Este nuevo bastón, desarrollado en estrecha colaboración con invidentes, sólo genera avisos ante obstáculos por encima de la cintura que representan un serio peligro para la integridad física del usuario. La detección de los objetos se realiza gracias a un conjunto de sensores que pueden adaptarse a un bastón blanco tradicional y mejorar su funcionalidad.
El bastón inteligente, sólo pesa 130 gramos e incorpora un microcontrolador que permite ajustar la distancia de detección a las necesidades del usuario, en función de sus características físicas (altura o anchura de hombros), velocidad de movimiento y densidad de ocupación de la vía. También incluye una batería recargable de alta capacidad (con autonomía para varios días) y es compatible con los bastones blancos tradicionales existentes en la actualidad.
Un simple objeto en alto -la rama de un árbol, el retrovisor de un autobús o extintores- puede convertirse en verdaderos obstáculos en el día a día de muchos discapacitados visuales. El bastón tradicional les posibilita detectar todo aquello que se encuentra por debajo de su cintura mediante el rastreo, pero los deja expuestos a aquellos 'peligros' situados a más altura. Bajo esa premisa, investigadores de Neuroingeniería Biomédica de la UMH han ideado este bastón inteligente que 'avisa' a los invidentes ante obstáculos que se hallan de frente y por encima de su cintura.
"Esta tecnología no cura, pero pretende ayudar, en la medida de nuestras posibilidades, a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual", ha explicado el científico y profesor del Instituto de Bioingeniería de la UMH Eduardo Fernández durante la presentación de bastón inteligente a los periodistas. El proyecto, nacido hace dos años y financiado por la Cátedra de Investigación en Retinosis Pigmentaria Bidons Egara de la UMH, se encuentra en fase de prototipos y pruebas. También ha contado con el asesoramiento constante de personas invidentes y de la ONCE, que han permitido la incorporación de mejoras al sistema para adaptarlo a diferentes condiciones, espacios y necesidades.
Una empresa tecnológica de la universidad ilicitana se ha interesado en llevar a cabo la distribución de estos bastones, pero todavía no hay fecha. "Debemos seguir probando en todo tipo de usuarios y adaptarlo a las condiciones del mercado", ha indicado Fernández.
Fuente:
Fundación Argentina de Retinosis
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