso: la memoria de esos viejos buenos tiempos.
La alegre llegada del profesor la rescata de sus pensamientos devolviéndola a la realidad.
Ha comenzado el momento de jugar.
Adela L. Belmonte
Septiembre 27 de 2008
Como cada martes desde hace siete meses, Lucía llega a esta antigua casa del barrio de San Telmo, para asistir a sus clases de teatro. Es su día favorito de la semana, pues se siente inmensamente feliz y segura, mientras juega a ser muchas otras, otras tan diferentes y atrevidas, que se animan a decir cosas que ella nunca podría.
Varios factores se han conjugado para hacer de este encuentro, un momento mágico e inolvidable: sus compañeros, el profesor y el lugar… lugar que fascina tanto a Lucía y al que recorre detenidamente con la mirada, desde la comodidad de un profundo y mullido sillón y que le recuerda entrañablemente a la querida casa de sus abuelos, donde había nacido y pasado los mejores momentos de su vida.
Es una hermosa casona de dos plantas, orgullosamente erguida sobre sus más de cien años de existencia, soberbia y refinada, con sus balcones respirando el fresco aire del Parque Lezama. No puede dejar de pensar en ella como en el hogar que alguna vez fue. Cuántas alegrías y tristezas albergadas entre estas paredes, compartidas en familia, como la llegada de los hijos o las noches de vigilia al lado de un enfermo. Las veladas de fiesta con la música invadiendo los salones y sobrevolando las enormes lámparas colgantes que iluminan a pleno todos los rincones.
Sin lugar a dudas, Lucía está haciendo un viaje a su pasado, e inevitablemente, recuerda ese último gran dolor de despojar a la casa familiar, de todo aquello que con elegancia la había adornado, hasta dejarla desnuda, vacía. Afortunadamente, Lucía ha sabido atesorar lo único verdaderamente valioso: la memoria de esos viejos buenos tiempos.
La alegre llegada del profesor la rescata de sus pensamientos devolviéndola a la realidad.
Ha comenzado el momento de jugar.
Adela L. Belmonte
Septiembre 27 de 2008
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